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jueves, 2 de octubre de 2025

Pintores en el teatro

Picasso, Boceto para "El sombrero de tres picos", 1919, acuarela

 

¿Te gusta ir el teatro?

A mí me encanta, más que el cine. Tiene una magia especial. Claro que hay que encontrar la obra y los actores que estén a la altura del texto. Es maravilloso ver cómo se transforman en el personaje y te involucran en la historia que te están contando.

Matisse, Vestuario para "El canto del ruiseñor",
1920

Y no sé tú, pero a mí me fascinan las puestas en escena, con todos los decorados y vestuario, que te transportan a un lugar y momento especial. No digo que un escenario vacío, sin decorados, no te haga emocionar; muchas veces así el actor se destaca y te incita a imaginar el espacio. Bueno, es cuestión de gustos.

Siempre me llamó la atención la técnica de los escenógrafos. Telones pintados, sugiriendo lugares detallados en el texto; muebles, objetos, la luz que indica horas del día o destaca a uno u otro personaje… Es la arquitectura, el diseño, llevado a un espacio concreto, el escenario, para dar vida a una historia, plasmada por actores y destinada a conmover a los espectadores. Trabajan con las 3 dimensiones, no como nosotros, los pintores, que nos tenemos que conformar con 2.

Küschner, Teatro de Dioniso, grabado 

La escenografía es tan antigua como el teatro. Ya los griegos usaban estructuras de madera giratorias pintadas con paisajes, máquinas que se elevan o bajan… A partir de la Edad Media las representaciones teatrales se hacían en las cortes y los señores no escatimaban esfuerzos en la decoración, contratando a artistas experimentados. (Sin dejar de mencionar a las compañías ambulantes que iban de pueblo en pueblo con sus espectáculos.) Leonardo era un experto en construir máquinas para la escena; incluso lo ponía en su currículum cuando se ofrecía en alguna corte. Arcimboldo deleitaba al Emperador con sus ingenios.

Misterios en Chester, grabado

Nos podemos imaginar cómo eran esos decorados por lo que nos han contado, pero no sabemos ciertamente cómo eran.

Kokoschka, Boceto para "Raimund", s.f.


Así que la relación entre la pintura y el teatro viene de lejos y es un matrimonio muy sólido. Hace un tiempo te conté la puesta en escena de Kandinsky para su “Son amarillo” y cómo colaboró en los decorados de “Cuadros para una exposición”. (Pincha en los nombres si quieres releer estos artículos.) 

Representación de "Son amarillo", Kandinsky,
Bayerische Staatsoper


Kandinsky no era el único en la Bauhaus interesado por el teatro. Oskar Schlemmer era otro de los profesores que utilizaban el teatro como una oportunidad de lograr la unidad de las artes, con el diseño de los decorados, las luces y el vestuario: el “Ballet triádico” fue la puesta en escena más famosa de la Escuela, con los estudiantes actuando y con una ropa muy extraña.

Schlemmer, Ballet triádico, 1922

Kokoschka, además de pintor, era escritor de obras de teatro, que escandalizaban al público por sus propuestas poco tradicionales. En los años 50 se dedicó a plantear la escenografía de obras como “La flauta mágica” de Mozart o de Shakespeare, por supuesto, con un planteamiento absolutamente rupturista.

Canaletto, Capriccio con arco de 
triunfo y escalinata, escenografía
para teatro, 1718

Canaletto, p.ej., venía de una familia de escenógrafos venecianos. Trabajó con su padre y su hermano, eso lo sabemos bien, en decorados para obras de Vivaldi y Scarlatti. Eran composiciones inmensas, con perfecta perspectiva, para que el decorado se viera real desde cualquier asiento. Eso implica saber trabajar a gran escala, con cuadrículas, teniendo en la cabeza el diseño final. Sus vedute tienen mucho de teatral. ¿No te parecen escenarios donde pasan cosas? 

Canaletto, Piazza di San Marco, 1720


Gran escenógrafo, como gran innovador que era, fue Picasso. La dupla Picasso-Diaghilev fue tremendamente productiva. En cuanto Diaghilev lo conoció le propuso llevar el Cubismo al escenario. Y Picasso no iba a decir que no. Acababa de morir Eva, eran los tiempos de la 1ra Guerra Mundial y para él fue la oportunidad para experimentar la tridimensionalidad y la interacción de diversas disciplinas artísticas. “Parade” fue el primero de varios trabajos (1917). Pintó un telón enorme con la ayuda de Balla, con elementos circenses y figuras deconstruidas (además del vestuario). Otra de sus creaciones: la escenografía era móvil y los mismos bailarines movían los decorados.

Picasso, Vestuario para "Parade", 1917

El segundo trabajo fue “El sombrero de 3 picos” (1919), de tema español, en el que también diseñó el vestuario. (¿Me puedes creer que tenía imágenes de sus bocetos, sacadas por mí en una expo, y no las termino de encontrar????). El telón estuvo colgado durante mucho tiempo en el restaurante del Four Seasons de Nueva York. 

Picasso, Telón para "El sombrero de tres picos",
1919

En 1920 estrenaron “Pulcinella”, más tradicionalista, con tema de la Comedia dell’Arte. Y en 1921, de nuevo con tema español: “Cuadro flamenco”, la recreación de un tablao flamenco.

Picasso, Boceto para "Pulcinella", 1920, gouache

Hubo muchos pintores escenógrafos, pero no quiero terminar este artículo sin mencionarte el trabajo de Derain en “La Boutique fantastique” (“La juguetería fantástica”, 1919) y Matisse en “Chants du roussignol” (“El canto del ruiseñor”, 1920), que, ya sabes, Matisse y Picasso tenían una relación de amistad y rivalidad, que te conté por aquí.

Derain, "La juguetería fantástica", 1919
(Imagen: Victoria & Albert Museum)

Picasso, Matisse, Canaletto, Derain, Leonardo, Arcimboldo… ¡una lista muy selecta de pintores increíbles!


Fuentes: Fundación March, Picasso: El sombrero de tres picos.

Madrid, Fundación March, 1993

Kowalczyk, B.A. Canaletto, prima maniera. Milano, Electa, 2001

Mckinney, J. The Cambridge Introduction to Scenography.

Cambridge, Cambridge University Press, 2009

Penrose, R. Picasso. Berkeley, University of California Press, 1981

 

 



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