Fattori, Marina al atardecer, 1830 |
¿Quiénes eran los “macchiaioli”?
¿Suena a salsa aioli, a salsa para espaguetis?
Ay, no. Pero más italianos no podrían ser.
Los “macchiaioli” (“manchadores”) fueron unos pintores italianos del sg.
XIX que se llaman así porque reivindicaban la mancha (“macchia”), es decir, la
pintura suelta, espontánea. Por supuesto, como suele ocurrir, el nombre se lo
puso un crítico para burlarse de ellos.
¿Eran impresionistas, entonces? Bueno, se los suele confundir con los
franceses, pero sólo tienen en común este tipo de pincelada. De hecho, es un
movimiento artístico anterior a los impresionistas: se dice que comenzaron como
grupo en 1855 y que finalizarían en 1867. Las exposiciones de los
impresionistas abarcaron de 1874 a 1886, aunque algunos piensan que se debería
contar la muerte de Monet (1926) como fecha de término.
Lega, La visita, 1868
¿Son precursores del Impresionismo? No, en realidad son realistas, a la
manera de la Escuela de Barbizon (te lo conté por aquí). ¿Hubo contacto con los
franceses? Sí, muchos viajaron a París, pero sólo 3 de ellos se quedaron allí
(De Nittis, Boldini y Zandomeneghi); Degas y Manet los visitaron en Italia.
Degas se hizo muy amigo de ellos. Sin embargo, el movimiento no tuvo
repercusión internacional: quedó como un fenómeno local. Incluso, actualmente
son poco conocidos fuera de Italia.
¿Entonces? Te explico.
Cecioni, Caffè Michelangiolo, 1861
Fue un grupo de artistas, principalmente de Florencia, que se reunían en el
Caffè Michelangiolo para discutir temas de arte (el café ya no existe). Han
estudiado en la Academia y se rebelan contra lo que les habían enseñado allí.
Promueven la pintura por manchas, suelta, espontánea, y la pintura al aire
libre. Se diferencian de los impresionistas en que, si bien buscan efectos de
luz, lo hacen a través del claroscuro. Por un lado, quieren sacarse de encima
toda la tradición italiana, que pesa, vaya si pesa, y renovar la Pintura de su
país, hacerla más moderna… pero en la búsqueda, ¡vuelven al claroscuro del
Barroco!
Fattori, Reparadores
de velas, 1872
Fíjate en cómo representan las figuras: son siluetas negras, no hay
individualización en ellas. Son decorativas, no son las protagonistas del
cuadro.
En cuanto a la composición, valoran mucho el uso de la fotografía como
herramienta de trabajo y también el encuadre de las estampas japonesas.
Cabianca, Mármoles de Carrara, 1861
Por otro lado, el grupo tiene un marcado compromiso político. Seguían las
ideas positivistas de Mazzini. Es la época del “Risorgimento”, la lucha por la
unidad e independencia de Italia. Muchos se han alistado como voluntarios en
las tropas de Garibaldi. Sernesi y D’Ancona mueren en la lucha. Por eso, no es
raro encontrar en estos pintores cuadros de carácter político o histórico (cosa
impensable en los impresionistas).
Cultivan también la pintura costumbrista; enaltecen al campesino. Pintan lo que ven de manera realista, buscan
“il vero” (lo verdadero): Italia no era un país industrializado, como podía ser
Francia o Inglaterra. Revalorizaban el terruño, las tareas del campo…
Generalmente son cuadros chicos, del tamaño de una postal, porque son sólo
eso, “manchitas”, ejercicios hechos al aire libre. Solían usar como soporte las
tapas de las cajas de cigarros, que eran de madera. Es que eran muy, pero muy
pobres. Sólo algunos de ellos pudieron salir adelante; la mayoría murió en la
miseria. No era una pintura que se vendiera fácilmente y el polo cultural ahora
estaba en París.
Fattori, Playa con árboles, 1894
Los líderes fueron Giovanni Fattori, Silvestro Lega y Telemaco Signorini,
el teórico.
Fattori, Batalla de Montebello, 1862
Al tiempo se van uniendo otros pintores de otras partes de Italia e,
incluso, se arman otros grupos en otras ciudades (de hecho, Fattori era de
Livorno): Giuseppe Abbati, Vito D’Ancona, Cristiano Banti, Odoardo Borrani,
Vincenzo Cabianca, Adriano Cecioni, Raffaello Sernesi, Giuseppe Pellizza da
Volpedo.
Pellizza da Volpedo, El sol, 1904
Boldini, Zandomeneghi y De Nittis partieron hacia París, así que no se
podría considerarlos “macchiaoli”, pues evolucionaron hacia otros estilos.
Boldini se decantó por el retrato elegante; Zandomeneghi participó en 4 de las
exposiciones impresionistas y De Nittis consiguió ser reconocido en el Salón
Oficial.
De Nittis, Boulevard Saint Michel,1875
El fin del movimiento se va dando de manera progresiva: algunos murieron en
la guerra; otros, por enfermedades, muy jóvenes. Los que llegaron más tarde, la
nueva generación, siguen por otros caminos estilísticos, como el puntillismo
(lo vimos por aquí). Sin embargo, dicen que la estocada final la dio el cierre
del Caffè Michelangiolo (1866).
Fuentes: Laneyrie-Dagen, N., Leer la
Pintura. Barcelona, Larousse,
2010
Walther,
Impressionismus. Köln, Benedikt Taschen V., 1996, tomo II
Zeitler,
R. Die Kunst des 19.Jahrhunderts. Berlin, Propyläen V., 1990
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