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jueves, 18 de noviembre de 2021

Los otros impresionistas, parte II

Liljefors, Vencejos, 1886


Los países escandinavos

Zorn, Despertar, sg.XIX

Escandinavia: esos países fríos, nórdicos, grises, con inviernos y veranos larguísimos…
¿Tienen pintores? Claro que sí. Y de los buenos. Pero no los conocemos. Bueno, sí, algunos nombres aparecen por ahí como Krøyer o Zorn, que eran amigos de Sorolla. Quizás el gran maestro español no hubiese sido lo que fue si no se hubiese enfrentado a los blancos de los nórdicos. Y ellos hubiesen seguido pintando temas folclóricos de manera academicista.

Pero no nos vayamos por las ramas. 






La historia de los impresionistas nórdicos es muy parecida, en cuanto al encuentro con esta nueva manera de pintar, a la de los que vimos la otra vez (si te lo perdiste, aquí tienes el enlace). Artistas, quienes, luego de terminar sus estudios en las Academias, deciden completar su formación en París. Ya no había que ir a Roma, sino a la Ciudad Luz. No ingresan en la Academia oficial, no: buscan talleres, academias de tipo privada o informal, como la Colarossi o la Julien, donde podían encauzar su propio estilo o aprender nuevas técnicas. Los maestros podían ser Bonnat, Gérôme, Puvis de Chavannes; admiraban a Millet y a Bastien Lepage.

Edelfelt, Jardines de Luxemburgo, sg.XIX


Llegaron atraídos por la luz del sur, esa tan mentada luz luminosa (y valga la redundancia). Viajaban con becas oficiales o con donaciones de mecenas. Permanecían en el extranjero 2 ó 3 años, lo cual les daba suficiente tiempo como para conocer otros países, como Argelia, España, Alemania o Italia.

Pauli, Desayuno, 1887


Ancher, Rayo de sol en la habitación
azul, 1891

Había de todo: suecos, noruegos, finlandeses y daneses,
pero la mayoría eran suecos. Se congregaron en Grèz-sur-Loing, en una especie de colonia artística nórdica en suelo francés y se apoyaban mutuamente. Era como una Barbizon sueca. Privilegiaban el estudio de la naturaleza, la pintura al aire libre. Como veíamos la vez anterior: lo que se pintaba “en exteriores” no era considerado un cuadro; era sólo un boceto que se terminaba en el taller. Pero este ejercicio les dio la posibilidad de soltar la mano, de trabajar con más espontaneidad.







Gallen-Kallela, Vista del lago,
1901


El trato con los impresionistas no era directo,
pero esta nueva manera de pintar estaba en el aire de París, en los comentarios de las clases, en los periódicos, en las galerías… Había que recorrer las tan vilipendiadas exposiciones impresionistas. Imposible desconocerlos. El giro de estos artistas hacia el impresionismo (y siempre hablando en general, pues cada artista es un mundo) se da hacia 1882-1885, cuando los fundadores ya llevaban unas cuantas exposiciones encima. Krøyer, Paulsen, Johansen y Edelfelt fueron a ver la exposición de la Galería Petit, invitados por Liebermann (te lo mencioné la otra vez aquí): Monet había presentado 10 cuadros allí y el impacto fue tremendo en ellos.







En 1895 Monet viajó hasta Christiania, Oslo, donde vivía su hijastro Jacques Hoschédé. Llegó a pintar 29 cuadros allí. Pero lo más significativo es la huella que deja entre los artistas noruegos: Monet era una celebrity que había que conocer: todos lo iban a visitar, hasta el príncipe. Ya ves, el intercambio entre unos y otros era incesante.

Krøyer, Marie Krøyer sentada en el jardín de Mme. Bends,
sg. XIX

Krohg, Lucha por la supervivencia,
sg, XIX
Cuando estos artistas volvían a sus países, sus obras no tenían acogida entre el público. Muchos cultivaron la técnica impresionista para sí mismos, mientras pintaban cuadros realistas, folclóricos, teñidos del color local. Algunos no, se mantuvieron fieles a este estilo, pero lo adaptaron a los paisajes y costumbres de sus países.










Importaron la idea de la colonia de artistas; se reunían todos los veranos en Skagen, en Dinamarca. Allí pintaban del natural, libres de toda imposición academicista. Se alojaban en el hotel de los Ancher: Krøyer era uno de ellos; también estaban Krohg, Tuxen o Johansen. Las largas tardes de verano eran la ocasión perfecta para pintar cuadros de playa.

Krøyer, Tarde de verano en la playa de Skagen, Marie
Krøyer y Anna Ancher caminando juntas, sg. XIX

Aunque muchos de ellos no permanecieron en el impresionismo, su acercamiento a esta técnica les sirvió para aclarar la paleta personal y lograr más espontaneidad en la pincelada. Como te decía antes, la pintura al aire libre no era un fin en sí mismo para ellos, sino un ejercicio (siempre hablando en general, porque para todo hay excepciones…) 

Heyerdahl, En la ventana, 1881

Los motivos son los mismos que los artistas franceses,
aunque adaptados a sus respectivos países: paisajes con nieve, largas noches de verano, el trabajo en el campo, la vida al aire libre, la figura inmersa en la naturaleza y el retrato. También han pintado la ciudad y la vida moderna (y cómo no, a París). Por supuesto, la influencia de Monet, Sisley, Pissarro, Caillebotte es importantísima en este aspecto.








Buscan también los efectos de luz, las atmósferas, los reflejos en el agua… tal como lo hacía Renoir. Un tema que vuelve siempre son los interiores y la investigación de la luz. Claro, los escandinavos pasan una gran parte del año dentro de sus casas.

Järnefeldt, Somormujos, sg. XIX


Vemos también la preocupación por la representación del movimiento y el enmarque inspirado en las láminas japonesas o por la fotografía… como Degas.

Kreuger, En la lluvia, París, sg. XIX


Gallen-Kallela, Patinadores en la orilla
de Kalela, 1896

Podría hacerte una larga lista de nombres de artistas escandinavos.
Sólo te voy a mencionar a algunos, por países, para que al menos los conozcas.  (Como verás, hay varias pintoras en el grupo.) Sus cuadros son realmente maravillosos y me ha costado muchísimo seleccionar con cuáles de ellos iba a ilustrar este artículo. En estas imágenes reconocerás la huella de los maestros franceses, sin duda. Cada uno de ellos aportó sus ganas de sol y sus propios paisajes.








Dinamarca: Anna Ancher, Viggo Johansen, Karl Madsen, Julius Paulsen, Theodor Philipsen, Laurits Tuxen

Johansen, Luz de sol en el comedor, sg. XIX


Finlandia: Albert Edelfelt, Akseli Gallen-Kallela, Eero Järnefelt, Helene Schjerfbeck, Victor Westerholm, Maria Wiik

Westerholm, Paisaje de invierno del molino de Kymmene,
sg.XIX


Noruega: Harriet Backer, Hans Heyerdahl, Peder Severin Krøyer, Erik Werenskiold

Backer, En mi casa, 1887


Suecia: Richard Bergh, Hugo Birger, Ernst Josephson, Nils Kreuger, Carl Larsson, Bruno Liljefors, Karl Nordström, Hanna Pauli, Anders Zorn

Bergh, Noche de verano nórdico, 1899

¿Qué artista te gusta a ti? Yo no sabría con cuál quedarme (aunque tengo mis preferidos...)


Fuentes: Argan, G.C. Die Kunst des 20. Jahrhunderts 1880-1940. Berlin, Propyläen V., 1990

Honour, H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich, 1983

Walther, I.F. Malerei des Impressionismus, 1860-1920. Köln, Benedikt Taschen V., 1996;


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