(Imagen: C.del Rosso) |
No
tengo muchas ganas. Hace 37º afuera. Mira cómo será que no me da ganas de entrar
al Thyssen. La terracita con bebida fría quedará para después. Han venido
amigos de Venecia: Tiziano, Bellini, Tintoretto, Giorgione. Es un agravio no ir
a visitarlos.
(Imagen: C. del Rosso) |
Los
museos se esmeran muchísimo en ofrecer en temporada estival exposiciones
atractivas. El Thyssen nos brinda la suya con el “Renacimiento en Venecia”. Sin
embargo, ¡no hay cola! ¿Dónde están los turistas? ¿En la piscina o en la playa?
¿O es que se han ido todos al Reina a ver el Guernica? O quizás tuve mucha suerte…
Tiziano, La Virgen del conejito con Sta.Catalina, 1530 |
Venecia
se impuso siempre como otra cosa, artísticamente hablando, frente a los centros
culturales de Roma y Florencia. Era el punto de unión entre Oriente y Occidente,
centro comercial de especias, sedas, pigmentos. Se convirtió en el reino del
color y de la luz. Y no por nada: el agua de los canales refleja la luz de
manera maravillosa.
Tiziano, Magdalena penitente, 1565 |
Esto
se ve, sin duda, en esta exposición. Abundan los retratos. Tienen toda la
intención de mostrar el poder y riqueza de la Serenísima en sus personajes
ilustres.
Palma el Viejo, Retrato de la joven llamada La Bella, 1518 |
Llama la atención la delicadeza de las pinceladas en las diferentes
texturas de las armaduras, las pieles, el terciopelo… Los gestos de los
personajes los muestran en una calmada presencia que habita casi en la melancolía.
Tiziano, Magdalena, 1567 |
La
exposición tiene un apartado especial para las bellas damas de la ciudad. Las
hay de todo tipo, santas, cortesanas, nobles. Hay que pararse a ver las 3
versiones de la Sta. Magdalena de Tiziano: como en un juego de niños se pueden
buscar las semejanzas y las diferencias. El gesto será captado por El Greco una
y otra vez. (1)
Tiziano, Francisco María della Rovere, 1536 |
¡Tiziano!
Hay unos cuantos, todos se merecen una mirada detenida. Es el maestro veneciano
por excelencia. El retrato de della Rovere te atrae por su gesto y su armadura,
un prodigio de la Pintura. La “Virgen del conejito” es otra maravilla salida de
sus pinceles: fíjate en el color, en la actitud de los personajes y en el
conejito en cuestión (que no es el único: hay uno más. A ver si lo encuentras…)
Tintoretto,
siempre con esa pincelada vigorosa y cargada de color, rugosa en apariencia.
Veronés, El rapto de Europa, 1538 |
Veronés
llena el lienzo con figuras arremolinadas, alejándose de a poco de los cánones
renacentistas. "El rapto de Europa" es como una viñeta medieval, en la que
aparecen distintas etapas del mito en un mismo plano.
Veronés, Judith y Holofernes, 1580 |
En "Venus y Adonis" capta
el momento previo a la desgracia. Y su "Judith" es un contrapunto de claros y
oscuros, movimiento, color y crudo realismo.
Carpaccio, Joven caballero en un paisaje, 1510 |
“El
joven en un paisaje” de Carpaccio sorprende por la minuciosidad del detalle,
muy a la flamenca. Un cuadro pasado de moda para la época, con ecos medievales.
Está lleno de símbolos, alusiones al personaje retratado y flores representadas
con toda exactitud.
Tiziano, Crucifixión, 1555 |
Y
para finalizar, en la última sala, una Crucifixión imponente, la que hizo
Tiziano para el Escorial. Un Cristo solitario, con el rostro en penumbras.
¿Qué
cuadro de todos éstos guardaré en mi memoria? No sabría cuál elegir. Me gustó
muchísimo éste de Lorenzo Lotto: un joven de una mirada muy presente, que te increpa cuando lo observas, rodeado
de objetos cargados de significado: los pétalos de rosas sobre la mesa, los
distintos matices de negros en su vestimenta, los libros… ¿Es un poeta?
Ahora
sí, ¡a tomar algo fresquito en la cafetería! (Si no la conoces, te la
recomiendo: ¡es espectacular!)
(1) (Una pena: no conseguí imagen de la 3ra Magdalena; está en una
colección privada)
La
exposición “El Renacimiento en Venecia” está hasta el 24 de septiembre, Museo Thyssen
de Madrid. Puedes recorrerla online en:
Veronés, Venus y Adonis, 1580 |
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