Cristina del Rosso: "Mi Buenos Aires querido"

(Imagen: C. del Rosso)

Hace calor en Buenos Aires, ya es verano. Los jacarandás y las tipas están en flor y alternan sus violetas y amarillos con el verde frondoso de los otros árboles. Buenos Aires es ciudad con mucha cultura, eso ya se sabe. Y mucho arte, por supuesto.

Tintoretto, Natividad,
1585

Uds. ya me conocen: no puedo estar en un lugar sin ver sus museos. Quise volver al Museo Nacional de Bellas Artes, un viejo conocido. Fue como volver a los orígenes: ahí empezó todo. Hace muchos, pero muchos años, recorría sus salas e interrogaba en mis adentros a El Greco, a Zurbarán, a Sisley, Monet, Corot, Renoir, Goya… ¿Cómo? ¿Por qué así? Me fascinaba ese mundo de colores y formas: me atrapó para siempre. Pero esta vez fue diferente: ya no son las mismas preguntas, porque ya sé cómo está hecho, ya sé por qué, pero la fascinación es la misma. Quizás como cuando te reencuentras con unos viejos amigos que hace muchos años que no veías.

Colección Guerrico (Imagen:
C.del Rosso)

Si estás en Buenos Aires o si viajas para allá y te interesa el arte, no puedes dejar de visitarlo. Su colección es una de las mejores de Sudamérica: fue fundado en 1895 con fondos de donaciones artistas y grandes coleccionistas (Santamarina, Guerrico, etc.); luego se fue ampliando con adquisiciones estatales, a la que se sumó la colección del Inst. Di Tella, un centro de investigación y experimentación de arte vanguardista.

Modigliani, Figura de mujer,
1917

Hay poco de obras medievales y renacentistas; el Barroco está suficientemente representado (Ribera, Zurbarán, Rubens, Tintoretto, Luca Giordano…); hay algo del siglo XVIII (Nattier, Tiépolo, Guardi), pero el grueso de la colección lo constituye el arte del sg. XIX en adelante. Ya te mencioné antes a algunos autores. Del arte contemporáneo también tienes muy buenos representantes: Modigliani, Tàpies, Pollock, Rothko, Kline…

Por supuesto, si quieres conocer la pintura argentina es el mejor lugar para tener una visión completa. Desde la pintura de género histórico de Cándido López, Prilidiano Pueyrredón, la pintura costumbrista y naturalista de de la Cárcova, el cubismo de Pettoruti, el eterno Quinquela Martín y Macció, Testa, Fader y tantos otros…

de la Cárcova, Sin pan y sin trabajo, 1894

Quinquela Martín, Elevadores a pleno sol, 1945

Si antes iba una y otra vez a ver a Monet, Cuyp, Goya o Corot, hoy me quedaría horas mirando a Quinquela: no sé por qué, supongo que porque ése es el puerto desde el que se hizo la ciudad por siglos, o quizás porque me identifico con ese puerto, el puerto que acogió a mis abuelos y a tantos otros…

Pettoruti, El improvisador, 1937

Otro día fui a visitar el MALBA (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires). No lo conocía: me lo habían recomendado tanto que no podía dejar de ir. Me gustó mucho. Es como una ráfaga de aire fresco en la escena cultural de la ciudad. Fue fundado en el 2001 para exhibir las obras de la Fundación Costantini, de arte latinoamericano del sg. XX. Allí tienes a Rivera, Guayasamín, Kahlo, Lam, Botero, Matta, y por supuesto, a muchos artistas argentinos: Macció, Xul Solar, Spilimbergo, Pettoruti, Berni… Los espacios son diáfanos, luminosos, no agobian. Me tocó ver la exposición temporal de un artista mexicano, al que no conocía: Francis Alÿs, con una propuesta muy interesante sobre las migraciones, en formato pequeñísimo. (¡Es que nos hemos acostumbrado a ver arte contemporáneo en formatos gigantescos!)

Y por supuesto, en la entrada, la punta del Obelisco que un artista hace unos meses osó robar… (Si quieres conocer la historia, pincha aquí y aquí)