La casa amarilla
Van Gogh se fue en 1888 a la
Provenza a buscar la luz del sol. Alquiló esta casa, amplia, con lugar para
taller, y, además, para fundar allí una comunidad de artistas, donde todos
compartieran experiencias (y gastos).
Pintó como nunca ese año, casi
200 obras. Pintó todo lo que veía en Arlés y los alrededores, los mejores
cuadros de su vida.
En esta casa concentró todas sus
ilusiones, sus fuerzas, sus sueños. La pintó por fuera y por dentro, pintó a
sus vecinos, los paisajes, y la decoró con sus girasoles. La historia no
terminó muy bien. Sus sueños terminaron hechos trizas.
Nota: Si quieres leer la carta de Van
Gogh a su hermano Théo, pincha aquí. (Está escrita en francés y hay traducción
en inglés.)
Fuentes: The letters
of Vincent van Gogh. Londres, Penguin Books, 1997
Cutts-Smith. Van Gogh. Köln, Parragon, 2004
increibles cuadros, pero se ve tenia un caracter repodrido... en fin.
ResponderEliminarEra un hombre muy enfermo: no se sabe exactamente qué tenía, quizás esquizofrenia o epilepsia... Sufría muchísimo. Su pasión era pintar y le daba terror tener esos ataques. No tenía ni para comer, lo mantenía su hermano Théo como podía. ¿Sus cuadros son fruto de esa desesperación? ¡Quién sabe!
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