Longhi, El rinoceronte, 1751 (Ca'Rezzonico) |
Clara, la rinoceronte
Que hay cuadros raros en la Historia de la Pintura no cabe ninguna duda.
Éste es uno de ellos: el cuadro de Clara, la rinoceronte, pintado por
Pietro Longhi. Pobre bicho.
Antes del sg. XVIII, un rinoceronte era algo prodigioso, maravilloso y
extraño para los europeos, una figura mitológica, casi comparable a los
unicornios o a los dragones.
Durero, Rinoceronte, 1515 |
El primero en llegar a Europa fue el que inmortalizó Durero en 1515. Era un
ejemplar de la India, que había llegado a Portugal y a quien quisieron regalar
al papa León X. El animal no llegó con vida a destino, pues el barco naufragó a
causa de una tormenta: si no hubiese estado encadenado, quizás se hubiese
salvado nadando... Su cadáver fue recuperado, enviaron la piel a Lisboa, lo embalsamaron
y así lo enviaron de vuelta a Roma. Obviamente no era lo mismo. Rafael lo
incluyó en uno de los frescos de las Stanze del Vaticano. Durero no llegó a
verlo: hizo su grabado a través de descripciones antiguas. Lo representó casi como
a un tanque acorazado y con un 2do cuerno en la columna, que nada que ver. Sin
embargo, este grabado tuvo muchísima difusión e influyó en todas las
representaciones posteriores de este animal tan exótico y extraño.
Rafael, La creación de los animales, Stanze vaticane, 1518, fresco |
Llegaron de visita unos cuantos más a lo largo de los siglos, después de
éste, pero el más importante fue Clara, sin duda.
Douwe Mout van der Meer |
¿Y quién era esta rinoceronte? También era un ejemplar hindú. Unos cazadores habían matado a su mamá; era un “pequeño” bebé de un mes de vida, al que, Sichterman, el director de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, adoptó por conmiseración. La dejó hacer su vida en su finca, pero el bicho creció demasiado para su gusto y se lo vendió al capitán Douwe Mout van der Meer. Éste se la llevó consigo a Holanda (1741). Mout vio el negocio: dejó su puesto como marino y decidió pasearla por cuanta ciudad europea pudiera.
¿Cómo haces para trasladar un animal que pesa 2 toneladas y encima necesita
chapotear de vez en cuando en el agua?
Longhi, El rinoceronte, 1751 |
Volante de promoción, 1746, Mannheim |
Turco sobre un rinoceronte, porcelana de Meissen, 1752 |
El rey tenía su propio zoológico salvaje y ansiaba tenerla en su colección.
Mout se la ofreció en venta, por una suma muy considerable, pero Luis XV lo
rechazó: el rey esperaba que se la regalase…. O Mout no quería desprenderse de
su negocio o bien puso un precio acorde a la pérdida de rentabilidad.
El rey le pidió a Oudry, pintor de la corte, que la retratara para la
posteridad, con la condición de que fuera a tamaño natural. Ejem: el cuadro
mide unos generosos 4,56 x 3,1 m. El cuadro fue expuesto en 1749 en París y el
duque de Mecklenburg-Schwerin lo compró. Estuvo almacenado durante más de un
siglo, enrollado, cosa que le ocasionó muchísimos daños y hubo que restaurarlo.
Si quieres ver a Clara en su verdadero tamaño tienes que ir hasta el museo de
Schwerin.
Oudry, Clara, la rinoceronte, 1749 |
Longhi, El rinoceronte, 1751 (National Gallery) |
En 1749 le llegó el turno a Italia. A la pobre rinoceronte la metieron en un barco hacia Génova. Anduvo por Nápoles, Roma, Boloña, Milán y Venecia. Justo llegaron para el carnaval. Allí Longhi, el gran pintor costumbrista de la ciudad de los canales, la pintó, por encargo de Giovanni Grimani, como él mismo hace constar en el cartel que aparece en el cuadro. Este señor también tenía su zoológico privado: es el que aparece en primera fila, con su peluca. Aparece en una arena, con público observándola, totalmente asombrados todos. Uno de los personajes sostiene su cuerno. Aparentemente, se le había caído en Roma. Dicen que estos animales, cuando están en cautiverio, embisten las paredes y así es cómo se les cae el cuerno. Obviamente, a los venecianos no les gustó ver al bicho sin él. Era como un espectáculo con fraude. ¿No era que los rinocerontes tienen un cuerno en la frente? Longhi pintó otra versión muy parecida, encargada por Girolamo Mocenigo que se encuentra hoy en la National Gallery de Londres. El tour siguió por Verona hasta llegar a Londres y la familia real no se la podía perder. La llevó de nuevo por el continente, hasta que volvieron a Londres y allí murió, en 1758, con 20 años, y después de deambular 17 años por media Europa y ser admirada por todos.
Mout volvió a Holanda y no se supo más de él.
Clara fue su pasaporte en las cortes reales de toda Europa, la que le abrió
esas puertas. Con ella ganó una gran fortuna e incluso lo nombraron caballero
en Viena. ¿Habrá sufrido Clara? ¿La habrá cuidado? Me imagino que sí, si no, se
le acababa el negocio. Un negocio fundado sólo en la curiosidad humana.
La fascinación por el rinoceronte llegó incluso a Dalí, que hizo 2
esculturas con la imagen de este animal, pero no se basa en Clara, sino en el
grabado de Durero.
Dalí, Rinoceronte vestido de puntillas, 1956 (Marbella, España) |
Y, en lo que tiene que ver con la Pintura… los cuadros de Clara, la
rinoceronte itinerante, sirvieron como prueba testimonial, en una época en que
sólo a través de la Pintura se podían fijar las imágenes para la posteridad.
Sólo por esas obras sabemos hoy que hubo una rinoceronte paseando por toda
Europa, de la mano de un holandés.
Fuentes: Ridley, G. Clara's Grand Tour: Travels
with a Rhinoceros in Eighteenth-Century Europe. New York, Grove Press, 2005
Web National Gallery of London
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