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jueves, 3 de julio de 2025

Pixelar con piedritas

 

Mosaicos de La Alhambra, sg.XIII-XV


Los mosaicos

Los mosaicos son obras muy antiguas pixeladas. ¿Creías que los pixeles son algo nuevo? Más bien, es ponerle un nombre nuevo a algo muy antiguo.

¿Qué son los mosaicos? ¿Por qué surgieron? ¿Y por qué me vienes con esto, Cristina, en un blog sobre Pintura?

Tienes toda la razón. 

Técnicamente un mosaico no es pintura de manera estricta. Se los considera dentro de la Pintura porque es un arte bidimensional. Además, algunos han sido confeccionados con piedritas pintadas.

¿Por qué se llaman así? Según la RAE:

Del it. mosaico, y este del lat. mediev. mosaicum [opus]; propiamente '[obra] relativa a las musas'.

¡Oh, las Musas! Estaban tan bien hechos, eran tan maravillosos, que sólo se podían haber logrado a través de la inspiración de las Musas.

Mosaicos en Pella, sg. IV a.C.


¿A quién se le ocurrió “pintar con piedras”? Los primeros ejemplos existentes provienen de la antigua Persia, allá por el 3000 a.C., y seguimos usándolos hasta hoy. Al principio, eran piedras de forma irregular que se colocaban el suelo, a modo de pavimento, formando dibujos, patrones… Tenían una función práctica, es decir, no mancharse con el barro y afirmar la tierra de las calles. Pero pronto se le vio otra utilidad, la de decorar paredes. Bueno, sí, se pintaban murales, con la técnica del fresco, pero, tú sabes, en zonas húmedas decorar con frescos es perder tiempo y dinero, porque no se afirma, se borra con la lluvia… 

El mosaico es una decoración con ganas de permanencia.

Mosaico de Theodora, San Vitale, Ravena, sg. VI

La técnica se fue perfeccionando con el tiempo. De piedras sin pulir se pasó a otras pulidas. De utilizar el color natural de las piedras, a pintarlas para tener mayor variedad de colores. El paso siguiente fue cortar placas de mármol con formas idénticas para lograr un patrón. Y el otro paso: usar placas cocidas de arcilla con esmaltados de colores por encima, o sea, los azulejos.

En todos, el proceso es el mismo: se toma la figura con la que se va a trabajar, se la dibuja en una cuadrícula y ésta se pasa a una tela. Cada tesela (así se llama cada unidad) se coloca dada vuelta, con la cara visible hacia abajo y en el lugar que le corresponda. Se le echa el adhesivo por encima y se aplica en la pared con la ayuda de la tela. (Mira qué actual es que incluso ahora te venden los azulejos en paños listos para pegar…)

Cristo Rey del Universo, Duomo di Monreale,
Sicilia, sg. XII


Naturalmente, esta técnica tiene sus limitaciones: no se pueden representar difuminados o sombreados, con lo cual se busca que las figuras sean lo más esquemáticas posible.

Son innumerables los ejemplos que te podría citar. Vamos por partes.

Los griegos empezaron a usarlos entre el siglo IV y II a.C. Fueron ellos los que pasaron de las piedritas con formas irregulares a cortar placas de mármol según un modelo. Para que la figura resaltara del fondo, las teselas rodeaban el contorno de la misma, seguían la dirección de la forma de la figura.  El más famoso es éste, el Mosaico de Alejandro Magno en la batalla de Issos, una copia romana encontrada en Pompeya. O el de Pella (sg. IV a. C.).

Mosaico de Alejandro Magno en Issos, sg.I a.C.


Los romanos continuaron con la tradición. Parece que les gustaban mucho, pues hay abundantes ejemplos de suelos o decoración mural hecha con esta técnica. No podemos obviar al perro más famoso de la Historia del Arte, el “Cave canum” (Cuidado con el perro), muy recurrente en toda Roma. Éste fue encontrado en la Casa de Orfeo, en Pompeya. Aquí se puede ver perfectamente lo que te comentaba antes: cómo la disposición de las teselas sigue la forma de la figura.

Mosaico "Cave canem", sg. I a.C.


Y ya que estamos: ¡las chicas con bikini!, un mosaico encontrado en la Villa Romana del Casale en Sicilia. (Era la ropa que usaban las romanas cuando hacían gimnasia.)

Mosaico de la Villa Romana
del Casale, sg. III d.C.


Maravillosos son los mosaicos bizantinos: utilizaban el vidrio, que produce efectos de luz increíbles, y el pan de oro, que te transporta a la luz celestial. Hacen el esfuerzo de mejorar la representación de las figuras. Tienes ejemplos en Santa Sofía de Estambul, en la Basílica de San Marcos de Venecia y en todos los de Ravena, como San Vitale o San Apolinar Nuevo.

Basílica de San Marcos, Venecia, sg. XII-XIV

En los siglos siguientes hay que destacar los mosaicos de la cultura árabe, en especial, los de la Alhambra, del sg. XIII. En el Islam, generalmente, no está permitido representar figuras humanas o animales, por lo tanto, se esmeraron en la ejecución de flores, arabescos de inspiración en la caligrafía y composiciones geométricas abstractas. Son tan perfectas que son modelos matemáticos dignos de estudio. Los hacían con azulejos, es decir, fabricaban placas de distintos tamaños con la técnica de la cerámica: placas de arcilla cubiertas de esmalte.

Gaudí, Parque Güell, 1914 aprox.


Y de la Edad Media tenemos que saltar al sg. XIX, al Modernismo (o Art Nouveau), cuyos artistas se inspiraron en el arte bizantino (en aquellas iglesias de Ravena o de Sicilia). ¡Qué te voy a contar de Gaudí! ¡Era creatividad pura! Su técnica de mosaico es lo que se llama “trencadis”, una técnica tradicional que consiste en aprovechar azulejos o cerámicas rotas y colocarlas como en un patchwork colorido. Digamos que era un reciclado perfecto.

O'Gorman, Fachada de la Biblioteca de la 
UNAM, 1956


Los muralistas mexicanos también usaron muchísimo los mosaicos. Y, como otro gran representante: Miró.

MIró, Mural del Aeropuerto de Barcelona, 1970


Los mosaicos modernos se diseñan a partir del computador, se cortan con láser y se utiliza todo tipo de materiales.

Así es: las teselas son pequeñas unidades, fragmentos de una estructura mayor, que tienen las características necesarias para que, en conjunto y ordenadas según un patrón, den significado a la totalidad. Tal como nuestros pixeles. 

No hay nada nuevo bajo el sol.

Fuentes: Beard,M.-Henderson, J. Classical Art. 

Oxford, Oxford University Press, 2001

Cormack, R. Byzantine Art. Oxford, Oxford University Press, 2000

Honour, H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich, 1983

Sekules, V. Medieval Art. Oxford, Oxford University Press, 2001

Zerbst, R. Gaudí. Köln, Taschen, 2005

 

 

 

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