Tissot, El picnic, 1886 |
Me dio nostalgia. ¿Cuánto tiempo
hace que no armamos un picnic? Solía organizarlos con los niños o con mis
alumnos. Lo pasábamos super bien. Hasta tengo una cesta bien pertrechada (un
regalo que me vino muy bien). Creo que ya es hora de desempolvarla y elegir un
lindo entorno.
Este sentimiento ha sido plasmado
en el arte muchísimas veces: compartir una tarde en medio de la naturaleza con
un tentempié. ¿Por dónde empezamos? A ver…
Steen, El picnic, 1660 |
Por aquí tenemos uno de Steen, ¿te acuerdas? La familia sale a pasear y recupera fuerzas en la taberna al aire libre, un Biergarten… ¿La madre le da ¿cerveza? al niño? (1) El padre está limpiando un arenque, el perro está esperando ansioso… Más atrás hay un vendedor de pescado y camarones. ¿Qué te parece? ¿Vale como picnic si te sientas a una mesa?
Mira éste de Monet (lo vimos por aquí). Recién se han levantado de la mesa y nos han dejado panecillos, peras, melocotones, algo de vino y ¡el té! ¿Quién se ha olvidado la sombrilla y el sombrero?
Monet, El almuerzo, 1873 |
Monet, El almuerzo sobre la hierba, 1866 |
Los impresionistas amaban la naturaleza, disfrutar del aire libre… y pintarlo todo. Mira estas obras de Renoir. Después de remar por el río, pasar el rato con las señoras en el restaurante…
Renoir, El almuerzo de los remeros, 1881 |
Renoir, Final del almuerzo, 1879 |
Y una sobremesa más elegante al aire libre… Tiempo del café.
Mi preferido es “El picnic” de James Tissot, junto al Támesis. La chaperona hace la vista gorda, las señoritas y señoritos lo están pasando fenomenal. Está fresco y nos hemos llevado hasta el juego de té… No falta el fiambre, la fruta ni el budín inglés…
Cassatt, La taza de té, 1879 |
Si es por elegancia, hay que buscar a Mary Cassatt, con su taza de té en el jardín…
¿Tea party? ¿Por qué no? Mira ésta de Miller, lleno de colorido.
Miller, Té de la tarde, 1910 |
Cucuel, Té en el parque, sg. XX |
Y éste de Cucuel: té, pasteles, fruta, un libro y amigas para conversar. ¿Qué más puedes pedir?
Estos señores de Botero no
son tan elegantes, pero parece que lo han pasado super bien. Mucha fruta
tropical, pan, zumo recién exprimido y embutidos… y luego, ¡echar una siestita
en la hierba!
Botero, Picnic, 1989 |
¿Adónde nos vamos de picnic? Y si
no has salido de vacaciones o ya has vuelto y te quedaron ganas de más, ¡busca
un parque o un rinconcito en tu balcón!
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