Matisse, Las preocupaciones del rey, 1952, gouache |
Temple, témpera y gouache
Tubitos de témpera (¿o en pastillitas?), paleta huevera, agua, pinceles…
Clase de arte en la escuela. Pasa un compañero por al lado y ¡zas! todo al
suelo. A que alguna vez te pasó. ¿Cuántos niños se habrán frustrado con este
primer intento en el arte?
Botticelli, La primavera, 1480, temple |
En fin, la témpera no es algo amigable, al menos para mí. No me gusta, es opaca y me trae malos recuerdos…
Pero ¿qué es la témpera? En realidad, la
témpera, así como la llamamos hoy, está a medio camino del temple y del
gouache. La témpera en tubitos o pastillas ha quedado relegada al uso escolar o
a las manualidades.
Duccio, La maestà, 1308 |
La verdadera témpera, la artística, es lo que llamamos técnicamente temple.
De hecho, son sinónimos. Y no tiene nada que ver con los tubitos o cajas con
pastillas de colores.
Consiste en pigmentos de color finamente molidos y mezclados con algún
emulsionante que puede ser agua o algún medio graso como la yema de huevo. Sí,
para pintar al temple tienes que ir a la nevera y cascar un huevo. Que no son
sólo para hacer tortillas… qué te creías. ¡También sirven para pintar! Bueno,
también se le puede agregar leche (caseína) o algún tipo de goma animal.
Fra Angelico, La Anunciación, 1430 |
Doerner, el que escribió el libro de referencia sobre materiales de
pintura, nos cuenta cómo se pinta con esta técnica (en realidad, lo explicó
Cennini, en su tratado El arte de la Pintura, y él lo toma de ahí): en
una botella se pone la yema de huevo con agua; se le puede agregar también
aceite de linaza. Se agita y ya tienes el diluyente para pintar. El huevo tiene
que ser muy fresco, casi recién puesto por la gallinita, si no pierde sus
propiedades de fijación. La solución se debe guardar en la nevera, mantenerla
siempre fría, pero igual no dura mucho tiempo. Si tienes que volver a preparar
la mezcla, hay que usar una botella nueva, para que no tenga impurezas de
ningún tipo. Y lo lamento mucho, pero la huevina, el huevo sintético, no sirve.
(¿Y qué hacemos con tantas claras? ¿Merengues?)
Giotto, Pentecostés, 1306, temple |
Cuando se seca, queda mate y resistente al agua. No se pueden hacer
difuminados, no se estira. Se seca demasiado rápido, un peligro para las
paletas y los pinceles; se puede pintar por capas, en transparencias, sin
problemas. Se pinta de magro a graso y del claro al oscuro, aunque el blanco se
reserva para el final. No se oscurece con el tiempo. Los soportes deben ser
algo absorbentes: se puede usar sobre cartón imprimado, aunque tradicionalmente
se usó sobre tabla (así llamamos a los soportes de madera). Sin embargo, la
condición es que éstos sean rígidos: al ser una pintura no flexible, en un
lienzo, p.ej., se cuartearía.
Miguel Ángel, Tondo Doni, 1503, óleo y temple |
Es uno de los materiales más antiguos que se conocen: egipcios, griegos, romanos, bizantinos trabajaban con esta técnica. Durante toda la Edad Media se pintó de esta manera e incluso hasta bien entrado el siglo XVI. ¿Te imaginas a Miguel Ángel pintando sus obras con una buena provisión de huevos de la granja más cercana? Tarea para los aprendices del taller. Es la técnica que se utilizaba (y se utiliza) en la pintura de iconos (lo vimos aquí). Realmente, era un engorro y tenía muchas limitaciones. Agregar aceite a los pigmentos era casi un desarrollo natural, pues ya algunos lo hacían con el temple. Y así se inventó la técnica del óleo (lo vimos por aquí). El temple cayó en desuso, pero muchos artistas volvieron a él: p.ej., los prerrafaelitas, en su afán por revivir la Edad Media.
Chagall, El pintor a la luna, 1917, goauche y acuarela |
Y otro factor de confusión es el gouache: si quieres pintar con esta técnica compra marcas reconocidas, aunque tengas que gastar un poco más. Es muy frecuente que te vendan gato por liebre: me he encontrado muchas veces con “gouache” que en realidad es témpera. (¿Cómo te enteras de la diferencia? Tiene más cuerpo.)
Klee, La canción árabe, 1932, gouache |
¿Qué es el gouache? Consiste en pigmentos con un aglutinante espeso (goma arábiga, cola) y agua. Se diluye con agua. Es un material flexible y cubriente, ideal para obra gráfica. Se puede utilizar sobre cartón, papel… Se logran efectos muy interesantes sobre papeles de colores. Al secar se vuelve más claro y opaco. Tiene varias ventajas frente a la acuarela: los colores son más sólidos, permite usar blanco y se trabaja de oscuro a claro.
von Menzel, Vista desde la ventana en Marienstrasse, 1867, gouache y tiza |
Su uso se remonta a los miniaturistas de la Edad Media; se volvió a esta técnica hacia el sg. XVIII para la pintura de paisaje, como complemento de la acuarela. Los gouaches actuales son más bien una reinvención relativamente moderna, con base acrílica. Toulouse-Lautrec lo aplicaba en sus carteles. Matisse, para preparar sus collages, pintaba los papeles con este material, antes de recortarlos (lo vimos aquí).
Podríamos enumerar una lista bastante larga de artistas reconocidos que trabajaron con esta técnica: van Gogh, Klee. Miró, Tissot, von Menzel, Malevich, Chagall, Duffy, Bonnard…
Miró, Figuras y constelaciones, 1941, gouache |
Personalmente, es una técnica que no me gusta. El temple tradicional es un verdadero engorro y prefiero materiales que se estiren, que permitan difuminados. He probado hace poco el gouache, para ver si me servía para la pintura al aire libre, para llevármelo a los viajes. No me convenció demasiado y preferí no innovar: acuarela o acrílico en la maleta.
Así que… la próxima vez que estés por hacer una tortilla, piensa en cuántos
cuadros se podrían haber pintado con los huevos que acabas de sacar de la
nevera…
Fuentes: Bagnall, B. Zeichnen und Malen. Niedernhausen, Falken V., 1986
Doerner, Max. Malmaterial und seine
Verwendung im Bilde. Stuttgart, Enke V., 1985
Nerdinger,
W. Elemente künstlerischer Gestaltung.
München, Martin Lurz V., 1986
Notas
personales
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