Krasner, Collage, 1955 |
Técnicas mixtas
Te mostré cómo se pinta al óleo, con acuarelas, al temple, al acrílico, los
grabados, los dibujos, los pasteles… con sus ventajas y desventajas, ¿con cuál
te quedas? Yo, sin dudarlo ni un segundo, con el óleo. (Si te los perdiste, pincha en cada uno.)
Hamilton, Interior, 1964, collage |
Sin embargo, falta algo más: hacer un cóctel con todos ellos. No me tomes
en serio, que son tóxicos. Quiero decir que siempre existe la posibilidad de
usar estos materiales mezclados entre sí, aunque no todos. Ya te lo conté: agua
con aceite no va. Pero, ¿qué tal si mezclamos pastel graso con óleo? Ningún
problema. Hay artistas, incluso, que mezclan el pastel tiza con óleo, y queda
muy bien. A estos trabajos los llamamos “técnicas mixtas”. En realidad, ésta es
una manera de salir del paso, pues se usa para muchísimas otras técnicas que
implican materiales variados y que normalmente implican experimentos,
innovaciones…
Ernst, Bosque con espinas de pescado, 1927, grattage y pan de oro |
Dentro de lo que es Pintura, es decir, sin incorporar otros elementos, te
puedo citar el frottage o el grattage. Son 2 técnicas que, si
bien eran conocidas de antiguo, fueron rescatadas por los surrealistas, y más
concretamente, por Max Ernst. Con el grattage (raspado) quitamos la pintura de
un cuadro raspando con la punta del pincel o la espátula, para descubrir las
capas inferiores de pintura. En el colegio solíamos hacer cuadritos con
crayones, lo cubríamos con tinta china negra y cuando se secaba, íbamos
quitando la tinta china con algún elemento punzante… y salían a la luz los
colores de abajo. (¿A ti te tocaba hacer estas cosas en la escuela?) Ernst usó
este método en “Bosque con espinas de pescado”: las puso debajo del lienzo y
raspó la superficie. Tapiès también experimentó con el grattage.
Ernst, El comienzo de los castaños, 1926, frottage |
El frottage (frotado) es más bien una técnica de dibujo (la probé
con pintura, pero no me funcionó del todo, tendré que seguir investigando): se
trata de poner debajo de un papel algún objeto con relieve, p.ej., una moneda y
frotas con un lápiz o carboncillo; así traspasas la silueta del objeto al
dibujo.
¿Y qué pasa cuando queremos meter materiales extraños en el cuadro,
elementos que no son colores? Es legítimo, ¿por qué no? Siempre y cuando lo
hagas de manera correcta. No te imaginas la cantidad de cuadros con papeles y
cosas pegadas que se van desarmando de a poco en las galerías, sin ni siquiera
haber terminado la exposición! Ah, es que es arte efímero. No, es que no está
bien hecho.
Botticelli, Retrato de hombre con medalla, 1474 |
Aunque parezca una cosa nueva, ultra moderna, pegar cosas a los cuadros es algo que viene de bien lejos. Mira, p. ej., este retrato de Botticelli: la medalla está hecha con yeso, posiblemente a partir de un molde.
Y el dorado a la hoja también es incorporar a los cuadros algo que no es
pintura. ¿Sabes cómo es? Se trata de pegar hojas finísimas de oro, más fina que
un cabello, y que se vuelan aunque no haya corrientes de aire. Hay de varias
calidades: el mejor, sin duda, es el de 22 quilates, inalterable y ni siquiera
hace falta barnizarlo. El oro falso u oro alemán consiste en una aleación de
cobre y estaño: es más fácil de trabajar, pero suele oxidarse, así que siempre
hay que darle una capa de barniz como protección. Puede venir en hojas o en
escamas.
(Imagen: C. del Rosso) |
Cimabue, Madonna en el trono con ángeles, 1270 |
Como pegamento se usa mixtión, que se aplica sobre la superficie y sobre él el pan de oro. Como es caro y se desperdicia mucho, se corta un trocito del pan de oro con un cuchillo especial sobre un cojín de gamuza, lo levantas con una brocha llamada “polonesa” por pura estática y lo dejas caer sobre el pegamento. Cuando está seco, se pasa el bruñidor para quitar arrugas o imperfecciones. Te quedarán porciones de la hoja sin pegar: eso ya no se podrá aprovechar.
Klimt, El beso, 1908 |
Miles de obras medievales han sido embellecidas con pan de oro: la luz del Cielo. ¿Y Klimt, que recupera la luz de los mosaicos y el arte bizantino? ¿Y las máscaras mortuorias de las momias de los faraones? Ni qué hablar de marcos de cuadros o espejos, muebles… Nadie se imagina cuánto trabajo hay detrás de esas porciones de oro.
Braque, Frutero y vasos, 1912, collage |
Alguna vez hablamos del collage por aquí. Tiene una larga historia, aunque el rescate vino por el lado de Picasso y Braque. Se trata de pegar papeles, fotografías, lo que quieras, sobre el soporte de tu cuadro. Normalmente se dice que basta con pegar estos elementos en la superficie húmeda del óleo. Pero, según mi experiencia, creo que es mejor adherirlos con una base de cola blanca o cola de conejo, antes de aplicar la pintura. Hay que tener en cuenta, además, que si el papel está impreso de las 2 caras no vaya a traslucir lo de detrás al humedecerlo.
Matisse solucionaba este problema creando él mismo los papeles:
los pintaba con gouache (lo vimos aquí) y luego los recortaba.
Matisse, Jazz: Lagoon, 1947 (Imagen: National Gallery Scottland) |
Si bien el pegar papeles produce sensación de profundidad, la verdad es que no tienen mucho relieve. En Pintura, si quieres texturas, o las simulas o agregas más cantidad de material, a la manera de van Gogh, Pollock y tantos otros. Pero también existe la posibilidad de pegar elementos, lo que se te ocurra: un clip, una moneda, una rejilla, madera, flores, cuerdas, lentejuelas, espejos… ¡Echa a volar tu imaginación! Kiefer pone clavos, flores secas, mallas metálicas, ramas…
Kiefer, Jerusalén, 1986 |
Tapiès, Puerta metálica y violín, 1956 |
Tapiès era capaz de componer un cuadro con lo más insólito que te encuentres; mira éste: ¡cortina metálica y un violín!
Perdón, lo más
insólito que he visto es éste de López García: el cadáver de un perro.
López García, Perro muerto, 1963 |
Tapiès, Relieve con cuerdas, 1963 |
Otra posibilidad es incorporar arenas. Llamamos así a los “áridos”, es
decir cemento, mármol, arena, piedritas, etc. Existen en diferentes calidades y
grado de molido. Conviene armar el cuadro sobre madera y pensar muy bien dónde
colocar estos materiales. Por lo que he investigado, lo mejor para mí es
mezclarlos con cola blanca. Si necesitas una mezcla más fluida, puedes ir
agregándole agua hasta la consistencia que prefieras (¡es pura albañilería!).
Si trabajas con un soporte poroso, conviene sellarlo o imprimarlo antes. Una
vez que tu trabajo en textura esté seco, puedes pintarlo por encima con óleo o
acrílico. También se puede agregar color a la mezcla, pero ten en cuenta que si
agregas agua a tu arena ya no podrás usar óleo, aunque sí acrílico.
del Rosso, Abstracción y texturas, para La Cámara del Arte, 2020 |
Un lienzo se puede coser, bordar, agujerear… Lucio Fontana era un experto
en cortes: representar la profundidad, el más allá de la tela, de otra manera
más física, sin simulaciones o trampantojos.
Fontana, Concepto espacial: +1-AS, El jardinero está arreglando el jardín, 1959 |
Hay artistas que aplican fuego a sus cuadros: se producen agujeros al azar,
el humo deja sus huellas… No me gusta, es peligroso, no le veo mucho sentido,
pero, bueno, cada artista desarrolla su arte como quiere. (Anécdota: participé
en una subasta hace un tiempo. Una colega presentó uno con un tremendo agujero:
lo había quemado en un rapto de furia. Decía que había necesitado una catarsis.
No se lo llevó nadie.)
Millares, Cuadro 201. Castillo de San José, 1962 |
Otros artistas dejan que el azar y la naturaleza actúen. Y es un dolor de cabeza para los restauradores. No hay nada peor que dejar un cuadro fresco a la intemperie y que se te vayan pegando a la pintura lo que se te ocurra: ramitas, polvo, insectos, hojitas...
Klein, Azul: monocromo, relieve con esponjas, 1960 |
Y hablando de conservación… Estas obras con elementos no pictóricos son muy difíciles de colgar. Generalmente se recomienda ponerles cristal para protegerlos del polvo. Es que si hay que pasarles el plumero… qué desastre. Y te digo “generalmente”, porque depende de cada caso en particular. Otro detalle que hay que tener en cuenta es que, al tener relieve, influyen muchísimo los cambios de iluminación.
Duccio, Crucifixión, 1211, pan de oro |
Hasta aquí llegamos con nuestra serie de exploración de los distintos materiales para pintar. ¿Cuál te ha gustado más? ¿Te quedas con alguno en especial?
Pintar es un viaje de aprendizaje. ¡Te animo a que armes tu maleta con
pinturas y lárgate a viajar!
Fuentes: Bagnall, B. Zeichnen und Malen. Niedernhausen, Falken V., 1986
Doerner, Max. Malmaterial und seine
Verwendung im Bilde. Stuttgart, Enke V., 1985
Nerdinger,
W. Elemente künstlerischer Gestaltung.
München, Martin Lurz V., 1986
Notas
personales
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