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jueves, 13 de febrero de 2025

Una estación de tren

 

Boccioni, Estados de ánimo: Los que se quedan, 1911

 

Umberto Boccioni, Estados de ánimo

Ah, las máquinas. Nos enfrentamos a ellas con fascinación o con el miedo a que nos dominen.

Imagínate lo que fue a principios del siglo XX cuando la tecnología se hizo cada vez más presente en la vida cotidiana: el tren, el automóvil, el tranvía, el telegrama, la máquina de coser. Máquinas y más máquinas, que facilitaban la vida y acortaban las distancias. A nosotros nos parece algo de lo más normal subirnos a un auto o a un avión; sin embargo, para esa gente del 1900 el impacto de estos adelantos técnicos fue tremendo.

Y eso se reflejó enseguida en el arte, especialmente, con los futuristas (lo vimos por aquí). Fueron ellos los que captaron ese asombro por las máquinas, por la velocidad… Había Belleza en ellas también.

Hoy te traigo para que contemplemos juntos la trilogía de Estados de ánimo de Umberto Boccioni. Emociones que surgen en una estación de tren, con las despedidas, la soledad de los que se quedan y la partida de los viajeros.

Boccioni, Autorretrato, 1905


Boccioni fue uno de los primeros futuristas, el intelectual del grupo. Tuvo de maestro a Balla. Sus ideas las volcó tanto en la Pintura como en la Escultura. Murió joven, con 34 años, en un ejercicio militar en la 1ra Guerra Mundial.

¿Me acompañas? ¿Viajamos juntos en el tren o te quedas en el andén?

Nos vemos en la presentación de este mes.


Fuentes: Argan, G.C. Die Kunst des 20. Jahrhunderts 1880-1940. Berlin, Propyläen V., 1990

Brettel, R.R. Modern Art 1851-1929. Oxford, Oxford University Press, 1999

Honour, H.-Fleming, J. Weltgeschichte der Kunst, Munich, 1983

Laneyrie-Dagen, N. Leer la pintura. Barcelona, Larousse, 2010

 

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