Chagall, Abraham y los 3 ángeles
Poco te he hablado de Chagall en este blog. No porque no me guste: me
encanta. En todo este tiempo no le encontraba su sitio en la planificación. Se
supone que mi lista de temas/artículos tiene que tener un hilo, una conexión,
con lo que venimos hablando, ¿no?
Es que Chagall es un outsider, como le diríamos ahora. No encaja en
ninguna etiqueta de la Historia del Arte. Otra vez con las etiquetas. Buenas
para ser didáctico, pero poco útiles para meter en una caja a artistas que
hicieron su propio camino.
Chagall era ruso y judío. (Ahora sería bielorruso.) No las tenía todas
consigo. Como le ocurrió a muchos artistas judíos, tuvo que emigrar una y otra
vez: cosas de la Historia. Siempre fue fiel a su tierra y a sus tradiciones.
Estilísticamente pasó por el cubismo y el fovismo, pero le quedaron chicos.
Encontró un lenguaje propio a través del color y un estilo personal, difícil de
encasillar. ¿Surrealista? Tampoco. ¿Pintor metafísico? Casi, casi. Las
etiquetas no sirven, o sirven de vez en cuando.
En la presentación de hoy te muestro su obra “Abraham y los 3 ángeles”, que
pertenece a su ciclo de pinturas sobre el mensaje bíblico, del Antiguo
Testamento.
Los ángeles llegan con un mensaje muy especial.
¿Lo vemos?
Fuentes: Chagall, M. My life. London, Peter Owen,1965
Wilson, J. Marc Chagall. New York, Schocken, 2007
Nota: En la presentación te comento que Matisse estaba decorando la Capilla
del Rosario. Por si no lo recuerdas, te dejo aquí abajo el enlace del artículo
en el que te lo conté.
"Pero, ¿por qué hace Ud. estas cosas?"
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