Luces y sombras

2do contraste:  Colores claros y oscuros 

 

Hoy seguimos con nuestra serie de cómo combinar colores, según los 7 contrastes de Itten. (Si te perdiste los artículos anteriores, te pongo los links debajo)

Itten, Ritmo de líneas, 1919

¿Vemos cuál es el segundo?






Este puesto le corresponde al claroscuro, es decir, a las relaciones de los colores según la luminosidad que tengan cada uno de ellos. Tomado de manera estricta, esto se aplicaría solamente a los valores (pincha aquí): al blanco, negro y gris.

Albers, Variante: Adobe, 1949

Kano Osanobu, Ardillas en
bambú y roca, sg. XIX

De hecho, el término chiaroscuro en sus inicios se refería a los grabados, a la contraposición del blanco del soporte y del negro de la tinta. Las aguadas chinas o japonesas se basan en este recurso.

Sin embargo, también existe el claroscuro referido a los colores. Podemos tomar un rojo y hacerlo interactuar con matices más oscuros o más claros de ese rojo. 

Rothko, Sin título, 1957

El ejemplo más notable es, sin duda, Rothko. El truco en este tipo de contraste es que los distintos tonos del color mantengan su luminosidad. No se trata de agrisar los colores o agregarle blanco o negro sin más. 

Con este ejemplo lo verás más claro: Albers, el otro profesor de la Bauhaus del que te hablé antes (pincha aquí), estudió el caso del amarillo.

Albers, Homenaje al cuadrado, 1964

Éste es de por sí el color más luminoso de todos: ¿cómo lograr el claroscuro con él? No es cosa fácil: si le agregas negro se convierte en verde oliva, o sea, otro color. A pesar de todos los intentos, el amarillo seguirá siendo el que contiene más luz. El violeta es el otro extremo, pero no ocurre lo mismo: lo podemos aclarar y oscurecer a nuestro antojo sin que deje de ser violeta.

Caravaggio, Flagelación de Cristo, 1607

A partir de finales del sg. XVI el uso de este contraste fue evolucionando hasta llegar a ser una característica propia del Barroco. 

La atmósfera de estos cuadros es sombría y las figuras emergen de la oscuridad. Los contornos se funden con el fondo. La luz es radical, potentísima, y así se logra el efecto de profundidad. Lo inició Caravaggio y lo siguieron tantos otros, Ribera, Rubens, Rembrandt, Goya, el Velázquez de Sevilla, Zurbarán, La Tour…

Velázquez, Los 3 músicos, 1617

Gris, Guitarra y copa, 1914

Podríamos agregar los collages cubistas de Picasso, Gris y Braque (mira este link). Su preocupación era romper las formas; acudieron a los “papiers collés” para dar sensación de realidad a las cosas que iban perdiendo el contorno y se volvían indiscernibles. No existen las formas sin colores: para no desviar la atención del problema que planteaban se limitaron a usar matices de un solo color.

Goya, Saturno devorando a
sus hijos, 1821

Puede que la aplicación del término “claroscuro” del Barroco te resulte confuso. Quizás en español deberíamos llamar a este contraste propuesto por Itten “claro-oscuro” o “luz-oscuridad”.

¿Y cómo lo aplicaríamos en nuestra vida diaria?

(Imagen: C.del Rosso)

Te propongo este look en distintos tonos de azul: traje azul, camisa celeste, corbata en otro tono de azul. 

(Imagen: C.del Rosso)

O suponte este otro: un abrigo rojo oscuro, pantalones burdeos y bolso y zapatos de un rojo vibrante. O cambiemos el color de los zapatos y el bolso por burdeos y el abrigo en rojo… Otra variante: rojo, burdeos, rosa.

(Imagen: new.fatare.com)

En la decoración de interiores suele dar sensación de quietud. ¿Cuántas veces hemos visto un salón de paredes beige con muebles de madera y tapizados y cojines en distintos tonos de marrón? 

(Imagen: mmalpacas.com)

¿Y una habitación con baldosas en damero blanco y negro con muebles negros y blancos? 

¿Y nuestra mesa? ¿Qué te parece? ¡Una combinación muy de moda en los restaurantes actuales!

¡Cuéntame tu opinión en los comentarios!

La Tour, Cristo en la carpintería, 1645

El 3er contraste tiene que ver con la temperatura de los colores. Lo veremos dentro de poco.

Te espero.

Los otros tipos de contrastes los encuentras en estos enlaces:
Convivencia inestable (Introducción)
Los colores son pura energía (1er contraste, colores puros)

Albers, J. La interacción del color. Madrid, Alianza, 1998

Itten, J. Kunst der Farbe. Leipzig, Seemann, 2000