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jueves, 29 de diciembre de 2016

Un nuevo año

Deseos de paz

Picasso, Paloma de la paz con manos entrelazadas (Imagen: Tate Gallery)

¿Qué sentimientos te sobrevienen cuando comienza un nuevo año? Para mí son días de fiesta, de familia (y de mucho trabajo en la cocina) y tiempo de reflexiones. Pienso en lo bueno del año anterior que me quiero llevar al que estamos comenzando y en lo malo que quiero dejar atrás. Recordar a los que no están y agradecer por los amigos que acabo de conocer y los que están ahí desde siempre. Y pensar en la paz que necesita este mundo, mucha paz y belleza para las almas.

Picasso, Mujer con palomas, 1930

Y, pensando en todas estas cosas, me acordé de Picasso y de sus palomas. Su Paloma de la Paz es un icono universal. Y como éste es un blog sobre pintura, qué mejor que entregarte mis saludos de Año Nuevo contándote la historia de Picasso y sus palomas.








Ruiz y Blasco, Palomar, 1868
Picasso las adoraba: había vivido rodeado por ellas desde su infancia. Su padre, José Ruiz y Blasco, las criaba y las pintaba. Era buen pintor y profesor; fue él el que descubrió el talento de su hijo y le dio las primeras lecciones. El pequeño Pablo comenzó a pintarlas ya en esa época: su padre lo ponía a hacer bocetos de ellas. 









Picasso, Palomas y conejos, 1892
Para él, su padre y las palomas eran una misma cosa: se cuenta que llevaba siempre una escondida en su chaqueta cuando iba a la escuela, esperando a que su padre volviera a buscarla, y de paso, a él también. En esos tiernos años, una paloma era el imán de la esperanza.








Las quería, eran parte de su vida, y las admiraba porque sabían defenderse solas. Para él eran bichos crueles, rapaces, no las idealizaba para nada. Y las tenía a su alrededor siempre, hasta tal punto de que en París andaba siempre con una en el hombro.

Matisse rodeado de palomas, 1944 (Imagen: Cartier-Bresson)
Matisse también estaba rodeado de aves. En 1948 tuvo que mudarse a Cimiez y, al no tener lugar en su nueva casa para tantos animales domésticos, decidió regalarle sus palomas a su amigo Picasso, pues sabía que él las cuidaría muy bien. Picasso las aceptó feliz. En esa época vivía con Françoise Gilot y su hijo Claude en una cabaña destartalada en las colinas de Vallauris. Las metieron en un gallinero junto con la tortuga Eloísa y había que vigilar que los gatos del campo no se las devoraran. Claude jugaba con ellas.



Picasso, Paloma de la Paz, 1949 (litografía)
Siempre buscando nuevas técnicas de expresión, ese mismo año comenzó a experimentar con la litografía en el taller Mourlot. Toutains, el impresor, le trajo una tinta transparente que se diluía con agua. La probó pintando esta paloma. Años más tarde, Toutains afirmaría que nunca había visto semejantes matices en esta técnica. Era tal su talento que nunca fue un principiante en ninguna disciplina artística.





En febrero de 1949, el poeta surrealista Louis Aragon fue a verlo a ese taller y le pidió alguna imagen para el cartel del Congreso Mundial de la Paz, que se celebraría en París. Picasso le dijo que eligiera lo que quisiera de lo que había en el taller y Aragon se llevó la litografía de prueba de la paloma. 











Picasso, El niño con la paloma, 1901

Picasso no le dijo nada, pero le comentó a Françoise con extrañeza: las palomas son crueles, no tienen nada que ver con la paz. Además, no era una paloma hecha y derecha, sino sólo un pichón. Vaya con el poeta: no sabe nada de pájaros. El 19 de abril comenzó el Congreso y los carteles con la paloma de Picasso llenaron París; esa misma noche nacía su hija, que recibió el nombre de Paloma por esta razón.

Millais, El regreso de la paloma
al Arca de Noé, 1851











Volvió a pintarlas una y otra vez, en distintas variantes, técnicas y formatos. Aparecieron en los carteles de los siguientes Congresos de la Paz: Berlín, Estocolmo, Viena, Roma y Moscú y fue usada por el Partido Comunista en sus mítines.





Picasso, Paloma de la paz, 1961



La más famosa es la de 1961, con la rama de olivo en el pico, cuyo antecedente directo es la paloma del Génesis, que anuncia el fin del Diluvio y de la ira de Dios y presente en cientos de obras de la Pintura universal.





Picasso, Palomas en el estudio, 1957


Picasso fue el artista que denunció de manera tajante, con su Guernica, el horror de las guerras de nuestro tiempo. Y también fue el que mejor supo interpretar con su arte las ansias de paz.
Picasso, La paloma, 1912








En este año que comienza te deseamos mucha paz para tu corazón.






Fuentes: Gilot, F. Matisse und Picasso.  München, Knaur, 1995


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