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sábado, 19 de octubre de 2024

Agapantos


Agapantos


¿Ya pasó un mes? Vaya.

Te debía una confirmación. Efectivamente, este cuadro desbancó del primer puesto a "Casa Sorolla" (te lo mostré el mes pasado aquí).

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Primer puesto en las visitas por estos últimos meses. Quién sabe si se mantendrá, pero, por lo pronto, le ha gustado a gente de lo más diversa: de España, de Reino Unido, Rusia, Malasia, Argentina, Chile, Estados Unidos, Italia, Francia, Suecia, Arabia, México, Polonia... 

Para mí es una gran sorpresa, porque no daba ni dos pesos por este cuadro. Nunca se sabe, ¿viste? Realmente, disfruté mucho al pintar. Sin presiones, sin plazos, sólo disfrutar del momento. 

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Usé una tela en la que había pintado un desierto. Sí, hay un desierto debajo de esas flores. ¿De no creer, no? No me gustaba, la tela está en buenas condiciones, me ocupaba espacio en el almacén y quise aprovecharla. No me dio lástima hacer desaparecer ese cuadro. Pocos lo entendieron, a nadie le gustaba, y a mí, menos. 

Y no me gustan los agapantos. A ver, es una flor muy decorativa, pero no me atraen para nada. Será que me quedó la imagen de mi papá y de mi nonno tratando de sacarlos del jardín de la entrada. ¡Vaya si les costó! A pura pala. 

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En fin, buscaba un motivo para reciclar la tela del desierto. Paseando por un parque, un día de mucho sol, los vi. Me dije: "Bueno, vale, agapantos". Hice bocetos ahí mismo; me llevé unas cuantas ideas para ejecutar en el cuadro. 

Y me fui enganchando.

Primero, quitarle todo el relieve que tenía el cuadro anterior. Después, darle un fondo oscuro. 


Me gusta dejar rincones semiocultos para que puedas pasear con la mirada. Y con pincel seco y pintura sin diluir, una línea de horizonte que separa la composición en dos franjas horizontales.

El paso siguiente: las hojas. Las flores, al final. 



Cuando intentes representar un motivo floral o árboles, trata de entender cómo crece, su estructura, cómo se mueve al viento... Eso es lo más difícil. 

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La dirección de la luz, la hora del día, los colores, te los da el motivo mismo. Puedes cambiar lo que quieras, lo que más te guste. Yo preferí acentuar el amarillo del fondo y exagerar la luz en las flores. 



Así es cómo se gestó este cuadro: a partir de un desierto, con flores que no me llaman la atención... pero que me atraparon y me hicieron disfrutar del proceso. Y, por lo que veo, a ti y a los otros visitantes de la web, también.

¡Cuéntame si te ha gustado! Me encantaría conocer tu opinión.

Si quieres saber más sobre este cuadro, puedes verlo en mi web pinchando aquí.

También lo tienes en mi galería de SaatchiArt.

¡Espero poder exponerlo pronto!





2 comentarios :

  1. Muy bueno Cristina, te felicito, creo que el cuadro, sobre todo en los agapantos que contrastan con el follaje más oscuro, da una sensación de volatilidad, algo etéreo y sutil en las flores muy interesante.

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  2. Gracias, Tomás. Me alegro de que te haya gustado!

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