Leistikow, Atardecer en el Schlachtensee, 1895 |
Los Países Bajos y Alemania
“Ah, los periféricos”, me dijo
una vez una colega. No me gustó el tono despectivo y egocentrista con que
denominó a los otros impresionistas. Me refiero a aquellos artistas que, no
siendo franceses, se largaron a pintar de esta manera. El centro era París, es
cierto, y desde allí esta técnica tan revolucionaria irradió hacia todas
partes. Siempre se dice que fue un fenómeno exclusivamente francés y en parte
es así, aunque no del todo.
Slevogt, El Nilo cerca de Asuán, sg. XX |
Nació de un grupito de jóvenes
entusiastas (te lo conté aquí), hartos de atmósferas oscuras, temas históricos
y muchos etcéteras. Franceses, aunque no todos parisinos. La capital se
convirtió en el centro cultural mundial y muchos artistas vieron que para
sobrevivir como tales debían emigrar a la Ciudad Luz. Allí tenías las galerías,
los coleccionistas, las discusiones artísticas, las nuevas tendencias, los
contactos. Algunos volvieron a sus países y llevaron este estilo con ellos.
Pero, por otro lado, no nos olvidemos de que los impresionistas fueron
rechazados y vilipendiados por el Salón, por los críticos, por el público, y
que buscaron otras opciones fuera de Francia, apoyados por unos pocos
galeristas que creyeron en ellos. Eso se llama “instinto de supervivencia”.
Mauve, Mujer con cordero, sg. XIX |
Mi plan es mostrarte los otros
impresionismos, los de otros países, en varias entregas. Aparecerán muchos
nombres que quizás conozcas o no. No voy a llenarte de biografías o datos de
estos artistas. Intentaré detallarte la recepción que tuvo este movimiento
según el contexto de cada lugar y mostrarte algunas de sus obras.
Verás que algunos de ellos
comenzaron como impresionistas y luego derivaron hacia el puntillismo, el
expresionismo, el fovismo o el cubismo. Es una época de muchos “ismos”, de
efervescencia artística. Sólo muy pocos se mantuvieron fieles a este
movimiento. El mismo Pissarro tuvo una aproximación al puntillismo, que
abandonó enseguida: era un callejón sin salida.
Jongkind, El Sena y Notre Dame, 1864 |
En esta oportunidad te quiero
llevar a los Países Bajos. La conexión de los fundadores con estos países era
bastante estrecha. Théo, el hermano de Van Gogh, era galerista en París. Los
impresionistas buscaban plasmar la naturaleza y ¡qué mejor referente que los
paisajistas holandeses! Jongkind, que era un pintor realista holandés, estaba
estudiando en París y se unió al grupo de los que iban a pintar a Fontainebleu.
Al poco tiempo tuvo que volver a Rotterdam, pero, aunque nunca dejó de ser
realista, esta experiencia dejó huella en sus obras. Monet aprendió muchísimo
de él y siempre le estuvo agradecido.
Claus, Martín Pescador, 1895 |
Teniendo tanta tradición paisajística, los holandeses no tardaron mucho en lanzarse a pintar al aire libre. El promotor fue Johannes Bilders, quien se estableció en Oosterbeek para poder pintar del natural, como lo hacían los artistas de Barbizon. A su alrededor se reunían pintores jóvenes y, por eso, a ese lugar se lo comenzó a llamar “la Barbizon holandesa”. ¿Quiénes eran estos impresionistas holandeses? Roeloefs, Mauve (primo de los van Gogh), Israëls, Weissenbruch, los hermanos Maris… y unos cuantos más.
Roeloefs, El arco iris, 1880 |
En 1875 exponen todos juntos en la Academia de Dibujo de La Haya y por eso se les puso el nombre “Escuela de La Haya” como grupo. No fueron bien recibidos, al igual que sus colegas franceses, pero, como había tradición paisajística, fueron aceptados a medias. Lo que no terminaba de convencer al público es que faltaban los molinos y las marinas con los polders a los que estaban acostumbrados.
Israëls, Hijos del mar, 1872 |
En cuanto a la técnica, tomaron
de los impresionistas franceses la paleta clara y las pinceladas espontáneas,
pero lo que pintaban frente al modelo, al aire libre, no lo consideraban un
cuadro, sólo era un boceto que había que terminar en el taller. En ese sentido
todavía no se habían despegado del detallismo típico de la pintura holandesa. Tampoco
eran estrictamente impresionistas en cuanto a la composición y los temas.
Weissenbruch, Día de verano, sg. XIX |
Breitner, El pendiente, 1893 |
Casi simultáneamente surgió la Escuela de Amsterdam, compuesta por pintores más jóvenes que tenían ganas de arriesgar más. Ellos se dedicaron a pintar la ciudad moderna. El más importante es Breitner. Israëls también se une a este grupo.
No son nombres que nos suenen hoy
en día como artistas impresionistas, ¿verdad? Sin embargo, tuvieron mucho éxito
y sus obras se exponían en toda Europa y USA.
Ellos son los que sembraron la
semilla para que aparecieran más tarde un van Gogh o un Mondrian.
Lesser Ury, Estación de tren de la Bülowstrasse, 1922 |
¿Y Bélgica? La historia es más o
menos parecida. En la mitad del sg. XIX era uno de los países más avanzados y
ricos de Europa. Su Historia del Arte estaba determinada por el Barroco y su
tradición realista. Pero pronto miraron hacia París y los coleccionistas belgas
comenzaron a comprar cuadros de Manet o de Degas: era lo que se llevaba. Pero
no compraban cuadros de compatriotas.
Baertsoen, Deshielo en Gante, sg. XIX |
La Barbizon flamenca se estableció
en Tervueren, que da nombre a la escuela impresionista de este país. En 1883 se
fundó el grupo de “Los 20” (Les Vingts): su objetivo era realizar
exposiciones anuales, en las que podían participar colegas extranjeros. Es así
como Monet, Pissarro, Cézanne, Seurat o van Gogh pudieron exponer con ellos (es
en esta muestra donde van Gogh vendió su único cuadro en vida). Querían
promover el arte nuevo; también organizaban veladas literarias y conciertos y
publicaban revistas. Se disolvieron hacia 1893. Varios comienzan a pintar a la manera
puntillista.
Vogels, Claro de luna en Coxyde, sg. XIX |
La característica del
impresionismo belga es que mantienen el claroscuro propio del barroco y prestan
más atención al dibujo. ¿Quiénes eran? Baertsoen, Vogels, van Rysselberghe,
Finch, Evenepoel, van de Velde (sí, el arquitecto), Khnopff y Claus, que seguía
las enseñanzas de Monet. Van Rysselberghe y van de Velde se concentraron luego
en la promoción de las artesanías y los oficios, adhiriendo al movimiento
Arts&Crafts (lo vimos aquí): fue así cómo Bruselas se convirtió en uno de
los centros del Art Nouveau. Evenepoel era muy amigo de Matisse y derivó al
fovismo. Finch fue el que llevó el impresionismo a Finlandia.
von Menzel, Interior de una habitación con balcón, sg. XIX |
Y nuestra estación final en esta primera entrega es Alemania.
Menzel, Carus, Dillis o Leibl fueron los precursores, quienes, habiendo estado en París, se largaron a pintar al aire libre.
Liebermann, Uhde, Corinth, Kuehl, Lesser Ury, von Zügel, Slevogt, Trübner, von König, Leistikow son los nombres que tienes que tener en cuenta dentro del impresionismo alemán. Pero tomémoslo con pinzas: de todos éstos, algunos ni siquiera pueden considerarse como tales, en el sentido puro, pues sigue habiendo dibujo, colores oscuros… Toman la pincelada suelta y el trabajo del natural, pero sólo como boceto, pues trabajaban el cuadro durante meses en el taller: de espontaneidad, muy poco. En algunos hay paletas más claras; prestan atención a lo instantáneo, a los efectos de luz. Los temas siguen siendo aquéllos de la Academia: género histórico, costumbrista, retrato… Adaptan su propio gusto a la nueva técnica.
Liebermann, Restaurant Jacob, 1902 |
En 1870 se declaró la Guerra
Franco-prusiana y tuvieron que regresar a Alemania. Sin embargo, Liebermann, el
líder del grupo, comenzó a hacerse notar hacia 1872 cuando presentó su
“Desolladoras de gansos”, pero no de manera positiva, sino como el adalid de la
falta de belleza. El público francés ni siquiera los tomaba en cuenta, eran
unos imitadores. Y el público alemán pensaba exactamente lo mismo y que no
representaban el sentir de su nación.
Liebermann, Las desolladoras de gansos, 1872 |
Ya en sus tierras, este grupo
declara la “Secesión alemana” en 1898 en Berlín, con Liebermann a la cabeza.
Desde entonces, Berlín se convirtió en polo de la vanguardia en ese país, a pesar
de la reticencia del Kaiser. Organizaron muchas exposiciones en las que
participaron Monet, Pissarro, Renoir, Whistler… El grupo se mantuvo firme hasta
la muerte de Liebermann (1935), conviviendo con otras corrientes como el
expresionismo, surrealismo o el cubismo. La llegada de los nazis fue un gran
golpe, pues algunos de los integrantes eran judíos. Muchas de las obras de la
“Secesión” participaron en la exposición “Arte degenerado” de 1937 y
posteriormente, destruidas.
vn Uhde, La habitación de los niños, 1889 |
Corinth, Charlotte Corinth en la peluquería, 1911 |
La labor de Liebermann fue muy importante, pues logró imponer los nombres de sus colegas a nivel internacional. Si no conseguían lugar para exponer, lo organizaban de forma privada y con público muy selecto. Siempre buscando la independencia de los Salones oficiales y la libertad de mostrar sus obras donde y cuando quisieran. Los hermanos Cassirer fueron los marchantes que apoyaron estas iniciativas.
Kuehl, En el café, 1915 |
Ya ves, el impresionismo excedió los límites de Francia. Los otros impresionistas bebieron de las fuentes del grupo fundador, pero a la vez adaptaron este nuevo estilo a su manera de ver el arte y a su propia idiosincrasia.
Más adelante recorreremos otros
países en los que también hubo grandes impresionistas, que me gustaría que
conozcas.
Fuentes: Argan, G.C. Die Kunst
des 20. Jahrhunderts 1880-1940. Berlin, Propyläen V., 1990
Honour,
H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich,
1983
Walther, I.F. Malerei des Impressionismus,
1860-1920. Köln, Benedikt Taschen V., 1996;
tomo II
Muy interesante. Me fascina Israels (padre), y no encuentro nada sobre él
ResponderEliminarMuchas gracias, Isabel.
ResponderEliminarEs cierto, no hay mucha información sobre Jozef Israëls. Fíjate en Wikipedia, en las referencias. Hay una ficha en la Enciclopedia del Museo del Prado y en el Rijksmuseum. Quizás habría que buscar bibliografía por el lado de la Escuela de La Haya. La imagen de Israëls que puse en el artículo es de Jozef, para ilustrar el párrafo sobre esa escuela. Te debo una de Isaak, el hijo.