Se enciende una lucecita roja:
algo anda mal, seguro. O te indica que no puedes pasar. El rojo es el color de
la prohibición, por sobre cualquier otro.
Sin embargo, es también el color
del amor, de la pasión, de la sangre, del calor, de la guerra, de la violencia…
¿Cómo puede reunir en sí un significado positivo y negativo a la vez? (¿Te acuerdas? Lo vimos por aquí.)
Así es. Lo tenemos marcado a
fuego en nuestra manera de comprender el mundo. El rojo nos advierte desde
lejos que no se puede, no se debe. ¿Es el que mejor se ve en la distancia? No
necesariamente: depende del entorno. Además, no en todas las culturas el rojo
simboliza lo mismo.
Rauschenberg, Stop. 1963 |
Si te preguntara cuál es el uso más común del rojo como señal de peligro o prohibición, me dirías, seguramente, que es el disco STOP o PARE. Si ya tienes tu carné de conducir, te has tenido que estudiar todas las señales de tránsito (unas cuantas, seguro) para aprobar el examen, ¿cierto? Lo curioso es que éstas no son iguales en todos los países, lo que produce una gran confusión si te toca cruzar la frontera conduciendo. En la Unión Europea hay una cierta unidad y coherencia entre ellas, pero en el resto de los países, ya no tanto. La señal de STOP es roja en la mayoría de los países. Puede cambiar la forma: octógono o círculo (que tampoco es arbitrario, está todo muy bien estudiado). Lo puedes encontrar también con borde rojo, fondo blanco y letras negras: esto es, porque algunos consideran que se ve mejor.
El mejor ejemplo de la carga
simbólica que tienen los colores es el semáforo: rojo, amarillo, verde-
detenerse, atención, vía libre. La posición tiene que ser la misma, para que
los que no pueden reconocer ciertos colores se guíen por ésta. El rojo se
distingue de lejos, sea de día o de noche. El verde a veces se confunde con el
paisaje o el cielo, pero no tiene importancia, pues es el que nos deja pasar.
Hopper, The Circle Theatre, 1936 |
¿Cómo surgió todo esto? Pues cada color ya tenía sus propias características que determinó su uso, pero esto se agudizó con la proliferación de los transportes. Si te cruzabas con el caballo o un carro por el campo o en la calle del pueblo no hacía falta mucho más, pero, con el advenimiento del ferrocarril (ese monstruo de fuego que asustaba a todos), se hizo necesaria una señalización para que los transeúntes prestaran atención en el paso a nivel; también para el conductor, que debía frenar y detenerse. Al principio se usaban unas banderas blancas y rojas que blandían los guardabarreras. Luego vinieron las señales luminosas (a farol).
Hopper, Paso a nivel, 1922 |
Llegó el
automóvil a las ciudades; convivía con carros a caballo, peatones, y luego, el
tranvía… un caos: no había ni siquiera líneas de circulación por la calle;
todos iban por donde se les antojaba. Se hizo necesario poner orden y así
apareció el semáforo. Primero, con 2 luces, rojo y blanco (como en el
ferrocarril), para dar el pase. Más tarde se agregó el verde como señal de
atención. Al principio, operado por un vigilante; más tarde, se aprovechó el
cableado del tranvía. Cuando se popularizó la luz eléctrica en las calles, el
blanco producía confusiones y se optó por los colores que usamos hoy.
Pissarro, La place du Théâtre Français, 1898 |
Estos 3 colores y su respectiva
simbología se extendieron a otros ámbitos. Se usan en la aviación y en la
navegación. Si alguna vez aterrizaste de noche en algún aeropuerto, te habrás
maravillado de cómo iluminan la pista para guiar al piloto con lucecitas que se
pierden en el horizonte.
Luces de aproximación, aeropuerto de Dortmund |
Luces y letreros rojos vemos por
todas partes. Desde la luz de posición en un rascacielos, pasando por la luz
roja que prohíbe la entrada a un quirófano hasta aquélla que te indica que te
quedaste sin gasolina. Si no le prestas atención, seguro que te cae una sanción
u ocurrirá un accidente.
Entre las señales de tránsito también podemos ver triángulos, círculos o rombos con bordes rojos, fondo blanco y figura negra. Indican prohibición de hacer algo o riesgo.
Si éstos mismos tienen fondo amarillo, es que es una situación provisoria, como cuando hay obras en la calle.
¿Y qué pasa con los otros colores? El amarillo indica siempre “atención”, probabilidad de peligro. Si un árbitro de fútbol saca una tarjeta amarilla a un jugador es que lo está previniendo de una futura sanción. En la Edad Media se izaban banderas amarillas en los pueblos cuando había peste. Cuando se trata de venenos, productos inflamables o explosivos, tenemos los dibujitos correspondientes en negro y fondo amarillo. Aunque también puedes encontrarlos con fondo naranja, dependiendo de qué sustancia peligrosa se trate.
El verde implica “vía libre”. Lo
encuentras, p.ej., en la señalización de las salidas de emergencia.
La idea es que cualquiera, aunque
no sepa leer o no entienda el idioma, pueda entender el sistema sin
inconvenientes.
¿Y qué pasa con los otros colores? El azul se usa para proporcionar información y generalmente, en carteles verticales. Te avisan que hay un hospital cerca o que estás en una zona residencial o que ahí tienes la parada de taxis. Es el color de las luces de la policía: sólo porque no se usan en otros ámbitos, para no dar pie a confusiones.
En algunos países el lila sirve
para indicar riesgo nuclear o presencia de animales marinos peligrosos en la
playa.
Y el gris, que no se ve para nada
desde lejos, indica “sin información”.
Algún ejemplo más: los mapas
metereológicos o los gráficos que indican el nivel de polución, las pruebas
médicas, las estadísticas económicas... Los valores más comprometidos o
negativos siempre aparecerán en rojo.
Huracán Winston, 2016 |
El uso simbólico de estos colores
tiene que ver con una graduación tonal de acuerdo con la gravedad del tipo de
riesgo. Un rojo es más que un naranja; éste es más que el amarillo y así con
los otros colores.
¿Habías notado este uso de los
colores? ¿Conoces algún otro ejemplo?
Y, si tienes cerca una obra en construcción, mira la cantidad de carteles de recomendaciones para los trabajadores. ¿Son advertencias o prohibiciones? Fíjate y me cuentas.
Nota: Hay algunos que dicen que el color que se ve mejor en la oscuridad es el rosa y por eso recomiendan pintar las bicicletas con él. Esta teoría no ha ganado muchos adeptos.
Fuente: Fuentes:Heller, E. Wie
Farben auf Gefühl und Verstand wirken. München, Droemer V., 2000
Künzer, L. “Alarmstufe Rot” oder “Alles in grünen
Bereich”!, Farben im Kontext von Gefahr
und Sicherheit, Univ. Regensburg, 2016 (Dissertation)
Welsch,
N.-Liebmann, C.Chr. Farben. München,
Elsevier V., 2004
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