Itten, Composición en naranja, azul y verde, 1957 |
Hace tiempo, cuando comenzamos
esta aventura del blog, te conté qué es un color (ver link aquí) y luego, te paseé
por los significados simbólicos de los más importantes. Pero no te conté qué
pasa cuando juntamos varios colores.
Los colores, qué cosa más rara.
La ciencia nos dice que son luz reflejada (ver link), que las cosas no tienen
colores, que sus moléculas reflejan la luz del sol. Es una maravilla y un
misterio. Si cerramos los ojos, ¿los colores siguen ahí?
Marc, Caballos azules, 1911 |
¿Qué seríamos sin los colores?
Los damos por hecho. La naranja es naranja, las hojas de los árboles son
verdes. “¿Y por qué no una vaca azul?”, me dijo una vez mi hijo. Ya lo había
hecho Franz Marc con los caballos.
Los colores no están aislados,
conviven entre ellos, tal como nosotros convivimos en un mundo de colores. No
es una convivencia pacífica; se pelean, se amigan, se vuelven a pelear y se vuelven a reconciliar. Los
magos somos nosotros, los que hacemos que se encuentren o se separen. Lo cierto
es que, de manera consciente o no, los pintores de todas las épocas hemos usado
las armonías y los contrastes de los colores para componer nuestras obras. Esto
es lo que llamamos “interacción del color”.
Seurat, El Sena en la Grand Jatte, 1888 |
Ya los antiguos griegos (¡siempre
los griegos!) se dieron cuenta de este fenómeno. Las teorías se suceden desde
entonces y las hay para todos los gustos: Aristóteles, Leonardo, Descartes,
Goethe, Newton, Runge, Lambert, por darte algunos nombres significativos. No
quiero aburrirte con los aportes que han hecho estos personajes ilustres, sólo
quiero mencionarte a tres.
Uno, Michel Eugène Chevreul,
físico, químico, al servicio de los zares, director de la Fábrica Real de Gobelinos en París y miembro de la Royal Society de Londres. Con los gobelinos
tenía un grave problema: los colores perdían su fuerza al juntarse con otros. ¿Qué
estaba pasando? ¿Cómo solucionar esto? Se puso manos a la obra, investigó el
tema y escribió “Sobre la ley del contraste simultáneo de los colores” en 1839.
Los pintores que querían romper con la tradición, o sea, los impresionistas,
encontraron en este libro la fundamentación científica para lo que ellos ya
percibían con sus propios ojos. Van Gogh y Seurat basaron todas sus obras según
los principios de Chevreul (sobre Seurat, pincha aquí).
Los otros dos, artistas
pertenecientes a la escuela Bauhaus, Johannes Itten y Joseph Albers (alguna vez
te tendría que contar un poco más sobre esta escuela). Ambos se dedicaron al
fenómeno del color, entre otras tantas cosas, y, en especial a las relaciones
entre ellos.
No fueron muy innovadores, pues retomaron las teorías de
Chevreul, pero quizás el aporte más significativo es el valor didáctico de sus
escritos. Albers se dedicó a la experimentación en la interacción de los colores.
Itten sistematizó los contrastes
de los colores en 7 tipos (1961). ¿Hay más tipos de contrastes? Probablemente, el número 7 es simbólico, como los 7 colores del arco iris (sobre el arco iris, pincha aquí). Es
una manera de acercarse al fenómeno. Ha sido muy criticado porque su teoría
flaquea en muchos sentidos, pero, como te dije antes, vale por ser muy
didáctico. De hecho, se sigue enseñando en todas las academias de arte.
¿Qué es esto de los contrastes?
Cuando uno necesita componer con colores (sea un diseño de jardines, la ropa
que te vas a poner mañana, pintar un cuadro, la creación de una página web, decorar tu casa o de
qué color vas a pintar tu habitación), podemos usarlos de estas dos maneras:
Newman, Pintura amarilla, 1949 |
-en armonías, es decir, usando
colores del mismo tono, en monocromías, como hacían los expresionistas
abstractos, y
Van Gogh, Terraza de café de noche, 1888 |
-en contrastes, o sea, aquí
entran en juego todas las posibilidades de vecindad o enfrentamientos de los
colores en el círculo cromático, o variaciones de tamaño,
intensidad, etc., (te lo explico mejor aquí).
Itten, Horizontal-vertical, 1915 |
Lo que hace Itten es poner en
orden todo este tipo de relaciones. Iremos viendo cada uno de ellos en
artículos próximos. Ten un poco de paciencia…
Verás qué útil te va a resultar,
especialmente cuando no sepas ¡qué color de bufanda va mejor con tu abrigo!
Fuentes: Albers, J. La interacción del
color. Madrid, Alianza, 1998
Itten, J. Kunst der Farbe.
Leipzig, Seemann, 2000
Küppers, H. Farbenlehre. Köln,
DuMont, 2010
Aspectos subjetivos del color: Un color no es sólo un color
Si te interesa algún color en particular, pon su nombre en el buscador del blog.
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