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jueves, 16 de diciembre de 2021

Los otros impresionistas, parte III

Levitan, Primavera en Italia, sg. XIX


La lejana y fría Rusia

Después de haber paseado por los Países Bajos, Alemania y Escandinavia de la mano de los impresionistas “periféricos”, como dijo mi colega, seguimos de viaje hasta Rusia. Qué más da un par de kilómetros más, ¿no?

Korovin, París, 1912

Como te decía en las entregas anteriores,
los artistas no franceses adoptaron esta nueva técnica imponiéndole su color local, su propia cosmovisión. Y en el caso de los rusos esto se aplica totalmente. ¿Cómo llegan los artistas rusos a adoptar el impresionismo? Como todos: becas para estudiar en la gran ciudad cultural que era París, ruptura con la Academia, viajes culturales… Había que ir a París. Allí lo revolucionario era el impresionismo. Y si querías despojarte de todas las reglas e imposiciones de tu Academia, por más que estuviera a miles de kilómetros de Francia, la situación era la misma. De hecho, en el 1er Salón de los Rechazados (1863) participaron 14 rusos. Además, la admiración por la cultura francesa en Rusia siempre fue muy fuerte.




Repin, Tretjakow, sg. XIX

¿Qué aprovecharon de esta nueva manera de ver la pintura?
En primer lugar, el salir a pintar al aire libre, inmersos en la naturaleza. Así como los suecos armaron una colonia al estilo de los de Barbizon, también lo hicieron los rusos en Veules-les-Roses. Y cuando volvieron a su tierra construyeron el Barbizon ruso en Abrámtsevo. Pero, a diferencia de los fundadores franceses, lo que se pintaba en la naturaleza era sólo un bosquejo: el cuadro se terminaba en el taller. No les convencía para nada el acabado abocetado, esa apariencia de non finito.



También aprendieron a observar y a representar los efectos de la luz y, por consiguiente, aclararon la paleta. De esos colores terrosos impuestos por la Academia, pasaron a utilizar otros más luminosos (y aptos para pintar los atardeceres y los hielos de su patria).

Levitan, Marzo, 1895


En cuanto a los temas, los paisajes ocupan un lugar importante, pero aún más el retrato y la pintura costumbrista. Cuando regresan, estos pintores se hacen llamar, como grupo, Los Itinerantes (Peredvízhniki), no sólo por su búsqueda del motivo en la naturaleza, sino porque su objetivo era hacer llegar el arte a todos sin excepción. Es así como exponían sus obras en cada pueblo, sin distinción. A la vez, en un intercambio mutuo, toman lo que ven y lo plasman en sus obras. El grupo surge como tal en 1870 y como reacción contra los cánones de la Academia. Tenían como mecenas a Tretjakow, que coleccionaba el nuevo arte. Este señor fue el que donó sus obras al Estado y con ellas se estableció la Galería que lleva su nombre.

Repin, Pescadores del Volga, 1873


El grupo continúa activo hasta 1923; entonces, muchos de sus artistas, que ya habían abandonado el impresionismo por la técnica realista y con temática de denuncia, se plegaron a la Revolución.

Korovin, Paisaje otoñal, 1909


Sienten la necesidad de valorizar la identidad nacional, de dejar de mirar hacia el oeste. Sus cuadros están repletos de escenas del folclore ruso. La técnica impresionista no se adapta, según ellos, a estos temas y se vuelcan a un lenguaje más realista. Ellos mismos dicen que sus modelos son Velázquez, Hals y Manet (quien no se consideraba a sí mismo impresionista). Es una interpretación extremista del impresionismo: como también te dije alguna vez, el impresionismo era realista (más exactamente, naturalista) en el sentido de que ellos pintaban lo que veían, la realidad; la diferencia estaba en el cómo.

Levitan, Primavera: deshielo, sg. XIX


No es mi intención llenarte este artículo con nombres raros. Sólo te mencionaré los más importantes. Te mostraré algunas de sus obras: son artistas de gran calidad.







Iván Krámskoi
fue el primer líder del grupo.
Murió joven y fue Iliá Repin el que ocupó su lugar. 


Krámskoi, Cristo en el desierto, 1872


Repin es uno de los más grandes pintores rusos. Si no lo conoces, te aconsejo que recorras un poco su obra: vale la pena. Como todos, viajó becado a París, para liberarse de las rígidas reglas de la Academia. Participó en varios salones parisinos y, como era de rigor, fue rechazado otras tantas veces. Cuando se le terminó la beca, muy desilusionado, volvió a Rusia, y decidió dedicar sus esfuerzos en mostrar la riqueza cultural de su país. En 1890 se separa del grupo, adopta el realismo como estilo propio.  Será uno de los referentes más importantes del ambiente artístico de su país, aunque no participa directamente en el acontecer político de la Revolución. Se considera que su obra es el antecedente directo del Realismo Soviético.

Repin, ¡Qué libertad!, sg.XIX


Repin no viajó solo a París, sino acompañado por su amigo Vasili Polénov. Éste se dedicó principalmente al paisaje y mantuvo durante mucho tiempo la técnica impresionista y la pintura al aire libre. En París conoce a Mamontov, un empresario, y entre los dos deciden fundar una colonia de artistas en Abrámsetvo. Allí recibían a todos los artistas, de cualquier disciplina, y sin ningún tipo de imposición o regla.

Polénov, Bosques en Abrámsetvo, sg.XIX


En este círculo estaba Konstantin Korovin, quien fue fiel a la técnica impresionista. Viajaba mucho a París y es el que retrata la vida de la ciudad moderna.

Korovin, Noche de luna llena, sg.XIX


Serov, La niña de los melocotones,
1887

También participaba Valentin Serov,
otro de los artistas rusos que debes conocer, quien había estudiado con Repin desde los 9 años. Un niño prodigio. Sin embargo, las atmósferas oscuras de su profesor no le interesaban. En Abrámsetvo encontró su estilo. Tomó del impresionismo francés los colores luminosos, los reflejos, las atmósferas diáfanas. Fue el retratista de la gente importante del momento.








¿Otro más que participaba en la colonia de artistas? Igor Grabar. También fue alumno de Repin. Fue impresionista en todo sentido. Más tarde, vivió en Munich, y adivina qué: allí fue parte del grupo de “los rusos” en Murnau, Kandinsky, Münter, Werefkin, Jawlensky…

Grabar, La helada, 1905


Te puedo mencionar además a otros dos pintores, que se dedicaron a buscar la identidad nacional a través del paisaje: Isaak Levitan e Ivan Shishkin. Levitan toma el paisaje lírico, teñido por el estado de ánimo del artista, con fuerte influencia de Pissarro y Corot

Levitan, Nenúfares, 1895

Shishkin se dedica a pintar bosques y campos.

Shiskin, Campo de centeno, 1878

No quiero seguir con más nombres, sólo te dejo algunas imágenes de sus obras para que puedas apreciar el nivel de estos artistas.

Fueron los que redescubrieron a Rusia y a sus paisajes y le dieron al arte de su país una impronta propia. Era una época en que el ballet, la literatura y la música florecían con todo. Y ellos no se quedaron atrás.

 

Polénov, Patio de Moscú, 1878

Si quieres releer las anteriores entregas, te dejo aquí los enlaces

Los Países Bajos

Escandinavia

 

Fuentes: Argan, G.C. Die Kunst des 20. Jahrhunderts 1880-1940. Berlin, Propyläen V., 1990

Honour, H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich, 1983

Walther, I.F. Malerei des Impressionismus, 1860-1920. Köln, Benedikt Taschen V., 1996;


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