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jueves, 3 de septiembre de 2015

Una ventana abierta en la pared

Picasso, Marie Thérèse acodada, 1939
“¿Qué es realmente la perspectiva?” Esto me preguntaron unos alumnos y pensé que quizás fuera útil para todos escribir un artículo sobre el tema. Por eso, vamos a dejar por un tiempito nuestra sección sobre los colores.

Nos han enseñado que la perspectiva es un efecto visual que consiste en que las líneas paralelas se juntan en el horizonte y que éste está a la altura de nuestros ojos. Esto es cierto, pero no del todo. Hay muchas clases de perspectiva; no siempre se usó la “perspectiva lineal”, como la llamamos hoy, ni tampoco es tan “lineal”, pues nuestra visión es esférica y los bordes externos en realidad los vemos curvos.



Piero della Francesca, Flagelación de Cristo, 1470

Perspectiva” significa “mirar a través”. Los renacentistas también la llamaban “prospectiva”, “mirar hacia adelante”. Alberti decía que el cuadro debía ser como una ventana abierta en la pared. Es una herramienta para poder representar la profundidad, lo tridimensional, en un plano, que es bidimensional. Sea como fuere, en ambos términos está implícita una concepción del espacio y del límite, que no ha sido siempre la misma en la Historia del Arte.



Cueva de Niaux, Pinturas negras, 13000 a.C.
Hiroshige, Luna vista
en el río, 1856
La representación de la profundidad se puede lograr a través de superposiciones o contraste de tamaño. A esto acudían nuestros antepasados prehistóricos, los egipcios, los artistas orientales… 









Los primeros avances los hicieron los antiguos filósofos griegos, en el campo de la óptica. Ellos sabían ya que nuestra visión es esférica y que eso de que las líneas paralelas se cortan en el horizonte es una simplificación del fenómeno. De todas maneras, en lo poco que nos queda de la pintura griega, sabemos que pintaban la profundidad sólo intuitivamente. Tanto para griegos como para romanos, esto era de suma importancia para la escenografía en el teatro. Tenemos ejemplos en los frescos de Pompeya y Herculano, que nos dan alguna idea de cómo se las ingeniaban para dar ilusión de realidad.

Casa de Augusto, Roma, sg. I-IV d.C

Rubliov, Santísima Trinidad,
1411
Cimabue, Madonna
en el trono, 1272
En la Edad Media estos conocimientos se esfuman con las invasiones bárbaras y los artistas se las arreglarán como pueden… En los iconos aparece la “perspectiva invertida”, que es aquella en la que el punto de fuga está en el espectador, no en el horizonte, o la “de significación”, es decir, que el tamaño de la figura tendrá que ver con su importancia en relación con el resto de los otros personajes. 






Villard de Honnecourt,
Bosquejo para torre, sg.XIII
Sin embargo, los arquitectos intentan usar una perspectiva lineal para dibujar sus planos, p.ej., Villard de Honnecourt. Giotto es el primero que la usa en sus obras: el avance es tal que se considera que con él comienza en realidad el arte moderno occidental. Es otro arquitecto renacentista, Brunelleschi, el que le dará mayor impulso: se lo considera el “inventor de la perspectiva”.









Leonardo, Madonna del clavel,
1470
Leonardo investiga el tema y aporta la “perspectiva aérea” o “de color”: el color de los objetos más lejanos se vuelve frío, se agrisa, y se difuminan los contornos. Todos estaban obsesionados con esto, hay cientos de tratados sobre el tema en esa época. Vasari cuenta que la esposa de Uccello le dijo que dejara sus ejercicios y se acostara y él le respondió: “¡Qué dulce es la perspectiva!”. Durero viaja a Italia para aprender las nuevas técnicas y gracias a sus escritos se difunden estos conocimientos en el resto de Europa. A los artistas barrocos de los Países Bajos les fascinan los suelos de baldosas: con ellos pueden experimentar a sus anchas….





da Cortona, La Divina
Providencia, 1633
Podemos citar las invenciones manieristas, que producen la ilusión de cielo en las bóvedas… Los románticos renuncian a ella, porque consideran que semejante invento geométrico restringe la sensibilidad; los impresionistas no la descartan, pero prefieren sugerir la profundidad por superposición, a imitación de las estampas japonesas.

Sin embargo, no habrá ninguna innovación hasta el sg. XX. Los cubistas experimentan con la “multiperspectiva”, aquella que tiene diferentes puntos de vista y que incluye la sucesión temporal, un proceso, en el cuadro. Los surrealistas usan la perspectiva tradicional, pero de manera ilógica para plasmar sus sueños. Y todo el arte abstracto renuncia a la profundidad: sólo importa lo plano.



Ya no nos importa ver a través de una ventana abierta en la pared. 

de Hooch, La despensa, 1658


Fuentes: Gombrich, E.H. Arte e ilusión. London, Phaidon, 2008;
Nerdinger, W. Elemente künstlerischer Gestaltung. München, Martin Lurz V., 1986;
Panofsky, E. La perspectiva como forma simbólica. Barcelona, Tusquets, 2010;
notas personales

2 comentarios :

  1. Ya verás los artículos que preparé para más adelante... El tema, como tú dices, es súper interesante...

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