Leonardo, El hombre de Vitruvio, 1492 |
El Tratado de la Pintura
En casa de mis padres había un libro viejo y amarillento llamado “El Tratado de la Pintura”, de Leonardo da Vinci. Por ese entonces yo no tenía ni idea de quién era, era muy chica y apenas si sabía leer. También guardábamos una reproducción de “La dama del armiño”. En mi familia, como buenos italianos, se aprecian mucho estas cosas. Había un tal Leonardo presente en varios rincones.
Con el tiempo, bueno, sí, supe quién era Leonardo y el “Tratado de la
Pintura” seguía (sigue) ahí.
Leonardo, La dama del armiño, 1483 |
¿Y qué es un tratado de Pintura? Por el nombre puedes adivinar que es algo
así como un manual sobre cómo pintar, ¿no? Así es, pero no del todo.
Leonardo, Estudios de anatomía, laringe y piernas |
Leonardo, Autorretrato, 1512 |
Sin embargo, no son libros propiamente dichos. Lo que quedó de él son sus notas, con sus dibujos explicativos, o sea, hojas sueltas, sin un orden lógico. Aparentemente, estaban destinadas a ser publicadas en libro, pero él nunca llegó a hacerlo. Y por supuesto, con su escritura espejo: de derecha e izquierda, invertida, que sólo puedes leerla con un espejo. ¿Por qué lo hacía? Era zurdo, le era más fácil así, aunque también se dice que era para ocultar el contenido y que no le robasen las ideas (o que no lo condenaran por sacrílego, dadas sus investigaciones anatómicas con cadáveres).
Sus notas sobre Pintura datan de su estadía en Milán (1482-1499), cuando
trabajaba para Ludovico Sforza. Se lo conoce como Codex Urbinas, pues
uno de sus últimos dueños fue el duque de Urbino, Francesco dalla Rovere, en el
sg. XVII, hasta pasar a la Biblioteca Vaticana en 1626, donde hoy se encuentra.
Leonardo murió en Francia, en 1519, a los 67 años, en el castillo de
Amboise, y, según cuenta la leyenda, en brazos del rey Francisco I, quien lo
protegió durante sus últimos años de vida. Vasari cuenta que estaba muy
enfermo, no se sabe muy bien de qué, aunque los estudiosos creen que había
tenido un accidente cerebral que le dejó como secuela la parálisis de su mano
derecha.
Boltraffio, Francesco Melzi,s.f. |
Su fiel alumno y asistente, Francesco Melzi, lo acompañó hasta sus últimos momentos. Leonardo lo nombró su heredero y Melzi tuvo que encargarse de poner en orden sus papeles y ocuparse de las obras que estaban en el taller (que fueron compradas rápidamente por Francisco I y es por eso que la Mona Lisa pertenece a Francia). También le legó varios cuadros a su otro alumno, Salai.
Melzi hizo lo que pudo. Trató de darle coherencia a todas esas notas, de
organizarlas de alguna manera. Volvió a Italia, se casó, tuvo 8 hijos y uno de
ellos, Orazio, fue el que recibió como herencia todos los manuscritos de
Leonardo. Sin embargo, los papeles se dispersaron, fueron separados en varias
partes, por descuido, por tratar de hacer dinero con ellos, por terminar siendo
botín de guerra… (Napoleón se llevó unos cuantos a Francia) Es así como hoy se
encuentran en distintas manos: en Francia, en el Vaticano, en Italia, en
España, en Inglaterra y en manos privadas (como el Códice Leicester, que es
propiedad de Bill Gates).
Leonardo, La belle ferronnière, 1495 |
Por eso, hablar de un libro, en este caso, no es muy acertado. Además, la ordenación de las notas varía según la edición; cada uno trata de poner orden en el caos que dejó Melzi y compañía. Y ediciones del Tratado hubo muchísimas. Las copias circulaban por todos lados.: la influencia de Leonardo crecía más y más. Vasari tuvo oportunidad de tener el manuscrito en sus manos: Melzi había acudido a él para que lo ayude en la publicación.
El texto, en general (porque, como te dije, cada edición tiene un criterio
diferente), está dividido en dos partes: la primera, de consideraciones
teóricas, y la segunda se dedica a la parte práctica.
En la primera parte, Leonardo establece su posición acerca de la
importancia de la Pintura frente a otras disciplinas artísticas, tales como la
poesía, la música o la escultura. (Te lo conté por aquí.) Para él está por encima de todas y se la
puede elevar al rango de ciencia, pues, p.ej., acude a la geometría y a las
matemáticas para representar la tridimensionalidad a través de la perspectiva
lineal. Un pintor, en esa época y durante mucho tiempo después, era considerado
un artesano, como los zapateros, los albañiles, los panaderos… Por eso es que
Leonardo hace su defensa de la Pintura, para reivindicar la labor de los
artistas. Y sabe muy bien que se le van a tirar encima unos cuantos. ¿Por qué
el pintor es un artesano y el poeta o el músico no?
Y como la ciencia se basa en la observación de la Naturaleza, así también
podría considerarse a la Pintura como una ciencia. Además, no te pones a pintar
de manera mecánica, requiere de comprensión y análisis. El pintor puede pintar
lo que quiera, copiando a la naturaleza o a partir de su propia imaginación. Yo
me pregunto qué diría sobre la pintura abstracta, sin formas: seguramente la
apoyaría.
Leonardo, Mapa de Toscana y Valdichiana, 1510 |
En la parte práctica, nos habla sobre cómo pintar el paisaje o los pliegues
de la ropa, aunque lo que más le interesa es la perspectiva, el problema de las
proporciones de la figura humana o la expresión de las emociones en el rostro.
Bueno, al menos, en el texto que nos ha llegado, pues se han perdido varias
hojas…
Leonardo, Paisaje pisano, 1502 |
La influencia del “Tratado” en el arte fue enorme. Aún hoy sus consejos
sobre cómo pintar siguen siendo actuales. P.ej., la “perspectiva aérea” (lo
vimos por aquí): cuando paseas por el campo y a lo lejos ves unas montañas,
¿cómo sabes que están lejos? Pues, como dice Leonardo, porque las vemos
azuladas, borrosas, grisáceas. A eso él lo llamó “perspectiva aérea”, o sea,
que en los cuadros podemos marcar la profundidad, la distancia, sólo con
agrisar los objetos que están más lejos.
Leonardo, Madonna del clavel, 1470 |
Otro: cómo lograr que las figuras parezcan que tengan relieve. Él nos
indica ponerle un foco de luz, modelar las sombras, poner la figura en un
entorno oscuro y remarcar los relieves con blanco… Aquí está el germen del
claroscuro de Caravaggio (y probablemente tenga el mismo origen: la cámara
oscura, que lo vimos por aquí). O que las sombras tienen color (como ves, esto
que propiciaban los impresionistas ya lo había visto Leonardo, en fin, lo vio
todo).
Leonardo, San Juan Bautista, 1513 |
También había observado que los colores interactúan entre sí y que el
blanco y negro no son colores. Perdón, Prof. Itten o Prof. Albers, Leonardo se
les adelantó. (Te lo expliqué por aquí.)
Bueno, por supuesto, todas las indicaciones posibles que tengan que ver con
las proporciones de la figura humana (¡el famoso “Hombre de Vitruvio”), de
acuerdo con las edades correspondientes; con su movimiento y sus emociones…
Y nos deja estos consejos para los artistas venideros: observen siempre la Naturaleza;
no copien de otros artistas y busquen siempre a la Belleza.
¿Conocías esta faceta de Leonardo y todos los líos que se produjeron con
sus escritos?
Para escribir este artículo estuve usando:
Da Vinci, Tratado de la Pintura. Madrid, Espasa, 2005
Si quieres saber más sobre Leonardo, te recomiendo:
Brion, M. Leonardo da Vinci. Barcelona, Vergara, 2002
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