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jueves, 29 de febrero de 2024

¿Con nombre de salsa?

 

Fattori, Marina al atardecer, 1830


¿Quiénes eran los “macchiaioli”?

¿Suena a salsa aioli, a salsa para espaguetis?

Ay, no. Pero más italianos no podrían ser.

Los “macchiaioli” (“manchadores”) fueron unos pintores italianos del sg. XIX que se llaman así porque reivindicaban la mancha (“macchia”), es decir, la pintura suelta, espontánea. Por supuesto, como suele ocurrir, el nombre se lo puso un crítico para burlarse de ellos.

Lega, Curiosidad, 1866


¿Eran impresionistas, entonces? Bueno, se los suele confundir con los franceses, pero sólo tienen en común este tipo de pincelada. De hecho, es un movimiento artístico anterior a los impresionistas: se dice que comenzaron como grupo en 1855 y que finalizarían en 1867. Las exposiciones de los impresionistas abarcaron de 1874 a 1886, aunque algunos piensan que se debería contar la muerte de Monet (1926) como fecha de término.

Lega, La visita, 1868

¿Son precursores del Impresionismo? No, en realidad son realistas, a la manera de la Escuela de Barbizon (te lo conté por aquí). ¿Hubo contacto con los franceses? Sí, muchos viajaron a París, pero sólo 3 de ellos se quedaron allí (De Nittis, Boldini y Zandomeneghi); Degas y Manet los visitaron en Italia. Degas se hizo muy amigo de ellos. Sin embargo, el movimiento no tuvo repercusión internacional: quedó como un fenómeno local. Incluso, actualmente son poco conocidos fuera de Italia.

¿Entonces? Te explico.

Cecioni, Caffè Michelangiolo, 1861


Fue un grupo de artistas, principalmente de Florencia, que se reunían en el Caffè Michelangiolo para discutir temas de arte (el café ya no existe). Han estudiado en la Academia y se rebelan contra lo que les habían enseñado allí. Promueven la pintura por manchas, suelta, espontánea, y la pintura al aire libre. Se diferencian de los impresionistas en que, si bien buscan efectos de luz, lo hacen a través del claroscuro. Por un lado, quieren sacarse de encima toda la tradición italiana, que pesa, vaya si pesa, y renovar la Pintura de su país, hacerla más moderna… pero en la búsqueda, ¡vuelven al claroscuro del Barroco!

Fattori, Reparadores
de velas, 1872

Fíjate en cómo representan las figuras: son siluetas negras, no hay individualización en ellas. Son decorativas, no son las protagonistas del cuadro.









En cuanto a la composición, valoran mucho el uso de la fotografía como herramienta de trabajo y también el encuadre de las estampas japonesas.

Cabianca, Mármoles de Carrara, 1861


Por otro lado, el grupo tiene un marcado compromiso político. Seguían las ideas positivistas de Mazzini. Es la época del “Risorgimento”, la lucha por la unidad e independencia de Italia. Muchos se han alistado como voluntarios en las tropas de Garibaldi. Sernesi y D’Ancona mueren en la lucha. Por eso, no es raro encontrar en estos pintores cuadros de carácter político o histórico (cosa impensable en los impresionistas).

Lega, Mazzini moribundo, 1873


Cultivan también la pintura costumbrista; enaltecen al campesino.  Pintan lo que ven de manera realista, buscan “il vero” (lo verdadero): Italia no era un país industrializado, como podía ser Francia o Inglaterra. Revalorizaban el terruño, las tareas del campo…

Borrani, Mi terraza, 1865


Generalmente son cuadros chicos, del tamaño de una postal, porque son sólo eso, “manchitas”, ejercicios hechos al aire libre. Solían usar como soporte las tapas de las cajas de cigarros, que eran de madera. Es que eran muy, pero muy pobres. Sólo algunos de ellos pudieron salir adelante; la mayoría murió en la miseria. No era una pintura que se vendiera fácilmente y el polo cultural ahora estaba en París.

Fattori, Playa con árboles, 1894


Los líderes fueron Giovanni Fattori, Silvestro Lega y Telemaco Signorini, el teórico.

Fattori, Batalla de Montebello, 1862


Al tiempo se van uniendo otros pintores de otras partes de Italia e, incluso, se arman otros grupos en otras ciudades (de hecho, Fattori era de Livorno): Giuseppe Abbati, Vito D’Ancona, Cristiano Banti, Odoardo Borrani, Vincenzo Cabianca, Adriano Cecioni, Raffaello Sernesi, Giuseppe Pellizza da Volpedo.

Pellizza da Volpedo, El sol, 1904


Boldini, Zandomeneghi y De Nittis partieron hacia París, así que no se podría considerarlos “macchiaoli”, pues evolucionaron hacia otros estilos. Boldini se decantó por el retrato elegante; Zandomeneghi participó en 4 de las exposiciones impresionistas y De Nittis consiguió ser reconocido en el Salón Oficial.

De Nittis, Boulevard Saint Michel,1875


El fin del movimiento se va dando de manera progresiva: algunos murieron en la guerra; otros, por enfermedades, muy jóvenes. Los que llegaron más tarde, la nueva generación, siguen por otros caminos estilísticos, como el puntillismo (lo vimos por aquí). Sin embargo, dicen que la estocada final la dio el cierre del Caffè Michelangiolo (1866).

D'Ancona, Pórtico, 1861



Fuentes: Laneyrie-Dagen, N., Leer la Pintura.  Barcelona, Larousse, 2010

Walther, Impressionismus. Köln, Benedikt Taschen V., 1996, tomo II

Zeitler, R. Die Kunst des 19.Jahrhunderts. Berlin, Propyläen V., 1990

 

 

 

 

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