Toulouse-Lautrec en Montmartre
Toulouse-Lautrec, Jane Avril, 1893 (litografía) |
Como te decía, era aristócrata: su padre era conde. Si hubiese sobrevivido a su padre, hubiese heredado su título, pero no fue así: murió con 37 años. Era casi hijo único: su hermano había muerto al año de nacer. Henri disfrutaba de los deportes de la nobleza: la caza, la equitación, la cetrería, como su padre. Y le encantaba pintar caballos, cuadros de caza…
Pero no estaba sano. En la pubertad se quejaba de que estaba siempre cansado. Hasta que un día tuvo un accidente con un caballo y se fracturó el fémur izquierdo. Al año y medio, el derecho. Su cuerpo no se desarrollaba de manera normal; lo pasaba mucho tiempo enfermo y los pinceles eran su única compañía. De adulto medía 1,52 cm, con torso normal, pero piernas cortas. Se dice que era debido a una enfermedad genética. Se tomaba a broma su condición física: nada de deprimirse o decaer por eso. El joven Henri, por su salud, no tenía demasiadas posibilidades de hacer una carrera acorde con su estatus social, así que nadie le puso trabas cuando dijo que quería ser pintor.
Toulouse- Lautrec, Ambassadeurs, Aristide Bruant, 1892 (litografía) |
Las cartas son muchísimas. Escribe rápido, con
mucha ironía y humor, mezclando de tanto en tanto palabras en inglés. En ellas
no habla sobre su idea del arte, técnica o los acontecimientos artísticos de su
época, para nada: a veces le comenta a su madre sobre su gripe; otras, le
agradece el pavo y el vino que le envió. También escribe a marchantes, colegas,
imprentas, amigos, pero en todas ellas sólo menciona asuntos a resolver y no
mucho más.
Toulouse-Lautrec, La condesa de Toulouse-Lautrec en el salón, 1887 |
En esta carta están planeando los meses de verano con una estadía
en Arcachon, en la playa. A Henri le hacía muy bien nadar.
Toulouse-Lautrec, En la sala de la Rue des Moulins, 1894 |
Toulouse-Lautrec, Divan Japonais, 1893 (litografía) |
En fin, Toulouse-Lautrec es el pintor de los
excluídos de esa sociedad. Se metió en la intimidad de esas mujeres y las
retrató así como las veía. Quizás porque ellas no lo discriminaban por su
apariencia. Quizás por romper con los valores familiares o por mostrar la
hipocresía de ciertos personajes burgueses. Sin embargo, el alcohol pudo más y
entró en una espiral de autodestrucción. Como te comentaba más arriba, murió
muy joven en el castillo familiar, junto a sus padres.
“(París, Primavera
1886)
Mi querida mamá,
Mi dolor de garganta ya se fue,
pero mi modelo quiere abandonarme. Ach, qué negocio tan sucio es el de la
Pintura. Si ella no responde a mi ultimátum, no me queda más que chapucear un
par de ilustraciones e ir hacia usted en agosto. En Arcachon me sumergiré en el
agua. Papá me ha dado algo de dinero, pero no sé si es para el alquiler y si
alcanza para vivir. Usted tendrá que ayudarme, en caso de duda, si gusta a su
Majestad. Como vamos a pasar un tiempo
bastante largo en el campo, lo podremos compensar. Quizás septiembre lo pase en París y vuelva
en octubre para visitar a mi abuela. Papá me ha hablado de nuevo sobre un
taller en el Arco de Triunfo, pero yo le he dicho claramente que no habría más
que un Salón. Quizás él lo tome y me
deje mi taller. Eso sería una nueva combinación y nos daría la perspectiva de
abrir un five o’clock tea. Piense sobre todo esto y sobre su muchacho, que
trabaja duro tanto como puede y que le da un beso con su barba de Auvergne.
Yours,
Henri
Papá cazará patos en Rivaude.
Fuentes: Toulouse-Lautrec, H. Die Briefe von Henri de Toulouse-Lautrec.
München, Metamorphosis V., 1992
Traducción: C.del Rosso
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