4to contraste: los colores complementarios
5to: contraste simultáneo
Hoy seguimos con nuestra serie de cómo
combinar colores, según los 7 contrastes de Itten. (Si
te perdiste los artículos anteriores, te pongo los links debajo)
En el 4to puesto Itten habla de los colores complementarios. Te lo
expliqué una vez (pincha aquí), pero vale la pena repetirlo. Son los colores
que están diametralmente opuestos en el círculo cromático.
O sea: un color
primario y su opuesto es un secundario, rojo-verde, amarillo-violeta,
azul-naranja. Aunque esto se puede extender a cualquier color (p.ej.: amarillo
verdoso-rojo violáceo) el efecto que te quiero explicar ahora se ve mejor en
las parejas primario-secundario.
(Imagen: mein-schoener-garten.de) |
En cada pareja están presentes los 3 colores primarios: rojo/
amarillo+azul (=verde) , amarillo/rojo+azul (=violeta) y azul/amarillo+rojo (=naranja). Por esta razón, si
mezclamos 2 colores complementarios entre sí, se anulan. Mueren vencidos en su
propia batalla.
Fra Angelico, Nacimiento de San Nicolás, 1437 |
Bonnard, Los hermanos Berheim-Jeune, 1920 |
Este contraste está basado más bien en la constitución del ojo y el proceso de ver, más que en el color mismo. ¿Por qué ocurre esto? En el artículo anterior (ver aquí) te expliqué que en nuestros ojos tenemos unas células fotosensibles que se llaman conos y que las hay de 3 clases: las que perciben las ondas correspondientes al rojo, al azul y al verde.
Haz una prueba: mira algo rojo sobre un fondo blanco fijamente durante un largo rato y desvía tu vista hacia algo blanco. Verás esa misma imagen flotando en tu vista, pero de color verde. A esa imagen la llamamos “imagen persistente”. Por eso una de las definiciones de complementarios dice que son colores acompañados de su “imagen persistente”.
Van Gogh, Terraza de café a la noche, 1888 |
¿Qué es lo que está pasando? Nada, no pasa nada, no tienes ningún
problema en la vista. Ocurre que cuando miras algo rojo, se activan las células
correspondientes al rojo; al rato de mirar esas células se fatigan y se activan
las del verde. El efecto está en nuestros ojos, no en el color del objeto, por
eso es imposible tratar de reproducir esa vibración en fotografías. Cuando
pintamos con complementarios, los artistas tenemos que tomar en cuenta ese
problema.
Y
ya que venimos hablando de cómo usamos estos contrastes en la vida diaria, te
menciono 2 casos: 1) en maquillaje usamos corrector verde para esconder rojeces
(o amarillo para tapar ojeras violetas) y 2) los textiles de las salas de
operaciones son de un verde tal que neutraliza el color rojo de la sangre del
pobre paciente (de esta manera la “imagen persistente” no influye en el campo
visual del cirujano).
Seurat, El Sena desde la Grand Jatte, 1888 |
Newman, El nombre I, 1949 |
El Greco, Resurrección, 1605-1610 |
El ejemplo más notorio de este tipo de contraste en pintura son las obras de El Greco.
Albers, Hacia adelante, 1926 |
Los que han investigado este efecto óptico son los artistas cinéticos, los del “Op-Art” (de este movimiento hablamos aquí).
(Imagen: C. del Rosso) |
¡Y hay que ser bastante atrevido para vestirse en contraste de complementarios! Si te gusta esta combinación de colores, que no tengan los 2 la misma importancia, ¡por favor! Sólo un detalle que dé más vida al conjunto y listo.
(Imagen: C.del Rosso) |
En el caso del contraste simultáneo, un look total en gris resucita con un toque de color.
(Imagen: ozhome.com) |
Lo mismo ocurre con la decoración de interiores: sería imposible vivir dentro de una habitación con la misma proporción de verdes y rojos. O huyes en cuanto puedes para evitar un ataque de nervios o comienzas a ver fantasmas grisáceos flotando (imágenes persistentes, por supuesto). Por eso, en estos casos hay que lograr un balance en cuanto a las proporciones.
(Imagen: bettertogetherhome.com) |
¡Y una habitación toda en gris adquiere otra dimensión con algunos focos en color!
(Imagen: C.del Rosso) |
Y no nos olvidemos de nuestra mesa: 1) rojo y verde, una buena combinación de colores para Navidad;
(Imagen: C.del Rosso) |
2) no es muy usual vestir la mesa en gris… pero, ¿por qué no?
Fuentes: Albers, J. La interacción del color.
Madrid, Alianza, 1998
Itten, J. Kunst der Farbe. Leipzig,
Seemann, 2000
Llewelyn-Bowen, L. Design rules. London,
Contender Books, 2003
Los otros tipos de contrastes los encuentras en estos enlaces:
Convivencia inestable (Introducción)
Los colores son pura energía (1er contraste, colores puros)
Luces y sombras (2do contraste: colores claros y oscuros)
Una cuestión de temperatura (3er contraste: colores cálidos y fríos)
Una cuestión de temperatura (3er contraste: colores cálidos y fríos)
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