Monet, Impresión: amanecer, 1873 |
La 1ra exposición impresionista
Este año se cumple el 150º aniversario de
la primera exposición impresionista. No parece que sean tan antiguos. ¿O sí?
¿Cuántas veces hablamos por aquí de
este grupo de jóvenes arriesgados e inconformistas? Ya perdí la cuenta. No te
puedo negar que mis preferencias se inclinan para este lado, ¿no? Ante
semejante efeméride, realmente, no lo puedo dejar pasar…
¿Cómo fue esa exposición? ¿Quiénes
participaron? Te cuento.
El asunto había empezado mucho
antes, con las salidas a pintar al aire libre, con los artistas de la Escuela
de Barbizon, con las clases de Gleyre… Todo esto te lo conté por aquí.
Sisley, Los castaños, 1867 |
Uno de los detonantes fue el Salón
Oficial de 1863. Para ser considerado artista profesional había que postular al
Salón. Sólo era aceptada la pintura tradicional, nada de innovaciones. Un
cuadro debía tener muy buen acabado, con sus detalles, un tema digno y estar
perfectamente compuesto. El referente principal del Academicismo era
Bouguereau, que pronto se convirtió en el enemigo nº 1 de esta pintura
inacabada, tan moderna. En esa oportunidad fueron rechazadas 3000 obras: fue
tal el escándalo que el emperador Napoleón III accedió a realizar un Salón
paralelo que se llamó “El Salón de los Rechazados”. Fue el primero de cuatro
que se organizaron. Detalle importante: entre los “rechazados” se encontraba
“El almuerzo sobre la hierba” de Manet.
Manet, Almuerzo sobre la hierba, 1863 |
Manet se convirtió rápidamente en el
faro hacia donde navegar en Pintura. Él nunca se consideró impresionista (nunca
expuso con ellos): quería reventar el sistema desde dentro, postulando cada año
en el Salón Oficial. Y él marcó el camino. Ofuscado por este rechazo, en 1867
armó una exposición independiente (algo inusitado), costeada por él mismo (no
le faltaba la plata) y simultánea a la Exposición Universal. (Por estos
tiempos, ya había cosechado otro escándalo con su “Olympia”.)
Manet, Olimpia, 1863 |
No había sido el primero: Courbet,
en 1855, también había desafiado al Salón armando su propia exposición.
(Hablamos sobre él por aquí.)
Manet y sus colegas se reunían a discutir sobre arte (cervezas de por medio) en el Café Guerbois, que quedaba en el barrio de Batignolles, donde vivía el tan admirado artista. Monet, Bazille, Renoir, Cézanne, Pissarro, Degas, Sisley, todos ellos participaban e iban tomando conciencia de grupo.
Boldini, Conversación en el café, 1879 |
Morisot, La cuna, 1872 |
Otro lugar de encuentro eran las cenas-tertulias privadas que ofrecían las familias: p.ej. Mme. Morisot, la madre de Berthe, los congregaba los jueves y los Manet, los martes. Para los artistas invitados que no tenían qué comer era una manera de cambiar la dieta de las legumbres, al menos, un día a la semana. Para las mujeres de la alta sociedad, como las Morisot, era la oportunidad de enterarse de lo que pasaba, de las discusiones del momento, y parece ser que Mme. Morisot tenía un talento especial para elegir a sus comensales.
Manet, La barricada, 1871 litografía |
Ante el constante rechazo de los jurados y el hartazgo que tenían estos jóvenes acerca de la pintura oficial, encontraron que la única posibilidad de lograr algo (y poder sacar algo de dinero para comer o la calefacción) era largarse solos, armar una exposición a la manera de Manet y en grupo, para compartir gastos. Parece ser que la propuesta vino de Bazille y de Monet. Pero, entretanto, estalló la guerra en 1870: Manet, Degas, Renoir y Bazille fueron llamados al frente. Bazille murió en batalla: se fue un gran amigo. Monet y Pissarro huyeron a Londres, donde conocieron la obra de Turner y Constable, y, lo mejor de todo, al galerista Durand-Ruel. El año 1871 también fue un año convulsionado: la revuelta de la Comuna en París. Hubo que postergar el proyecto de la exposición del grupo. Y Bazille ya no estaba.
Finalmente, el proyecto tomó cuerpo
en 1873. Pissarro propone que el grupo se constituya como una sociedad anónima,
con personería jurídica y estatuto. Le pusieron el nombre de “Sociedad de
pintores, escultores y grabadores”, fundada con fecha 27 de diciembre de 1873.
Atelier Nadar, en la actualidad |
Consiguieron el estudio del fotógrafo Nadar en 35 Boulevard des Capucines, aparentemente por intermediación de Manet o de Degas. Éste insistía que el grupo se tenía que llamar según el nombre de la calle y que debían usar una flor capuchina como logo (aunque el nombre de la calle no tiene que ver con la flor, sino con la orden religiosa). La idea no prosperó. Nadar se había mudado a otro taller y éste había quedado vacío. Era un 2do piso, enorme, con muchos ventanales: ideal para una exposición.
Cartel de la 1ra exposición |
La fecha: 15 de abril de 1874 (hace 150 años) y duraría exactamente un mes. Se presentaron 30 artistas y en total mostraron 165 obras. ¿Quiénes participaron? Algunos ya los conoces: Degas, Monet, Morisot (la única mujer), Félix Bracquemond, Sisley, Renoir, Cézanne, Boudin, Guillaumin, de Nittis, Pissarro, Rouart. ¿Y el resto? Artistas menores, no vinculados al Impresionismo o al grupo inicial, relacionados especialmente con la Escuela de Barbizon. Degas insistió en que pudieran participar. Se le iba la vida en esto, pues necesitaba vender: había tenido que salir al rescate de la empresa de algodón que la familia tenía en USA (lo vimos por aquí). Monet no estaba de acuerdo: no representaban la nueva manera de pintar. Pero aceptó a regañadientes, pensando en que la presencia de estos artistas ayudaría a que se sacaran de encima la imagen de que éste era un nuevo “Salón de Rechazados”, además del hecho de que un número mayor de artistas ayudaría a solventar los gastos. Las diferencias de opiniones entre Degas y Monet/Renoir marcarán la historia del grupo. Te pongo los nombres del resto de artistas que participaron, muchos de ellos desconocidos para nosotros: Astruc, Attendu, Béliard, Latouche, Debras, Lepic, Brandon, Bureau, Cals, Colin, Lépine, Meyer, Levert, Robert, los dos Ottin, Mulot, Molins.
Renoir, El palco, 1874 |
Publicaron un catálogo, que
vendieron a 0.50 centavos. La entrada costaba 1 franco. En un mes la visitaron
3500 personas: muchísima gente, aunque no tanta como en el Salón (400000
personas). Sin embargo, entre el alquiler del local y gastos añadidos y ninguna
venta, tenían una deuda de 3780 francos y sólo les habían quedado 278 fr. Para
pagar la deuda cada uno debía aportar unos 200 francos. Tuvieron que disolver
la sociedad ese mismo año. Monet, más tarde, pudo vender 4 cuadros a 4300
francos a Hoschédé.
Manet, Retrato de Ernest Hoschédé y su hija, s.f. |
La exposición fue un verdadero
escándalo. La gente iba a verla para reírse y burlarse de ellos. ¿Cómo puede
ser que presenten en una exposición esos cuadros sin terminar, tan desprolijos?
El público no estaba preparado para semejante revolución artística.
Hubo críticas en la prensa de todo
tipo. Algunos periodistas, aunque sin entender demasiado, los apoyaron. Pero la
mayoría de los medios la reseñaron de manera negativa y furibunda. ¿Cómo osaban
desafiar al Salón Oficial, a la Academia? El más paradigmático fue el artículo
de Lois Leroy en Le Charivari, que era un periódico satírico, el 25 de
abril de ese año.
Caricatura sobre la 1ra exposición impresionista. en Le Charivari, 1874 |
Leroy escribe su nota como el
diálogo ficticio entre dos visitantes a la muestra. Uno de ellos, finalmente,
se vuelve loco. La palabra que se repite en toda la conversación es
“Impresión”, que es parte del título de este cuadro de Monet.
Lo pintó en el puerto de El Havre,
desde la habitación del hotel, a las 7.35 de un mes de noviembre. No hay dibujo
ni construcción pormenorizada; no hay detalle en las figuras… Es sólo eso: una
impresión, una nota de pintura, un boceto. Lo novedoso era que eso se
considerara un cuadro terminado. A partir de esta obra de Monet y la
descripción de la visita a la muestra por Leroy, el grupo pasó a ser llamado
“los impresionistas”, de manera despectiva y burlona, por todos los medios de
difusión. Las caricaturas del grupo circulaban por todas partes. Pasaron de ser
unos jóvenes desconocidos, del montón, a estar en boca de todos.
Y así comenzó la historia del
Impresionismo como movimiento artístico. Expusieron juntos 8 veces; la última
expo, en 1886. A estas alturas eran ya famosos y vendían muy bien; la división
en el grupo, ocasionada por las imposiciones de Degas, era cada vez mayor. No
tenía sentido seguir.
Pissarro, Los castaños en Osny, 1874 |
Un 15 de abril, hace 150 años, estos
jóvenes revolucionaron la Historia de la Pintura. Desde ese momento, nada
volvió a ser lo mismo.
Si te interesa profundizar más sobre
el tema:
Fuentes: Argan, G.C. Die Kunst des 20. Jahrhunderts 1880-1940. Berlin, Propyläen V.,
1990
Brettel,
R.R. Modern Art 1851-1929. Oxford,
Oxford University Press, 1999
Honour,
H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich,
1983
Walther, I.F. Impressionismus. Köln,
Benedikt Taschen, 1996
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