¡A bailar!
Este blog nació un 23 de abril de
2014. ¡Cumplimos 7 años! Parece mentira.
Al principio teníamos bastantes
dudas. ¿Funcionará? ¿Le gustará a la gente esto que escribo? ¿Con qué diseño lo
presentaremos? Teníamos muy poco tiempo para armarlo: yo me había retrasado con
los textos; en ese momento estaba en medio de la preparación de una exposición
muy importante. Pero no hay plazo que no llegue y lo largamos como pudimos. Hoy
vemos esos primeros artículos con nostalgia y mucho cariño. Tuvo muy buena
acogida desde el principio. Y gracias a ti, que nos sigues todas las semanas,
se ha consolidado luego de todos estos años.
Sorolla, Andalucía: El baile, 1915 |
Los cumpleaños hay que
festejarlos, ¿no es cierto? El año pasado te invité a deleitarte con postres.
No sabía cómo celebrarlo este año. Y pensé que, con lo mal que lo estamos
pasando todos, no vendría mal hacer una fiesta, salir a bailar…aunque sea de
manera virtual. ¿Te animas?
¡Que empiece el baile!!!
¿Te gusta bailar? ¡A mí me
encanta! ¿Por qué será que hay gente que se deja llevar por el ritmo y otras lo
detestan? ¿Será porque tienen miedo de hacer el ridículo?
Los seres humanos tenemos la
danza metida dentro de nosotros desde tiempos inmemoriales. ¡Basta con ver las
danzas rituales de los frescos de Pompeya!
Los dioses griegos también bailaban,
o al menos así se los imaginaron Poussin o Claudio de Lorena.
En la Historia de la Pintura
tenemos tantos ejemplos… Dentro de la pintura costumbrista (lo vimos aquí)
abundan las obras de fiestas de campesinos, pasándolo bien. Brueghel el Viejo
era un especialista en este tema. Se cuenta que él se disfrazaba de campesino,
aparecía como si nada por ahí, llevando algún regalo, como para no quedar mal, y
participaba del evento como uno más. Seguramente lo disfrutaba muchísimo; de
esas escapadas sacaba más de un motivo de inspiración para sus cuadros.
Como es de rigor en esta familia,
también tenemos este cuadro de Brueghel el Joven, el Velours (el hijo del que
te mencioné antes; para conocer la historia de estos artistas, pincha aquí). Su
padre había pintado la boda de los campesinos; él, la fiesta posterior (te lo
mostré por aquí).
Rubens no podía ser menos y
también pintó este motivo. Fíjate en el remolino de brazos entrelazados, una
verdadera cadena humana en forma de espiral. Rubens, un maestro en provocar la ilusión
de movimiento!
Picasso, Baile aldeano, 1921 |
Teniers (otro de la familia Brueghel), Steen, Watteau y tantos otros aprovecharon el motivo del campesino disfrutando de la vida, como si éstos encarnaran la idea de la felicidad en la naturaleza. También Picasso retomó este tema, utilizando la técnica del pastel.
Y Goya tampoco se lo podía
perder… A ver: Goya pintó al campesino, pero también el baile galante. Mira a
estas parejas, bailando junto al río Manzanares (cuando todavía eso era campo…)
Ah, pero no me he olvidado de
Watteau: nos trae figuras diminutas en medio de paisajes idealizados (lo vimos
por aquí). Las famosas “fiestas galantes”, donde los protagonistas viven en un
mundo ilusorio, ajenos a la realidad (catastrófica, por otra parte) que los
rodeaba.
Watteau, Fiesta en un parque, 1712 |
¿Y las fiestas de máscaras?
Longhi, El profesor de baile, 1741 |
Y si hay baile, hay profesores para las debutantes. La fiesta en Venecia era cosa seria…
Renoir, Baile en Bougival, 1882 |
Estos dos cuadros de Renoir los he tenido siempre en mi colección de preferidos. Representa como nadie estas 2 maneras de ver la danza. Para la danza en el campo posaron Suzanne Valadon (que luego fue pintora) y su amigo, Paul Lhote, artista como él.
Renoir, Baile en la ciudad, 1882 |
¿Y qué me dices de esta pareja, en la ciudad, en un baile de salón? ¡Qué elegancia!
Tissot, El baile, sg. XIX |
Pero, espera, mira éste de Tissot: podríamos titularlo “Ver y dejarse ver”.
Y no nos podemos olvidar del
Moulin de la Galette y Toulouse-Lautrec… (puedes ver algo aquí y aquí).
¿No tenemos algo más reciente?
Espérate. Mira este cuadro tan famoso, por cierto, de Matisse. Formas simples,
colores planos y vibrantes. Las figuras, con las manos entrelazadas, girando
sin fin… ¿No te hace recordar al Rubens de más arriba?
En la pintura actual las figuras
danzantes desaparecieron con la abstracción. Pero no por eso los pintores hemos
dejado de pintar el baile! Mondrian, sí, ése de los rectángulos y rayas negras,
al llegar a Nueva York, se puso a pintar los nuevos ritmos, el jazz, el
boogie-woogie y le salió esto. ¡Los pintores nunca dejamos de experimentar!
Palazuelo, La danza I, 1994 |
Palazuelo es un artista que investigó durante mucho tiempo la relación entre la música y la pintura. En su obra tiene muchísimos ejemplos que bien valdrían como una partitura.
No puse ningún ejemplo de las
bailarinas de Degas con sus tutús… pero ¡mira esta escuela de danza tan
particular! ¿No le falta ritmo, verdad?
Gracias por leer este blog
durante tantos años.
Y ya que no podemos irnos de
fiesta todos juntos, espero que al menos hayas disfrutado de todos estos
bailes, tan diferentes, tan lejanos y tan cercanos.
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