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jueves, 9 de julio de 2020

Paseando por los jardines de Monet


De vacaciones 

Monet, El jardín del artista en Giverny, 1900


Ya comenzó el verano. Algunos se han ido de vacaciones; otros prefirieron quedarse en casa. Yo, como siempre, en casa. Viajamos mucho durante el año y en el verano me dedico exclusivamente a pintar: durante el año académico siempre hay otras cosas que atender, qué se le va a hacer.

Monet, El jardín del artista en Vétheuil, sg. XIX
¿Y tú? ¿Por dónde andas, con frío o calor?


Así que, entre el calor o el frío, y con todo lo que estamos pasando, no da muchas ganas de ponerse a leer (y a escribir) cosas muy densas. Se me ocurrió llevarte a pasear por jardines preciosos, jardines pintados por grandes artistas.


El primero, sin duda, Claude Monet. Alguna vez te conté de su afición por la horticultura (pincha aquí)Hizo de su jardín el laboratorio perfecto, la fuente de inspiración para sus cuadros. Es que si nos gusta pintar flores, nada mejor que cultivarlas, armar nuestro propio modelo en casa (si eres tan afortunado de tener un trocito de tierra, aunque un balcón también basta) y disfrutar de todo su ciclo natural. Sí, sí, claro, pero Monet construyó EL jardín, el jardín del Edén. Decía que era su “más bella obra de arte”: era su obsesión.

Monet, Flores en Vétheuil, 1881


Vivió en varios lugares y siempre tenía un jardín: Vétheuil, Argenteuil… pero en cuanto pudo comprarse una casa (1890), ya siendo pintor famoso, la eligió con un buen terreno para construir su propio paraíso: 1 hectárea en Giverny.  Más tarde, compró la parcela que estaba del otro lado de las vías del tren (1300 m²), para poder diseñar su estanque de nenúfares, e incluso pidió permiso para desviar un afluente del río Epte. Existen los documentos de peticiones, rechazos, quejas de los vecinos… Es que iba a contaminar las aguas con las especies foráneas que pensaba cultivar! (Por cierto, el agua donde se lavaba la ropa.) Era la época en que comenzaron a importarse semillas y bulbos de Oriente: dalias, nenúfares, crisantemos, gladiolos, magnolias, glicinas… Pero no, se salió con la suya y nos ha dejado esta maravilla.

Monet, El puente de los nenúfares, 1899


Pero la cosa no terminó aquí: el estanque le parecía pequeño. En 1901 logró convencer a su vecina, Mme. Rouzé, que le vendiera su parcela, unos 3700 m².


 
Monet, El jardín del artista en Giverny, 1895
Lo compartía con sus amigos, con las visitas, con los alumnos… En el paisajismo atendía a las estaciones del año, en relaciones de color, espacio, alturas… Es un jardín sin orden aparente: nada que ver con los ordenados jardines ingleses o los de los palacios barrocos, con senderos y arbustos bien podados. Lo mantenían 7 jardineros, pero con su supervisión bien directa. El puente japonés es el punto focal de 3 senderos. Era más pequeño en un comienzo, pero luego de una inundación en 1910, que arrasó con todo, lo reemplazó por uno más grande, que es el que se puede ver hoy en día. Allí pasaba horas contemplando el agua y sus reflejos; uno de los jardineros se encargaba especialmente de cuidar la limpieza de las aguas.

Monet, El jardín en flor, 1900


El jardín de Monet en Giverny es una explosión de flores, colores, aromas, mariposas, pájaros y reflejos en el agua.

Monet, Nenúfares, 1916


Da ganas de darse una vuelta por ahí, ¿no? Por mi parte, no creo que pueda ir a verlo alguna vez, así que me quedaré admirando sus cuadros...



Fuentes: Monet, C. Los años de Giverny. Madrid, Turner, 2010
Temkin, A.-Lawrence, N. Claude Monet, Water Lilies. New York, MoMA, 2017
Todd, P. The impressionists at Home. London, Thames & Hudson, 2005
Willsdon, C.A. In the Gardens of Impressionism. London, Thames & Hudson, 2004


Si quieres recorrer el jardín virtualmente te recomiendo estos enlaces:

Y, como todos los años, te presento el ranking de los posts más leídos del año (a los perdedores te los traigo la próxima):


5) La dieta del queso: cosas que le pasan a los pintores: esta vez, Paolo Uccello (parece que a muchos de mis lectores les gusta el queso!).





4) Cuadros para usar: cuando el arte llega al diseño textil (y se queda para siempre).









3) Un regalo muy especial: créase o no, Fernando VII hizo a los ingleses un regalo muy importante. 












En empate en el mismo puesto: Amanecer en el lago, junto a Corot.








2) Notas de Pintura 2: atrapamos una nube en nuestro ejercicio de pintura.








1) La bohemia de París: una carta de Toulouse-Lautrec llegó al 1er puesto de este ranking, quién lo hubiese dicho…

(Si quieres releerlos o te los has perdido, pincha en los títulos.)










2 comentarios :

  1. Me encanta Cristiana !!! Magnifico Post .Monet uno de mis preferidos y su obra es MAGESTUOSA .

    Gracias por este bello viaje

    Besos

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  2. Gracias, Susana! Monet es siempre fuente de inspiración! Prepárate, que tenemos jardines hasta fin de agosto! Besos.

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