En los congresos

 

Manet, La casa en Rueil, 1882

pueden pasar muchas cosas

¿Te ha tocado en tu profesión o en tu trabajo tener que asistir a un congreso?

En estas ocasiones pueden pasar muchas cosas. 

Es una oportunidad para hacer "networking", conocer nuevas tendencias o nuevos enfoques y pasear.

Degas, Retrato de James Tissot, 1866

Generalmente, dependiendo del presupuesto de la organización, se suelen hacer visitas a lugares dignos de ver en la zona, museos, viñedos, ruinas... o una buena cena en un lindo restaurante.

La historia que te cuento hoy es real. No te puedo dar muchos datos, ya me entenderás.

Estábamos en un congreso en donde se hablaba sólo inglés. Los anfitriones nos llevaron a cenar, nos llevaron a una excursión en barco por el río, tuvimos varios cócteles... y, no podía faltar, conocer el museo de la ciudad.

No era un museo muy grande. Se podía recorrer tranquilamente en una hora. Había una exposición muy buena sobre el Impresionismo. (A mi juego me llamaron.) Yo lo disfruté muchísimo. Había cuadros que ya conocía, pero otros no, así que me los devoré.

Sisley, El puente de Villeneuve-La Garenne, 1872

Los organizadores guiaban al grupo, que se mantenía bastante unido en el recorrido. Había una guía, pero yo prefería seguir mi propio orden, sin dejar la sala. Había Monet, Manet, Sisley, algún Degas, algo de Cézanne... Muy interesante.

Toulouse-Lautrec, Baile en Le Moulin Rouge, 1889

En un momento, uno de los asistentes se sentó, no sé si era porque estaba aburrido o porque realmente estaba muy cansado. Detrás de mí, los anfitriones comentando en voz baja la visita. El que estaba sentado le preguntó a la guía, sin levantarse de su asiento:

"¿Eso es un Toulouse-Lautrec, no?"

Absoluto silencio.

Toulouse-Lautrec, Divan Japonaise,
1893, litografía

Era un Manet, ése que te pongo arriba.

Detrás de mí, oí un 

"Was für ein Dummkopf!"

Así, en alemán. Los dos anfitriones. Eso en alemán quiere decir algo así como

"Pero, ¡qué idiota!"

Un papelón. 

La guía, con toda amabilidad, le explicó que no, que era un Manet. Que es uno de los últimos cuadros de Manet, que ya estaba muy enfermo y que no podía salir a pintar al aire libre. Estaba en Rueil tratando de recuperarse y aprovechó el patio interior de la casa para poder pintar. 

Manet, El matador saludando
al público, 1866

A ver. No tienes por qué conocerte los miles y miles de cuadros que existen en el mundo. Pero si eres del ámbito de la cultura, como supongo que era este señor cansado, hay cosas que debes saber. O al menos, cállate si no estás seguro. Pon cara de entendido y escucha a la guía, que para eso la contrataron.

Pero lo peor (y supongo que la reacción de los anfitriones fue por esto que te voy a decir) es que si no sabes, no cuesta nada levantarse y mirar el cartelito. 

Monet, La Grenouillère, 1869

Así que si no estás seguro, lo mejor es callar. Es mejor mostrar interés por aprender que mandarse la parte. Pues en este caso este señor evidenció, en un ambiente lleno de colegas, algo más que no saber de arte y quedó tal como lo etiquetaron los organizadores.

Por eso, si necesitas aprender la habilidad de la comprensión de la Pintura y mejorar el nivel de tus relaciones laborales y sociales, sin temor a que te pase lo que a este señor;

si estás cansado de que te vendan en los museos una historia que no te termina de convencer

o simplemente, quieres pasar un rato entretenido y llenar tu vida con colores... 

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Si quieres saber más, puedes pinchar aquí , donde te cuento todos los detalles.

Si tienes dudas, ¡escríbeme y conversamos!

Ten en cuenta que cierro las inscripciones el martes 24 de junio.

Y si no te interesa pero conoces a alguien a quien le pueda servir, ¡pásale el dato!