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jueves, 24 de octubre de 2019

¿Y cuáles son los cuadros?


Hartmann, Las catacumbras de París, 1874

No sé si tú eres de música clásica o no. Te confieso que no soy muy melómana que digamos y no sé casi nada de música. Lo que te vengo a contar hoy tiene que ver con todo esto y pasó hace mucho tiempo.

Había descubierto en una disquería un vinilo (sí, sí, no existían ni los mp3 ni los CD) de Emerson, Lake & Palmer, “Cuadros de una exposición”. (Bueno, soy de la generación del rock…) ¿Exposición, cuadros???? Las “canciones” tenían títulos extraños: “La gran puerta de Kiev”, “La bruja Baba Yaga”… Música de cuadros, muy raro. Era un “remake” de una obra de Mussorgsky, un compositor ruso. Más tarde, pude escuchar la versión original. Pero ¿y los cuadros? ¿Dónde están? ¿O es todo una invención?

Todo eso quedó en el olvido, pasaron muchas aguas bajo los puentes y un buen día una nota pequeña sobre Mussorgsky en un periódico reavivó mi curiosidad. El periodista no se había esmerado mucho, así que me tocó buscar en libros y hacer la tarea yo misma. (Tampoco había internet ni Wikipedia...)

Mussorgsky era muy amigo de un pintor y arquitecto llamado Viktor Hartmann; era una gran promesa y era muy reconocido en Rusia. Los había presentado Stasov, un crítico, y congeniaron enseguida. Ambos pensaban que el arte ruso debía de dejar de mirar hacia el oeste e inspirarse en las propias raíces folclóricas. Tres años después de este encuentro, Hartmann muere sorpresivamente, a los 39 años, por un aneurisma. Dicen que se descompuso mientras andaba por la calle con Mussorgsky.

Hartmann, La cabaña de la Bruja Baba
Yaga, 1874
El compositor quedó muy tocado con la muerte de su amigo. Había terminado ya su Boris Godunov y el éxito era rotundo. Junto con Stasov y el conde Suzor, su mecenas, organizaron una exposición en homenaje a Hartmann. Tuvo lugar entre febrero y marzo de 1874, en la Academia de Arte de San Petersburgo, con 400 cuadros suyos, en su mayoría, dibujos y acuarelas. Mussorgsky quiso también rendirle su propio homenaje, a su manera y con lo que mejor sabía hacer. Se sentó al piano y, en 3 meses, compuso “Cuadros de una exposición”; se la dedicó a Stasov. La obra está pensada como si fuera el recorrido del mismo Mussorgsky por esa exposición, mientras contempla cada cuadro. El oyente, al escuchar la música, también la visita y se identifica con el mismo Mussorgsky.








La obra está compuesta por 10 piezas= 10 cuadros, con 5 interludios que él llama “Promenade” (paseos). Cada uno de esos cuadros le inspiran esos fragmentos de música y cada uno tiene un espíritu y un clima diferente.

¿Y los cuadros? Sólo quedan 6; el resto, perdidos. Hartmann desapareció de la Historia de la Pintura, y, si no hubiese sido por su amigo, nadie lo recordaría. Hice una pequeña encuesta entre los amantes de la música clásica que me rodean: todos saben quién es Mussorgsky, pero de Hartmann, ni idea. A veces, la Historia suele ser muy cruel.

Hartmann, El judío pobre, 1874
Como te decía, son 10 fragmentos de música que corresponden a 10 cuadros. La obra comienza con una introducción (“Promenade”) y engancha con “Gnomo”, de quien Stasov decía que parecía un cascanueces y que daba chillidos y saltos.  Luego de la 2da “Promenade”, sigue “Il vecchio castello” (“El viejo castillo”, titulada así, en italiano): parece que era un castillo medieval. Más adelante, otra “promenade”, y tenemos las “Tuilleries”, con niños jugando en ese parque de París. Pesadamente llega Bydlo, (“carro”). Y nueva “promenade”. Luego llega el “Ballet de los pollitos en sus cascarones” en un clima totalmente festivo. De todos éstos, sólo ha quedado un boceto de los pollitos.









Hartmann, El judío pobre, 1874
La siguiente pieza: “Samuel Goldenberg y Schmuyle, el judío rico y el pobre, que discuten vivamente. El pintor le había regalado a Mussorgky 2 bocetos de estos cuadros, que están perdidos. Mussorgsky los prestó para la exposición; nos quedan 2 acuarelas. Nueva “promenade” y pasamos al “Mercado de Limoges”; le sigue “Las catacumbas de París”, con tono más tenebroso. El nombre se lo puso en latín: “Catacombae sepulcrum romanum”. No eran catacumbas en estricto sentido: se trata de cuevas, excavaciones que se hicieron en París en la época de Napoleón III, como cementerios. De esta composición sí tenemos el cuadro, aunque hay serias dudas de que haya estado en la exposición. Dicen que uno de los personajes es un autorretrato de Hartmann.




Hartmann, La gran puerta de Kiev, 1874
Y si seguimos, nos encontramos con “La cabaña de la bruja Baba Yaga”, que tiene patas de gallina (¡una casita caminante!), que tiene que ver con un cuento tradicional ruso. Y por último, el gran final con “La gran puerta de Kiev”. También tenemos los cuadros en los que Mussorgsky se inspiró para estas 2 composiciones.  La puerta de Kiev, en realidad, era un proyecto arquitectónico que Hartmann había presentado en un concurso: se quería conmemorar el hecho de que el zar Alexander II se había salvado de un atentado. Nuestro arquitecto ganó el concurso, pero el proyecto nunca se concretó.










Hartmann, Bosquejo para "El ballet de los pollitos",
1874
¿Y los cuadros que no están, realmente se han perdido? ¿O estarán en la imaginación de Mussorgsky? En los registros de la exposición, de todos éstos se mencionan sólo 3: “La bruja Baba Yaga”, “El ballet de los pollitos” y “La gran puerta de Kiev”.















Una pena que no podamos saber más, imaginarnos cómo sería la exposición, imaginarnos a Mussorgsky deambular por la sala. Seguramente, los cuadros iban llenándole el alma de sonidos.

Kandinsky, Gnomus, 1928 (Imagen: bauhaus-dessau.de)

En 1922 Ravel la adaptó para orquesta y le sacó la 5ta “Promenade”: no fue la única orquestación, pero es la versión más famosa. La original es sólo para piano.

En 1928, en Dessau, se presentó una adaptación de esta obra para teatro y se le encargó a Kandinsky que hiciera la escenografía. La música cobró vida y los cuadros fueron reinterpretados. Éstos no pueden reemplazar a las obras perdidas de Hartmann, desde luego. Pero si Mussorgsky se inspiró en sus cuadros y los hizo música, Kandinsky, que era también músico, se inspiró en la obra de Mussorgsky y les dio vida. (El director de escena fue Felix Klee, el hijo del artista.)

Kandinsky, La gran puerta de Kiev, 1928 (Imagen: bauhaus-dessau.de)


Si quieres escucharla, pincha aquí.

Y si tienes curiosidad por ver cómo es la versión de Emerson, Lake & Palmer, pincha aquí. 

Fuentes: Flamm, Chr.: Modest Mussorgski. Bilder einer Ausstellung. Kassel, Bärenreiter, 2016
Russ, M. Mussorgsky: Pictures at an Exhibition. New York, Cambridge University Press, 1992


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