1er contraste: Colores puros
Hace poco te conté algo sobre cómo interactúan entre sí los colores y los 7 contrastes de Itten. Te prometí explicártelos uno
a uno y aquí estoy. (Si te lo perdiste, pincha aquí.)
Itten, Formas y estructuras de color, 1953 |
Pero antes de contarte cómo se pelean los colores entre sí, habría que hablar de sus armonías, de
cómo se amigan de vez en cuando. Itten habla de contrastes y esto da la
impresión de energías que se contraponen. En parte es así (los colores son luz,
energía, después de todo), pero también es cierto que en esa pelea o
interacción se forman armonías, juegos armónicos, con los que se logran efectos
especiales
¿Y qué pasa si no usamos estos
contrastes?
Klein, Monocromía, Relieve con esponjas, 1960 |
En ese caso estamos frente a armonías monocromas. Los expertos en
este tipo de pintura han sido los expresionistas abstractos. (Hablamos de estos artistas aquí.) Ellos se
especializaron en la fuerza del color sobre grandes superficies.
Colores planos, sin profundidad.
El que mejor trabajó esto, sin duda, es Yves
Klein (pincha aquí): enormes cuadros con el azul que lleva su nombre, en el que sólo
varían las texturas, no el color.
Comedor de gala, Palacio Real, Madrid |
En la vida diaria las monocromías
nos pueden resultar un poco aburridas. ¿Una habitación toda en el mismo
tono de azul? Nos abrumaría su monotonía. ¿O toda en blanco? Parecería muy
aséptica. ¿Cuántos comedores de palacios son totalmente rojos? En cambio, ¿qué
pasaría en un dormitorio? Probablemente el rojo no te dejaría dormir, pero si
vives en un lugar oscuro y frío, te haría sentir acogido y con
recuerdos de otras latitudes más cálidas. Como verás, ¡esto del color es muy relativo!
(Me parece que no necesita presentaciones) |
¿Y vestirse entero del mismo marrón?
¿Y qué del “total black”? ¡Hay gustos para todo!
Mondrian, Cuadro nº 2, 1920 |
Itten pone en primer lugar el contraste
de color en sí mismo. Es decir: ¿qué pasa cuando juntamos colores puros?
El resultado es pura energía y
alegría. Hablamos de colores puros, sin agregado de blanco o negro ni de otro color. En pintura Mondrian,
Matisse, Miró, Marc o Kandinsky lo usaron conscientemente, pensando en el
efecto que querían provocar.
Matisse, Habitación en rojo, 1908 |
Hnos.Limburg, Las muy ricas horas del duque de Berry, Enero, 1411 |
También hay ejemplos en la Edad Media, pero aquí, aunque el efecto es el mismo, la razón es otra: se consideraba que mezclar un color era quitarle su pureza,
nada adecuado en el caso de las
miniaturas, vitrales o imágenes de carácter religioso.
¿Y cómo lo usaríamos?
(Imagen: woohome.com) |
(Imagen: C.del Rosso) |
Una comida al aire libre bien
puede ser servida con estos colores…
(Imagen: C.del Rosso) |
Y si te animas… también puedes
vestir un look como éste. Lo importante es que los 3 no tengan la misma
importancia. Haz destacar a uno o dos y agrégale el 3ro como una nota de color.
Seguro que llamarás la atención…
(Imagen: C. del Rosso) |
En todo caso, por su potencia,
este contraste se relaciona más con el verano, la vida al aire libre y el sol.
Pero no obsta para que en un día gris de invierno quieras llevar un poco de
color a tu ropa y a tu vida. ¿Qué tal un abrigo rojo, bolso amarillo y pantalones
azules?
(Imagen: C. del Rosso) |
¿O un traje azul y una corbata roja y amarilla?
El 2do tipo de contraste según
Itten es el del claroscuro. Ten un poco de paciencia que ya llegará…
Albers, J. La interacción del
color. Madrid, Alianza, 1998
Itten, J. Kunst der Farbe.
Leipzig, Seemann, 2000
Llewelyn-Bowen, L. Design rules.
London, Contender Books, 2003
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