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jueves, 28 de diciembre de 2023

¿Originales o copias?

 

Leonardo da Vinci, Gioconda, 1502


Cosas que se dicen de los museos


Ya me pasó varias veces. Algún alumno o alguien que sabe que me dedico a estas cosas:

“Profe, ¿Ud. cree que los cuadros de los museos son los originales?” 

¿No serán copias?

Es una duda entendible: hoy en día, con una impresora 3D, se puede reproducir cualquier cosa. Si hasta tenemos una reproducción milímetro a milímetro de la cueva de Altamira… ¿Por qué no hacer lo mismo, p.ej., con La Gioconda?

Nueva cueva de Altamira

Leonardo, La dama del armiño,
1483

El caso de La Gioconda es paradigmático.
Es el ícono de la Historia de la Pintura por excelencia. Como cuadro, ¿es una gran obra? Sin duda: Leonardo era uno de los grandes, aunque la Pintura para él era algo más entre sus tantas ocupaciones. A mí, particularmente, me gusta más La dama del armiño: es una opinión personal, ciertamente, y cada uno tendrá sus preferencias. ¿Por qué es tan famosa? Ya te conté lo que fue el robo que sufrió en 1911 y el impacto que tuvo de ahí en más (Lo puedes releer aquí y aquí.)

Fue atacada 5 veces. En 1956 la rociaron con ácido y sólo dañaron su parte inferior; el mismo año le arrojaron una piedra, sin mayores consecuencias. Demasiado: el Louvre decidió enjaularla en una coraza de vidrio. En 1974 en una expo en Japón la rociaron con pintura roja, pero no pasó nada, porque estaba con su protección. Finalmente, se optó por ponerle una cubierta antibalas. En el 2009 una visitante le arrojó una taza de té. Y hace un año, un pastel. (Bueno, los jovencitos que se pegan con la gotita a los marcos y cristales de los cuadros no son muy innovadores, que digamos.)


Esta señora no sólo atrae a vándalos (¿será envidia? ¿Los 15’ de fama de Warhol?) sino a miles de turistas que anhelan verla y sacarle/sacarse una foto. Una verdadera peregrinación para contemplarla, horas de espera, colas… para no ver nada. No te puedes acercar a ver los detalles y encima, el vidrio de protección. Se entiende mejor el cuadro en Google Arts & Culture, con imágenes de alta resolución, que frente a él. (Si te interesa, tienes aquí el enlace.)

(Imagen: diario El Mundo)


¿Cuántas personas van a ver a esta señora al Louvre? Unas 30000 por día. Para un museo, esta enormidad de público es un gran desafío. Aquí entra todo un estudio de flujo de multitudes, alarmas, sensores, circuito cerrado de tv y muchos guardias en sala. Por supuesto, no esperes un asiento para contemplar tranquilamente algún cuadro en particular. La idea es que circules, no que te sientes. No existe la contemplación artística con el turismo de masas.

Hagamos la cuenta. El Louvre cierra un día a la semana y 3 días festivos en el año; si la entrada cuesta unos 17 euros, tendríamos aprox. unos 160 millones de euros anuales (promedio: no estamos calculando, p.ej., los casos especiales con entrada gratis o reducida). El Louvre es el museo más visitado del mundo. Claro, ésos son los ingresos por entradas, no conocemos lo que aportan patrocinadores y no sabemos a cuánto ascienden los gastos en sueldos, mantenimiento, seguros, conservación, etc.  Parece mucha plata, pero la mayoría de los museos son deficitarios (millonadas). No sé cómo será la situación financiera del Louvre, pero me imagino que no será una excepción.

(Imagen: diario El Mundo)


Mona Lisa, Museo del Prado,
1516?

¿A qué voy?
Pensemos en la posibilidad de que La Gioconda sea llevada a una exposición al extranjero (después de la experiencia de Japón…. no creo que la hagan viajar de nuevo) o simplemente, que la lleven a restaurar. Algo que pide a gritos: tiene siglos de barnices amarillentos. Sólo basta con considerar a la copia del Prado para imaginarse cómo debería verse la original. ¿Cuántos ingresos se perdería el Louvre por entradas sin su cuadro-gancho? (Está probado que la copia del Prado fue pintada simultáneamente a la del Louvre, en la misma tabla y quizás por un discípulo.)






Leonardo?, Salvator Mundi,
1500

¿Y cuánto vale La Gioconda?
No tiene precio. Nadie lo sabe. Alguna vez, hace tiempo, trascendió que hay seguros comprometidos por 800 millones de dólares. Para que compares: el cuadro más caro vendido hasta ahora es Salvator Mundi (supuestamente, también de Leonardo), por unos 450 millones de dólares.

Y volvemos a la pregunta inicial: viendo todos estos datos, ¿se arriesgaría el Louvre a perder este cuadro o permitir que lo roben o lo dañen? Copias hay muchas, pero obviamente, nada que ver con la mano del maestro.






¿Se podría colgar una copia hecha en 3D? Como poder, se puede, y en ese caso sería el secreto mejor guardado del mundo. (Esto se suele hacer más de lo que crees: una joyería de alta gama no suele exhibir sus productos, o bien, se ponen en la vidriera reproducciones de menor valor, por razones obvias.)

El problema es si se debe. No, no se debe. Colgar una copia en un museo, sin decir que lo es, es engañar a la gente, es fraude. Muchas veces, cuando una obra icónica de un museo se presta para una exposición, se cuelga una reproducción, pero se aclara que lo es. En esos casos, no sirve para nada mentir: está en otra exposición, es público y notorio. Puede ocurrir también que un cuadro sea una falsificación y que nadie se haya dado cuenta. ¿Cuántas puede tener un museo? En Inglaterra y en Francia se dice que puede haber hasta un 20% de falsificaciones entre las pinturas expuestas. Hay miles de Modigliani y Picasso falsos dando vueltas por ahí. Corot y Canaletto tuvieron que lidiar en vida con este problema.

Rembrandt?, El hombre del 
casco de oro, 1650

Hay casos como el de
Rembrandt, en el que es muy difícil saber si tal o cual obra es realmente de su mano o de sus discípulos. Y así también con muchos otros. Por otro lado, Renoir firmaba cuadros que no había hecho él, sólo por ayudar al dueño, para que pudiera venderlo a un precio más alto. Dalí hacía lo mismo, pero sólo por diversión.

En realidad, el problema lo tenemos nosotros. Hoy en día, y más, a partir del Romanticismo (lo hemos visto por aquí) encumbramos al artista como el gran hacedor de una maravilla, el gran genio. Algo que en el pasado sólo estaba reservado a unos pocos elegidos (como el caso de Leonardo). Sin embargo, durante mucho tiempo en la Historia de la Pintura el pintor trabajaba con ayudantes; en muchos casos, apenas si daba una pincelada; sin embargo, se firmaba con su nombre, como si fuera una marca de fábrica. Hoy tienes a Hirst, a Kapoor, a Koons, que apenas si meten mano en sus obras: dan las ideas, dirigen al taller, pero poco hacen.


Hirst, Valium, sg. XXI


Pero de ahí, a colgar una copia y hacerla pasar por una original… estamos en un problema.

En fin, después de todo lo que te dije, seguro que te queda una sensación de inseguridad y decepción. O sea, ¿no todos los cuadros son lo que son? ¿De quiénes son?

Espero no haberte desilusionado… Y si quieres mi opinión: prefiero pensar que La Gioconda que está en el Louvre es la original… ¿Será verdad?

Fuentes: Charney, N. The art of forgery. London, Phaidon, 2015

Notas personales


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