(Imagen: C.del Rosso) |
¿Conoces Venecia? Tuve la suerte de visitar esa
ciudad hace muchos años. En ese momento todavía no había sido invadida por
turistas en cruceros, como lo está ahora. Había bastante gente, sí, pero era
algo bastante manejable.
Estuvimos, creo, 4 días.
Había un sol precioso,
aunque hubo alguna lluviecita repentina (“como suele suceder”, me dijo una
monjita). Mi plan era caminar la ciudad, hacerla mía. Iba con un mapa
indescifrable; el GPS era muy rudimentario y el roaming se hubiese comido todo
mi presupuesto. Indescifrable: no porque fuera un mal mapa, no; simplemente
porque pretender guiarse con él en ese laberinto de callecitas, puentecitos y
canales sólo puede ocurrírseme a mí.
Canaletto, Gran Canal hacia el puente Rialto, 1799 |
Quise absorber la ciudad, caminé y caminé. Me perdí
varias veces. Saqué muchas fotos, fui a museos. Me quedé con las ganas de ir a
algún concierto de Vivaldi. Probé los helados (fantásticos) y la pastelería
regional.
Guardi, Plaza de San Marcos, 1760 |
Es una ciudad misteriosa, laberíntica,
fantasmagórica. Es luz y agua, reflejos por todas partes. La artesanía del
cristal repite esos brillos. En la Punta de la Dogana me senté a leer un rato
largo, qué delicia (en esa época se podía…).
Monet, Palazzo da Mula en Venecia, 1908 |
Me quedaron muchos recuerdos de ese viaje y muchas fotos. Lamento no haber llevado esa vez los pinceles. Pasó el tiempo y no hubo otro viaje hasta allí. No sé si volvería ahora; no lo
disfrutaría como esa vez.
del Rosso, Venecia: soportes, 2016 |
Comencé una serie de Venecia con este cuadro.
Cuando andaba por ahí pensaba en que esa ciudad está sostenida sobre el agua
con pilotes. ¿Dónde están? No se ven. Iba buscando algún indicio, cuando me
topé con esta escena: los postes para amarrar los barcos. Llenos de
mejilloncitos o almejas, no lo sé; los metales, oxidados por el agua. Todo
tiene que ver con el agua. Las compras, las mudanzas, el ir a trabajar, todo se
hace en barco: rarísimo. Debe de ser muy difícil vivir en esas condiciones. Las
góndolas son para los turistas.
Más tarde, otro desafío. Conversaba con un colega
sobre cómo pintar la noche, lo difícil que es, que no se puede pintar del natural…
y me largué. A ver qué sale. Recordé las noches en esas callecitas, los
reflejos de las luces en el agua. El misterio. Lo que debe de ser en Carnaval.
Y sí, fue muy complicado pintar este cuadro: casi lo pinté a ciegas, sin
dibujo; las formas debían salir de las sombras.
del Rosso, Nocturno veneciano, 2017 |
del Rosso, Venecia misteriosa, 2017 |
Y otro más, para dar la sensación de misterio, de
esas noches tan mágicas… Aquí el reto estaba en lograr el color exacto de la
luz de las farolas, sus reflejos en el agua y la arquitectura en penumbras.
Azul-naranja, amarillo-violeta: otro par de complementarios.
del Rosso, (Tus) Máscaras venecianas, 2018 |
Me pidieron para una expo un cuadro de cierto
formato. Revisando fotos, bocetos, apuntes, me topé con una de un escaparate
(¿vidriera?) de una tienda de máscaras venecianas. Recuerdo perfectamente el
lugar, hacia dónde iba, mi cansancio, y qué andaba buscando. Me había
entusiasmado con los bordados típicos: inalcanzables para mí por el precio. Ahí
enfrente, las máscaras. Me quedé mirándolas un rato largo. Una artesanía
espectacular: los brillos, las cintas, los colores, los cascabeles… y la mirada
hueca, vacía. Me quedé pensando en las máscaras que nos ponemos día a día.
¿Quién eres en realidad? Detrás de todo ese boato, ¿qué hay? ¿Qué quieres
ocultar? Pensando en todas estas cosas, pinté este cuadro.
No creo que vuelva a Venecia. Ese viaje dejó mucha
huella en mí. ¡Cuántos maestros de la Pintura se enamoraron de la ciudad y nos
dejaron sus vistas? ¿Y las vedute de los venecianos? ¿Y los colores de la
Escuela Veneciana? Canaletto, Longhi, Guardi; el gran Tiziano, Tintoretto,
Veronese… (pincha en los nombres para ver posts anteriores). Monet se lamentaba
no haber viajado a Venecia más joven. ¡Hasta Kandinsky estuvo por ahí con sus pinceles!
Kandinsky, Venecia, 1904 |
No hay duda de que es algo especial y más, para los
que andamos buscando por la vida motivos para pintar.
Si pinchas en cada imagen, podrás verlas mejor en
mi página web.
Nocturno veneciano es una joya, una "perla" como diría una amiga peruana ....
ResponderEliminar¡Gracias!
ResponderEliminarCoincido, pero también Soportes, por su originalidad es otra joya pictórica.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tomás!
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