(Imagen: C.del Rosso) |
El Museo Lázaro Galdiano es otro
de los museos de Madrid que hay que ir a ver. Hay que desviarse un poco de la
ruta Reina Sofía-Prado-Thyssen y no es pequeño: tienes que ir con tiempo.
Goya, El Aquelarre, 1798 |
José Lázaro Galdiano (1862-1947) era un hombre cultísimo, con intereses variados,
editor, bibliófilo, coleccionista de alma y poseía una gran fortuna que le
permitió armar una colección de arte variadísima y coherente a la vez. El Museo
está ubicado en el que era su vivienda particular, un palacio de 4 plantas
construido en 1908. En 1947 donó su colección al Estado español; el palacio
abrió sus puertas al público, acondicionado ya como museo, en 1951.
(Imagen: C.del Rosso) |
Los ambientes no están amoblados como
lo eran originariamente, como ocurre en el Museo Sorolla o en el del Romanticismo. Se han adaptado las habitaciones
como salas para exhibir las obras y en cada una de ellas contamos con
información y fotografías de la decoración antigua. Pero esto no se echa de
menos, porque no faltan los muebles, sillones y objetos decorativos que
acompañan a las esculturas o pinturas. Además, el palacio habla por sí mismo:
las puertas, las columnas, molduras y las pinturas del cielorraso de Eugenio
Lucas Villamil alcanzan de sobra para darnos una idea de cómo vivían don José y
doña Paula.
Es casi imposible contarte todo
lo que hay ahí adentro. La colección consta de 12600 piezas, de las cuales sólo
se puede mostrar un tercio! (¡Sin contar los 20000 volúmenes de la biblioteca!)
Realmente, ¡Lázaro Galdiano tenía alma de coleccionista!
Teniers, El archiduque Leopoldo Guillermo visitando su colección en Bruselas, 1647 |
En la planta baja te encuentras
con una semblanza del propietario a través de los objetos, desde códices o
manuscritos, joyas, relojes, arquetas de marfil o pinturas. El cuadro de Teniers “El Archiduque Leopoldo
Guillermo visitando su colección” es casi como una alegoría de Galdiano!
Zurbarán, San Diego de Alcalá, sg. XVII |
Puedes subir por las escaleras,
pero te aconsejo hacerlo por el
ascensor: es el original de la casa, funciona perfectamente, y de por sí es un
viaje en el tiempo… La primera planta
está dedicada al arte español.
Velázquez, Cabeza de muchacha, 1620 |
Lázaro Galdiano admiraba a Goya y en este museo
verás varias obras significativas. Compró no sólo cuadros, sino también
grabados, dibujos y 5 cartas suyas. También hay Zurbarán, El Greco, una cabeza
de muchacha de Velázquez, Ribera, Murillo, Carreño de Miranda, Coello… El
retrato del sg. XVIII y XIX está muy bien representado con F.de Madrazo, Paret,
Esquivel, Sala, Bécquer, V. López, etc.
Constable, Camino de Bergholt a Flatford, 1812 |
Si seguimos subiendo, en la 2da
planta encontraremos arte europeo. La pintura inglesa está muy bien
representada: no hay casi nada en otros museos (ya sabes, cuestiones
históricas), Constable, Reynolds, Lely… Verás el “Salvador adolescente”, que
durante mucho tiempo se creyó que era un Leonardo, pero que hoy se considera
obra de un discípulo, probablemente Boltraffio. Y hay más pinturas de Italia,
Francia, Flandes, Alemania… Por citar algunos: el Bosco, Cranach… A mí me
fascinan los bodegones de Roepel. Impresionante el gabinete de miniaturas:
cientos de cuadritos mínimos de retratos y algunos paisajes.
En la última planta ya no hay
pinturas, ¡pero no puedes dejar de ir a verla! Allí tienes toda la colección de
armas, tejidos orientales e italianos, cerámicas, bronces, esmaltes, monedas,
medallas… Lo que no está expuesto está guardado en cajones que puedes extraer
si te interesa conocer un poco más sobre cada tema.
Desde hace algunos años, el Museo
apostó por mezclar obras de autores contemporáneos que dialoguen con las de la
colección: verás las interpretaciones de José María Ballester o los “Artilugios
bosquianos” de Sjon Brands.
Es un museo para volver una y
otra vez. Aunque no es pequeño, ni lo notas: hay sillones de tanto en tanto
para descansar, los guardias te hacen sentir como en casa con su gran
amabilidad y, por supuesto, ¡quedarse un rato en el jardín es realmente una
delicia!
En recuerdo de
Ángel Luis González †,
por esas largas
conversaciones sobre este museo
y otros tantos de Madrid.
Fuentes: Web del museo
Fundación Lázaro Galdiano. Guía
breve del Museo Lázaro Galdiano.
Madrid, Fundación Lázaro Galdiano, 2015
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