Los que descubrieron América por 2da vez
Dalí, El descubrimiento de América por Colón, 1958 |
12 de octubre de 1492: mientras
Piero della Francesca moría en su pueblo, el Almirante Cristóbal Colón, mejor
dicho, un marinero que se hacía llamar Rodrigo de Triana, avistó las tierras
del Nuevo Mundo. En ese mismo día terminaba una era y comenzaba otra.
América estaba allí desde siempre
y se sabía que existía. La aventura de Colón confirmó finalmente que no se
acababa el mundo más allá del cabo de Finisterre, que había algo más y que se
podía llegar a las tan apreciadas Indias yendo hacia el oeste.
Miles de aventureros,
desesperados, esperanzados, ambiciosos, se embarcaron para explorar
territorios, asentar poblaciones y tomar posesión de las tierras en nombre de
los reyes. Y también, en busca de El Dorado.
Charton, Guayaquil, 1849 |
En el sg. XIX América fue descubierta de nuevo por científicos, aventureros, artistas… Oriente y África ya eran
demasiado conocidos y América era un verdadero imán. Había mucho que investigar
y documentar y la única manera de dejar constancia de lo que encontraban era con
dibujos y pinturas. En algunos casos los mismos exploradores eran los que
dibujaban o pintaban lo que veían; en otros, se contrataba a pintores
profesionales. En barco, a pie, en burro, recorrieron el continente de norte a
sur y de este a oeste, pasando todas las penurias y peligros que te puedas
imaginar, cargando acuarelas, blocs, pinceles, y los instrumentos científicos
de rigor.
Rugendas, La iglesia de Andacollo |
No me alcanzaría el espacio del
blog para mencionarte a todos. Te menciono sólo algunos.
El más importante, sin duda, por
su aporte a la ciencia, fue Alexander von Humboldt. Viajero incansable, rumbeó
a América con un pasaporte emitido por el rey español Carlos IV. Había tomado
clases de pintura en París, pero no era lo suyo. Lo acompañó el botánico Aimé
Bonpland, que por su profesión tenía más experiencia con el dibujo. La
expedición duró 5 años (1799-1804) y registraron todo lo que vieron: fauna,
flora, temperaturas, mareas, la geografía, los pueblos, etc., en Cuba, los
Andes y México. Humboldt bocetaba todo en su diario de viajes. Cuando
volvieron, entregó estos dibujos a artistas profesionales, quienes bajo su
dirección (tenía una memoria visual impresionante) armaron las 1500 láminas para
su obra de 30 tomos.
Humboldt, El Chimborazo visto desde el valle Tapia, 1810 |
Post, Plantaciones de azúcar en Brasil, 1659 |
No fue el primero. Post y Eckhout
fueron los artistas que acompañaron a la expedición que registró la flora de
Brasil, durante la ocupación holandesa (1634 y 1654). A José Celestino Mutis el
rey de España le encargó registrar la flora de Nueva Granada (1784). El
resultado fue una obra de 5300 láminas, un trabajo que duró 33 años. Los
dibujos originales fueron hechos por artesanos ecuatorianos, con pigmentos
fabricados por ellos.
Debret, Selva virgen, 1834 |
El rey Juan VI de Braganza
impulsó la Misión Debret (1816-1824) para revitalizar la corte del Imperio en
Río de Janeiro. Debret era un pintor francés, muy bien establecido en París,
pero aun así el Trópico pudo más. Fue el que abarcó más temas, pero no fue tan
productivo como otros y sólo se quedó en Brasil.
Gay, Paseo de La Cañada, 1854 |
Claudio Gay había viajado por
medio mundo y le faltaba América. Era botánico. Viajó a Chile y se quedó 12
años. El gobierno le encargó el registro de la flora y fauna del país. De sus
investigaciones quedaron 24 tomos, con láminas hechas por grabadores, a partir
de sus dibujos y acuarelas. Sus cuadros muestran el paisaje de antaño, visto
con ojos de un europeo fascinado por lo nuevo y lo distinto.
Bellermann, Atardecer en el Orinoco, 1843 |
Darwin se llevó al confín del
mundo a Earle (1831). Bellermann pintó a Venezuela en la expedición de Karl
Moritz (1842-6).
Monvoisin, Soldado de la guardia de Rosas, 1842 |
También hubo artistas que se
lanzaron a la aventura americana solos, con ganas de pintar nuevos paisajes y
costumbres distintas. Aventura y riesgo de verdad: Raymond Monvoisin se salvó
de un naufragio y tuvo que huir de Buenos Aires, por miedo a ser degollado por
los partidarios de Juan Manuel de Rosas. Y el barco de Ernest Charton lo
abandonó en las islas Galápagos, aunque su destino era California; vivió en
Ecuador, Perú, Chile y murió en Argentina.
Pissarro, Paisaje tropical, 1853 |
Fritz Melbye, pintor danés, se
fue al Caribe (1849). En St. Thomas conoció a un joven llamado Camille Pissarro
y salían juntos a pintar. Melbye lo convenció de que se dedicara a la pintura y
ya sabemos cómo terminó esto: Pissarro se mudó a Francia y se convirtió en el
patriarca de los impresionistas.
El que más trabajó en tierras
americanas y más distancias recorrió fue Mauricio Rugendas, protegido de
Humboldt. Era alemán, con ancestros catalanes. Con 19 años recaló en Brasil
como ilustrador en una expedición científica. Volvió a Europa, tomó contacto
con la Escuela de Barbizon, cuyos artistas habían comenzado a pintar al aire
libre. Pero la aventura americana pudo más: regresó y anduvo de norte a sur,
desde México hasta Chile y Argentina. En total fueron 14 años de viajes y
residió 10 en Chile. Dejó 5000 obras que van desde paisajes, tipos étnicos,
costumbres, etc. Lo veían pintando con su caballete en todas partes. Pasó
muchísimos peligros, como cuando quiso pintar el malón en Argentina. (1)
Rugendas, El malón, |
Como ves, fueron muchos los que,
a pesar del riesgo, se sintieron atraídos por América. Buscaban un Paraíso
terrenal, virgen, sin fábricas a carbón y carruajes por las calles. Se
sorprendieron ante la inmensidad de esas tierras, el poder destructivo y, a la vez, regenerador de la naturaleza, de la fertilidad de sus campos. Había un
interés científico (y comercial también) pero la curiosidad por lo exótico se
impuso. Muchas de las obras no son del todo fieles a la realidad: son paisajes
y personajes idealizados. Esos cuadros influyeron decididamente en la técnica
de la pintura del paisaje: si bien muchos quedaron en libros científicos y no
eran accesibles para cualquiera, la idea de cómo pintar un paisaje no volvió a
ser la misma.
(1) Los
malones son ataques de indígenas a poblaciones, con el fin de saquear y
secuestrar a mujeres y niños.
Charton, Bajada de Valparaíso, 1848 |
Fuentes: Ades, D. Art in Latin America.
London, The South Bank Centre, 1990
Castedo, L. A history of Latin
American Art and Architecture. New York, Praeger, 1969
Colón, C. Los cuatro viajes. Testamento. Madrid, Alianza, 2014
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