Sabemos muy poco de la vida de
Piero della Francesca: es lo que suele ocurrir con los primeros pintores
renacentistas. Vasari nos cuenta algunas cosas, pero ya sabemos que lo que nos
dice hay que tomarlo con cuidado. (Si quieres saber quién era Vasari, pincha aquí.)
Piero della Francesca fue un insigne matemático y
geómetra, cuyos libros eran consultados por todos; incluso había reformulado
unos teoremas de Euclides. Pintaba frescos, pero, como sus obras estaban fuera
de los grandes centros culturales, no eran conocidas y durante mucho tiempo se
lo recordó como matemático, no como pintor.
Fue, sin duda, el que llevó más
lejos el desarrollo de la perspectiva, que por ese entonces daba sus primeros
pasos. Después de todo, ¡la perspectiva es geometría aplicada a la pintura!
Se le redescubrió en el sg. XIX por
esas vueltas de la vida. Le Blanc, el director de la Escuela de Bellas Artes de
París, decidió que sus alumnos aprendieran copiando a los grandes maestros.
Contrató en 1872 al pintor Loyaux para que recorriera Italia y copiara
determinadas obras para que sirvieran de ejemplo para las clases. Así fue cómo
llegó Piero della Francesca a París: su influencia se puede rastrear, p.ej., ¡hasta
en Cézanne!
Elegí para ti esta obra suya para
que la recorramos juntos.
En la presentación te cuento algo sobre Masaccio y la Capilla Brancacci; puedes leer este artículo anterior:
Fuentes: Aronberg
Lavin, M. Piero della Francesca. London, Thames & Hudson, 1992
Laskowski, B. Maîtres
de l’Art italien: Piero della Francesca. S.l., Tandem V., 2007
Vasari, G., Las vidas,
Madrid, Tecnos, 2006
Si estás usando tablet o smartphone y tienes dificultades para ver la presentación, puedes ver esta entrada como video en Youtube.
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