Cristina del Rosso: El secreto de Velázquez

Velázquez, Vieja friendo huevos, 1618

Un genio de la Historia de la Pintura, un maestro del Barroco… ¿Cuántos libros, ensayos, papers hay sobre Velázquez? ¡Incontables! Sin embargo, el artista sigue jugando a las escondidas con nosotros. Sabemos mucho de su vida y, a la vez, sabemos muy poco.

Velázquez, Autorretrato, 1643

Velázquez viaja a Italia dos veces, por encargo del rey Felipe IV. La misión: comprar obras para la colección real. ¿Quizás también alguna misión secreta, de espionaje? No lo sabemos, aunque sí podemos suponer que había también otro motivo: conocer de cerca a los grandes maestros. Era la manera de graduarse en Pintura. Un “Grand Tour” precursor, antes de tiempo (te lo conté por aquí). No cabe duda de que el encuentro con Rubens en la Corte, quien estaba por allí en misión diplomática (te lo conté por aquí), fue también determinante: el gran maestro holandés, famosísimo, admirado por todos, le sugiere al joven artista, tan prometedor, que complete su formación en Italia.

Viaja a Italia por primera vez en 1629 y se queda allí 2 años. Hacía 11 años que estaba casado con Juana, la hija de su maestro, Francisco Pacheco, y tenía una hija, Francisca, de 10 años. (Tuvo otra hija, que murió tempranamente.) Tenía 30 años y hacía 7 que era pintor del rey.

Velázquez, La rendición de Breda, 1634

Parte desde Barcelona en barco hacia Génova. En el mismo barco viaja también Ambrosio Spinola, el general que aparece en La Rendición de Breda (1634). Es recibido con honores, como enviado del rey. Éste le adelantó los 2 años de salario y el duque de Olivares le dio una paga más.

Velázquez, Vista del jardín de la Va.
Medici en Roma o La tarde, 1649?

Estuvo en Milán, en Ferrara, puede ser que en Parma también; se detuvo bastante tiempo en Venecia (donde aprendió muchísimo sobre color y admiró a Tiziano, Tintoretto y el Veronés), en Roma y Nápoles. En Roma conoció a Bernini, a da Cortona, a Domenichino y a Sacchi, a Claudio de Lorena y a Poussin. Alojó en el Vaticano; le dieron permiso especial para que visitara la Capilla Sixtina y las Stanze de Rafael todas las veces que quisiera. Dicen que hizo copias a lápiz de todas esas obras, aunque no han llegado hasta nosotros. Para capear el insoportable calor del verano romano (eso no ha cambiado en todos estos siglos), se alojó en la Villa Medici (donde pintó los paisajes que te expliqué por aquí). Allí estuvo enfermo un tiempo, no se sabe qué fue lo que hizo en ese período. En Nápoles se encuentra con Ribera.

Durante esta primera estadía romana pinta varios cuadros: el retrato de la Infanta María de Hungría, La fragua de Vulcano, La túnica de José y los 2 pequeños paisajes que te mencioné antes. Con ellos regresa a España.

Velázquez, La fragua de Vulcano, 1630

Velázquez, Juan de Pareja, 1649

Su 2do viaje comienza en 1648 y regresa en 1651. La misión era la misma: comprar obras para la Colección Real, conseguir vaciados de ciertas esculturas y contratar a algún pintor de frescos para Madrid. Envía a España unas 450 cajas con obras, entre ellas, obras de Tiziano, Veronés y Tintoretto; en los años siguientes manda estatuas de bronce, vaciados y otras 250 cajas. Hace gestiones con el Papa Inocencio X (y pinta su retrato), va a Venecia varias veces; estuvo en Génova, en Módena, Boloña, Florencia y Nápoles. El rey se encargaba de que no le faltara dinero para estas compras. Y siempre acompañado por su esclavo, Juan de Pareja (a quien libera en 1650, pero éste se queda con él hasta 1654).

Velázquez, Felipe IV,
1631

Y es entonces cuando sucede algo muy extraño: en 1649 el rey le pide que regrese y Velázquez se niega, retrasa su vuelta con un montón de excusas. Que le faltaba encontrar tal cosa, que no conseguía pintores al fresco que quisieran ir a trabajar a España (que era cierto, por otra parte). El rey le reclamaba el regreso una y otra vez y él, nada. Ordena que le pongan un barco y que vuelva inmediatamente; no obedece: se va a Venecia. El rey se enfurece y Velázquez se va a Módena en lugar de partir hacia Madrid. ¿Desde cuándo un pintor del rey llega a tal atrevimiento? El rey lo intentó a través de embajadores y personajes destacados con influencia sobre el pintor, pero no hubo caso. ¿Por qué Velázquez se negaba a volver? ¿Sería que la libertad que gozaba en Italia no la encontraba en Madrid? ¿Sería que le prodigaban más honores que en la Corte? ¿Se sentía parte del Olimpo de los grandes maestros allí?

¿O había un secreto inconfesable? Se rumoreaba que Velázquez tenía un amorío con cierta italiana…, una tal Flaminia Triva, modelo de pintores y pintora también ella. Quizás, la joven que aparece en la Venus del Espejo. O también se hablaba de una tal Marta, viuda y nodriza.

Velázquez, La Venus del Espejo, 1648

Velázquez, María de Austria,
Reina de Hungría, 1630

Y aparece entonces el nombre de un niño, Antonio, en un documento judicial. ¿Era por eso que Velázquez no quería volver? ¿Su único hijo varón? Pidió permiso al rey para viajar a Italia una vez más, pero el rey se lo negó.

Lo poco que se sabe de Antonio es que un procurador, en 1652, por indicación de Juan de Córdoba (amigo de Velázquez), le quita por la fuerza a Marta el niño Antonio de Silva, para restituírselo a Velázquez. ¿Marta era la verdadera madre o era la nodriza? Como viuda, ante la justicia vaticana, no podía aparecer como madre soltera. Si el niño era un lactante, ¿cuándo nació? ¿Lo llegó a conocer el artista? Ella se negó entregar al niño; se lo tuvieron que sacar por la fuerza. Se le dio un pago por sus servicios.

Seguramente, Felipe IV se enteró de todo este asunto. ¿Por qué no lo dejó viajar de nuevo? ¿Por temor a que no volviese nunca más?

Nunca se supo más nada de este niño. Supuestamente quedó a cargo de Juan de Córdoba. ¿Lo llevaron a Madrid? Algunos suponen que aparece en el cuadro de su yerno, Martínez del Mazo, La familia del pintor.