Duffy, Barcas en Martigues, 1908 |
Pintura al óleo
Sin duda, el óleo es el rey de los materiales de pintura. No por nada una
infinidad de artistas lo han elegido.
Hace un tiempo te conté por qué y cómo surgió (lo vimos aquí). Fue la
solución perfecta para capear los problemas del temple (te lo conté aquí). A
esto casi se llegó naturalmente: si a
los pigmentos del temple había que mezclarle un medio graso como la yema de
huevo, ¿qué tal con el aceite? ¡Asunto solucionado! Así se pueden hacer
difuminados, transiciones, y tarda en
secarse, con lo cual se puede corregir todas las veces que quieras. Facilitó
además el poder pintar sobre tela: nunca más sobre maderas pesadas y que se
quebraban o combaban.
Rembrandt, Reunión del gremio de los pañeros, 1662 |
Antiguamente, los pigmentos se conservaban en vejigas de piel, de animales. Una de las tareas que tenían a su cargo los ayudantes
de taller era molerlos finamente y preparar una pasta agregando el aceite hasta
la densidad deseada por el maestro. Había todo tipo de pigmentos, casi todos
orgánicos o minerales. Hoy la mayoría de los colores que usamos provienen ¡del
laboratorio de la fábrica! (Para los nombres de los colores, fíjate en el
apartado “Colores” en el temario de la derecha.)
Sorolla, Elena en la cala de San Vicente, 1919 |
Los tubos de aluminio fueron inventados por John Goffe Rand en 1841 y esto
cambió radicalmente la manera de pintar al óleo. Se acabó la tediosa tarea de
moler y preparar la pintura, pues podías ir a comprarla ya lista a tu proveedor
de materiales. Y desde entonces se pudo salir a pintar al aire libre. Como dijo
alguna vez Renoir, ¡sin los tubos no hubiese habido Impresionismo!
Manet, Monet pintando en su taller flotante, 1874 |
Como diluyente se usa preferentemente el aceite de linaza (por favor, el de
oliva, ¡no!) o bien la trementina. El aguarrás, sólo para limpiar pinceles y
paleta, pues viene con impurezas que afectarán a tu trabajo. Yo suelo usar
médium para óleo: consiste en la mezcla a partes iguales de trementina, aceite
de linaza y barniz damar. Tanto el médium como la trementina tienen mucho olor
y hay que utilizarlos en espacios ventilados: son elementos tóxicos e
inflamables. Últimamente se han desarrollado variantes sin olor y menos dañinos
con el medio ambiente. He probado algunos pero no me convencen del todo.
Recurro a ellos cuando sé que tendré que trabajar en espacios cerrados.
Rubens, Cabeza de niña, 1616 |
Un invento bastante reciente son los óleos al agua, una verdadera contradicción. Vienen a solucionar el problema de los olores. No son óleos propiamente: son resinas plásticas, que se diluyen con agua, parientes cercanos del acrílico. Los he probado, pero no le veo la diferencia con sus primos…. Me quedo con los originales y tradicionales de toda la vida.
Me parecen más convenientes los alquídicos: también materiales sintéticos,
muy semejantes al óleo. Se pueden mezclar con el óleo sin problemas; se pueden
usar con agua o con los diluyentes de siempre. Se secan bastante rápido: me han
sido de mucha utilidad en ocasiones de tener que entregar un trabajo apresuradamente.
La desventaja: se nota mucho que es un material plástico.
En cuanto a los pinceles puedes usar los que quieras, no hay restricciones.
Tú tienes que ver cuál te acomoda mejor para lo que vas a pintar o según tu
estilo. Yo suelo trabajar con pinceles sintéticos planos: son flexibles, suaves,
y con ellos puedes hacer todos los trazos. Tengo alguno de marta y otros con
punta para detalles. Los de cerda no me convencen.
(Imagen: C. del Rosso) |
Paleta de Gauguin, Musée d' Orsay |
Las paletas tradicionalmente son las de madera. Conviene barnizarlas antes de usar, para tapar los poros y grietas de la superficie. Y hay que limpiarla siempre después de cada uso. Los grandes maestros usaban una por cada cuadro (mira este post) y las conservaban, como ejemplo de las mezclas que habían hecho. Esto implica tener que comprar una para cada pintura y tener lugar suficiente para guardarlas. Aconsejo siempre trabajar sobre paleta blanca, considerando la interacción del color (lo vimos aquí). Tus mezclas serán más luminosas. (Y por supuesto, también hay que limpiarlas después de cada sesión.) Las de madera te inducen a mezclas más cálidas, que no está mal (muy apropiadas para los retratos), siempre y cuando seas consciente de eso. Existen ahora unas paletas grises: la idea es preparar los colores sobre un fondo neutro. Si recuerdas lo que hablamos sobre los contrastes de Itten (ver aquí), no sé si realmente es adecuado: los colores vibrarían sobre ese fondo, provocando imágenes persistentes y esto desvirtuaría tu percepción del color. No las he probado: sólo son suposiciones. (Te expliqué qué es la imagen persistente aquí.)
Kandinsky, Impresión III: Concierto, 1911 |
También tenemos las paletas con folios desechables: ideales para cuando
pintas al aire libre o fuera de tu espacio habitual.
Matisse, El mantel azul, 1909 |
Y bueno, no te olvides de los colores. Con un set básico de los 3 primarios
y blanco y negro puedes pintar todo lo que se te dé la gana. Trata de comprar
siempre marcas confiables: las conocidas son sometidas a pruebas no sólo de
pureza de color sino de toxicidad, resistencia a la luz… Es cierto, el óleo es una técnica cara, pero
piensa que un tubo de óleo, bien cerrado, ¡te puede durar años! (Yo he tenido
algunos bien añejos, con 20 primaveras… Pero la idea es usarlos, ¿no?)
Velázquez, El aguador de Sevilla, 1620 |
Como te comentaba en otras oportunidades, el óleo se trabaja de oscuro a
claro. La guinda del pastel son las luces, lo más claro de tu cuadro. Siempre
de magro a graso y no al revés. Nunca jamás empezar con aceite y seguir con
trementina. O vas aumentando la proporción de diluyente graso a medida que
avanzas en tu trabajo.
Existen 2 maneras de pintar al óleo:
Leonardo, Mona Lisa, 1503 |
-Por capas: pintas todo el cuadro en capas sucesivas. Cada parte de esas capas debe estar en el mismo nivel de ejecución, o sea: no completes una parte hasta el final y dejes otra a medio camino o sin comenzar. La idea es que todo esté equilibrado, que pienses en el cuadro como un conjunto armónico. Puedes empezar con una capa liviana de color con trementina, como una aguada; puedes seguir con trementina y terminarlo así o bien, los últimos toques con aceite o médium. La trementina se seca muy rápido, ayuda a avanzar en el proceso, pero los colores pierden luminosidad.
También puedes pintar todo el cuadro con aceite o médium, pero siempre
graduando de manera progresiva la cantidad de diluyente. Si pones demás te
quedará pegajoso; te darás cuenta de que el material ya no se fija bien.
-alla prima: se pinta todo el cuadro de una vez. Por supuesto que puedes
pintar encima todas las veces que quieras, pero el cuadro fue pensado y
compuesto como un todo simultáneamente.
van Gogh, Noche estrellada, 1889 |
Puedes aplicar la pintura en capas muy delgadas o con mucho material, con
espátula, con texturas… Puedes pintar una capa y esperar a que se seque para
continuar, o bien seguir trabajando “húmedo sobre húmedo”. Con la práctica te
darás cuenta de cuándo parar y cuándo seguir.
Monet, El Sena en Argenteuil, sg. XIX |
La lista de artistas que usaron el óleo es prácticamente interminable. No
por nada. ¿Quién fue el que mejor lo usó? Uf, pregunta difícil de contestar.
Leonardo, sin duda, con sus esfumados. Van Gogh, por su capacidad de trabajar
con semejante cantidad de material y de esa manera. Sorolla, sin ninguna duda,
un maestro del plein air (nada fácil, por cierto). Rembrandt y Rubens, por
saber como ningún otro dónde poner la pincelada correspondiente. Y así
podríamos seguir horas…
Renoir, El baile en el Moulin de la Galette, 1876 |
No creo que podamos ser muy objetivos en esta lista, ¿no crees? Te cito
estos nombres sólo porque son los que se me vienen a la mente ahora mismo.
Siempre aprendo mucho de todos. Eso es lo bonito del arte: todos aprendemos de
todos, no importa cuál sea la época o el estilo.
van Eyck, El Cordero místico, Altar de Gante, 1432 |
Fuentes: Bagnall, B. Zeichnen und Malen. Niedernhausen, Falken V., 1986
Doerner, Max. Malmaterial und seine
Verwendung im Bilde. Stuttgart, Enke V., 1985
Nerdinger,
W. Elemente künstlerischer Gestaltung.
München, Martin Lurz V., 1986
Notas
personales
Son muy interesantes tus artículos y fáciles de seguir para un no pintor , qué bella es la pintura, las Bellas Artes! Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias! Me alegro mucho de que te gusten mis artículos!
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