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jueves, 20 de agosto de 2020

Paseando por los jardines de Sargent


De vacaciones

Sargent, Villa di Marlia, 1919 (acuarela)


¿Conoces a John Singer Sargent? Fue un pintor de nacionalidad estadounidense, nacido en Florencia. Como su madre no quería regresar, con el pretexto de su mala salud, se mudaban cada 6 meses a distintas partes de Europa. Así es como Sargent, ya de niño, sabía unos cuantos idiomas y tenía una cultura envidiable para su edad. Esto lo marcó para toda su vida: fue un trotamundos.

Sargent, Amapolas, 1886


Pintaba con una facilidad increíble, tanto en óleo como en acuarela (algo no muy usual). Cualquier excusa, motivo, situación, eran propicios para ponerse a pintar. Cuentan que una vez, en un viaje, perdieron el tren y, como el próximo llegaba dentro de 2 hs., desembaló los materiales de pintura y se puso a trabajar allí mismo. Muchas obras no están firmadas o no tienen fecha o no se sabe dónde las pintó. En total, unos 900 óleos y 2000 acuarelas.



Sargent, Rosas trepadoras (Oxfordshire),
1886


Su especialidad eran los retratos, era el retratista de moda, por donde estuviera o viviera. Los clientes no paraban de llegar. Su taller se convirtió casi en una fábrica. Muchos le critican que, por atender semejante demanda, se convirtió en un artista superficial. Aún así, hay algunos retratos suyos que han marcado hitos en la Historia de la Pintura. Llegó un momento en que no podía irse de viaje ni descansar por la cantidad de pedidos pendientes o, si lo hacía, también le pedían retratos en su lugar de vacaciones. Era tal su hartazgo que dejó de pintarlos por un tiempo largo.









Naturalmente, con semejante afán de pintar todo lo que veía, los jardines también aparecen en su obra.

Sargent, Alhambra: el Patio de la Reja, 1879



Sargent, Granada: rayos de sol, 1912
Fue discípulo de Carolus Duran, en París: éste estaba fascinado por España y Velázquez; a John le entró la curiosidad y partió con 2 amigos en 1879. Madrid no le gustó: demasiado barro y gente poco elegante. Recorrieron Andalucía, buscando motivos para futuros retratos. Encima, había que viajar la más de las veces a caballo y éste no era uno de sus fuertes. Quedó fascinado con los jardines de la Alhambra (como Sorolla, de quien era amigo). Volvió varias veces a España.













Para huir del escándalo de “Mme. X” (y para abrir un nuevo mercado), decidió radicarse en Londres en 1885 (puedes ver la historia aquí)

Sargent, Magnolias, (sin fecha) (acuarela)


Los veranos tocaba ir a visitar a sus padres, quienes generalmente se iban a Niza, y luego lo pasaba en Broadway, en la Russell House, de Millet y Abbey, ambos pintores. En esa casa éstos recibían a todos los amigos y pronto se convirtió en una comunidad de artistas, donde cada uno tenía un espacio para crear.  Lilly, la esposa de Millet, fue la que diseñó el jardín. Era enorme: tenía un invernadero, una pérgola, un estanque con nenúfares, huerto, un bosque y hasta una cancha de tenis. Allí jugaba dobles con Alma-Tadema, Henry James y con los dueños de casa. Se tomaba el té en el jardín con pan y mermelada y con tortas.

Sargent, Clavel, lirio, lirio, rosa, 1885
Se podía pasear entre los rosales de todos los colores, amapolas, malvas, tagetes…; dicen que el perfume de las flores era increíble. Apenas se mudaron, Sargent le envió a Lilly un paquete con bulbos de lirios. El verano anterior había empezado “Clavel, lirio, lirio, rosa”, una de sus obras más famosas: necesitaba flores frescas para seguir pintándolo del natural.













Cuentan que, como había decidido pintarlo en las primeras horas del atardecer, en cuanto veía que podía seguir trabajando, dejaba lo que tenía entre manos (las más de las veces, el partido de tenis), daba unas 2 ó 3 pinceladas, y lo dejaba para otro momento. Siempre con su camisa blanca, faja de seda y sombrero de paja.

Sargent, Paisaje con rosas, 1886


Y luego, siempre la huida de Londres y de los encargos de retratos. La lista de los lugares es inmensa: España, Italia, Grecia, Marruecos, Medio Oriente, Holanda, Egipto… Sus acuarelas son su diario de viaje. Iba con sus hermanos (Emily, infaltable: su mano derecha), sobrinos, amigos. En el equipaje, montañas de libros, más los lienzos y todo lo que se te ocurra. En 1909 estuvieron 2 meses recorriendo Corfú, el Tirol, Venecia…

Sargent, Jardín en Corfú, 1909


En el verano de 1910 volvió a Florencia y nos quedan estas acuarelas de la Villa di Marlia, que en ese momento estaba en poder de la duquesa de Lucca. Volvió de nuevo en otros veranos.

Sargent, Villa di Marlia, fuente, 1910 (acuarela)


Sargent, Fuente, Villa di Marlia, 1918
Y éste que te muestro aquí (y el de arriba) son de la época de la Primera Guerra. La declaración de la guerra lo tomó por sorpresa en plenas vacaciones y fue una odisea poder volver a Londres. Era ciudadano americano, no le tocaba de cerca y se mantuvo al margen, aunque colaboraba con donaciones de dinero (y bastante considerables: era muy generoso). Llegó a ser pintor de guerra, pero ésa es otra historia. 










Mejor sigamos disfrutando de sus jardines.



Fuentes: Olson, St. John Singer Sargent: his portrait. London, Barry & Jenkins, 1986
 Fairbrother, T., John Singer Sargent, New York, Harry N. Abrams, 1994



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