Salvo los
artistas que crean con luces o en el cine o en el arte digital…, en el arte en
general, y en la pintura especialmente, usamos los colores como luz reflejada.
Las teorías sobre el tema aparecen ya con Aristóteles y se suceden desde entonces. Las dos más importantes son la de Newton (Óptica, 1704) y la de Goethe (Teoría de los colores, 1810). El resto de las teorías derivan de estas dos y se centran en la organización de los colores en el círculo cromático y en el problema de su percepción. Las actuales se dedican a estudiar la tridimensionalidad del color, que se aplica más que nada en el cine o informática, y en la compatibilización de los sistemas de reproducción entre sí.
El aporte de Goethe se da en el ámbito de la percepción
de los colores: los colores interactúan entre sí, nunca se
encuentran aislados. Y no sólo tienen que ver con lo físico-fisiológico sino
también con factores culturales y psicológicos.
La organización o sistematización de los
colores no es nada fácil y las propuestas de los estudiosos son muy variadas. Aquí
tenemos el propuesto
por J.
Itten, con 12 colores: en el centro están los “primarios” (rojo, amarillo, azul);
luego, las
mezclas de los primarios entre sí, llamados “secundarios”, y, en el anillo exterior, las diferentes gradaciones
entre ellos. Los colores vecinos entre sí se llaman “análogos”. En esta
representación faltarían los colores “terciarios” (mezcla de 2 complementarios)
y los “cuaternarios” (mezcla de 2 terciarios), además de los “valores” (que no
son colores, sino la gradación de luz/blanco-sombra/negro).
El
color en sí tiene
4 dimensiones: (Tomemos como ejemplo el color rojo)
1)
el tono: el color puro, lo que
hace que reconozcamos en ese color un rojo;
2) la intensidad o
saturación: si son vivos, brillantes
o pálidos (un burdeos es un rojo poco saturado);
3)
el valor: cuánto de luz u
oscuridad tiene (un rojo claro-un rojo oscuro);
4) la temperatura: se llaman colores fríos al azul-verde-violeta y cálidos al rojo-amarillo-naranja. Pero si este rojo se acerca a su vecino azul y adquiere un tono violáceo, decimos que es un “rojo frío”; si se acerca a su otro vecino, el amarillo, y tiende al naranja, decimos que es un “rojo cálido”, aunque de por sí ya lo es.
4) la temperatura: se llaman colores fríos al azul-verde-violeta y cálidos al rojo-amarillo-naranja. Pero si este rojo se acerca a su vecino azul y adquiere un tono violáceo, decimos que es un “rojo frío”; si se acerca a su otro vecino, el amarillo, y tiende al naranja, decimos que es un “rojo cálido”, aunque de por sí ya lo es.
En el próximo artículo sobre los colores
hablaremos sobre la dimensión psicológica-cultural de este fenómeno: ¿por qué
usamos el negro para las ceremonias o para los funerales? ¿Por qué el amarillo
es signo de mala suerte?
¿Y cuál es tu color favorito? ¡Cuéntamelo!
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