El prontuario de Caravaggio

 

Caravaggio, La buenaventura, 1596

La pintura, como toda disciplina artística, es puramente emocional y subjetiva. Entonces, las obras de un artista deberían revelar los secretos mejor guardados de su alma, ¿no? ¿Qué piensas tú? A ver: “La Gioconda”, ¿qué nos dice de la personalidad de Leonardo? ¿Y “La joven de la perla”? ¿Podemos adivinar a partir de este cuadro qué tipo de personaje era Vermeer?

No lo sé, la verdad. Se lo he preguntado a psicólogos, filósofos, historiadores, y nadie me da una respuesta satisfactoria. Existen artistas cuyas vidas conocemos hasta el detalle más insignificante; de otros, casi nada. Y creo que, en el caso de los primeros, transferimos lo que sabemos a sus obras, como un “¡Ah! Claro, normal, si era un maltratador, ¡cómo no va a pintar así!”.

Caravaggio, Autorretrato, sg.
XVI

Hay un caso paradigmático: Caravaggio, el pendenciero, asesino y pagado de sí mismo. ¿Podríamos decir que su tan famoso tenebrismo tiene que ver con su vida oscura? No lo sé.

A ver. Caravaggio era un personaje de armas tomar, literalmente. Podríamos detallar perfectamente su recorrido delictual. Está todo documentadísimo: entradas a comisaría y a prisión, declaraciones, juicios, demandas… Te propongo un desafío: veamos su prontuario junto con las obras que estaba pintando en cada momento. Siéntate, que va para largo.

Caravaggio, Medusa, 1598

1598. Detenido por portar espada sin licencia. Se defiende diciendo que tiene permiso de su protector, el cardenal Del Monte. Caravaggio formaba parte de una banda de pintores pendencieros: sus compañeros de correrías eran Onorio Longhi y Orazio Gentileschi. Salían por las noches a buscar pelea y favores de las mujeres. (Todos, muy buena gente, ya lo ves.)

Caravaggio, David y Goliath, 1600

 1600. Otra vez detenido por una pelea nocturna con espada: agrede por la espalda a un estudiante de arte, Girolamo Spampa. Esta vez fue un ajuste de cuentas, un ataque premeditado, quizás porque el muchacho se hizo eco de las críticas que se hacían al arte de Caravaggio.

Caravaggio, Conversión de
Sn. Pablo, 1601

  1601. Detenido por portar espada sin licencia. Esta vez lo salva el cardenal Del Monte.

1603. Circulan poemas satíricos en contra del pintor Baglione. Aparentemente habían sido escritos por Caravaggio. La estatua del Pasquino aparecía por las mañanas con todo tipo de libelo insultante hacia Baglione. El libelo estaba fuertemente penalizado, para resguardar la reputación del afectado: se condenaba a los autores a remar en las galeras durante 7 años o ser decapitados (mira si hoy en día se castigara de esta manera...). Baglione lleva el caso a los tribunales. Caravaggio (y el resto de los cómplices, menos Longhi, que logró huir de la ciudad) fueron arrestados. Caravaggio declaró lo mínimo y necesario y negó toda autoría. Sin saber por qué y gracias a quién, nuestro artista es liberado, bajo la condición de no abandonar su residencia habitual.

Caravaggio, Sacrificio de Isaac, 1603

1603. Ataca a Domenico Passignano, un pintor florentino. A éste se le había encargado un retablo para San Pedro. Caravaggio, lleno de envidia, va a ver la obra, la corta con la espada y mete la cabeza por el agujero.

Caravaggio, Dormición de
la Virgen, 1604

 1604. Un camarero de la Osteria del Moro lo denuncia en el juzgado, pues Caravaggio le tiró en la cara un plato con alcachofas, hiriéndolo. Es condenado, pero no arrestado.

 1604. En prisión junto a sus compinches por haber atacado con piedras a varios policías. Un mes después, de nuevo en prisión por insultar a un policía.

Caravaggio, Madonna del Rosario,
1605

 1605. De nuevo preso por portar armas y no tener la licencia encima. Un mes y medio después, es amonestado por vilipendio de hogar, es decir, por atacar con piedras a una casa. (Vaya, ¡qué años moviditos!)

 1605 El notario Mario Pasqualone presenta una denuncia contra el artista, aún sangrando. Caravaggio había tomado como modelo a una tal Lena a la que Pasqualone le había propuesto matrimonio y cuya madre lo había rechazado como pretendiente. El joven, despechado, le recriminó a la señora haber entregado a su hija a tal personaje. Según la declaración del herido, Lena era una de las mujeres del artista y que la chica estaba en la Piazza Navona, o sea, es muy probable que las andanzas nocturnas del pintor se debieran a que tenía que controlar a sus mujeres. Un mes después se va a Génova, quebrando la libertad condicional que le impusieron en 1603. Recibe una multa por desacato. Llega a un acuerdo con el denunciante. Dos meses después, otro altercado en el que termina muy herido, sin poder moverse de la cama.

1606. El comienzo del fin. El 28 de mayo mata a su enemigo Ranuccio Tomassoni. Al parecer estaban jugando al tenis (o algo parecido con una raqueta), discutieron y sacaron las espadas. En el juego estaba presente Longhi, el hermano de Ranuccio y otros testigos. A partir de las declaraciones, parece más bien que el juego fue el pretexto para un duelo entre 2 bandas (los duelos estaban prohibidos). Caravaggio huye de Roma y busca la protección de la marquesa Colonna. Se lo condena al exilio y se pone una recompensa para quien lo mate, si llegase a entrar en los Estados Pontificios. Caravaggio está una temporada en Nápoles y luego se establece en Malta, con la esperanza de ser nombrado caballero de la Orden y así conseguir el perdón.

Caravaggio, La cena de Emaús, 1606

1608 Hiere a un oficial de justicia de Malta y a la semana, hiere a otro. Termina encarcelado, en una prisión de la cual era imposible escapar, pero él lo logra: aparece en Sicilia. Juicio en ausencia y condenado. Huye a Nápoles, protegido por la marquesa.

Caravaggio, Degollación de Sn. Juan Bautista, 1608

Caravaggio, Resurrección de
Lázaro, 1609

 1609 es atacado en la cara en una emboscada en una osteria de reputación bien dudosa. Muy probablemente fue la vendetta del oficial de justicia maltés. Queda muy mal herido, casi ciego.

1610 Se embarca hacia Roma. Consigue el perdón del Papa por intermediación del cardenal Gonzaga; el pago consiste en que debe entregarle todos los cuadros que tenga. El barco hace una parada en Porto Ercole; cuando desembarca, la guardia española lo apresa por error. El barco zarpa sin él y con sus cuadros. Decide ir caminando a Roma desde allí, desesperado, por no tener sus obras consigo (el precio del perdón), con la esperanza de recuperar sus obras en el puerto. Muere por insolación o por malaria.

Caravaggio, Martirio de Sta. Úrsula, 1610

¿Y a qué conclusión llegamos? ¿Qué te parece? ¿Sus obras revelan su interior atormentado?

Algunos dirían: “Con semejante vida, normal que pinte ambientes oscuros”. Otros replicarían: es el adalid de la pobreza cristiana. O que pintando los fondos oscuros terminaba más rápido.

Caravaggio, Tañedor de laúd, 1595

Sin embargo, todos estos cuadros los fue pintando mientras desenvainaba la espada a la menor ocasión. ¿Cómo se entiende esto? Un personaje irascible, dispuesto a no dejar pasar ni la más mínima ofensa, consciente de su valía como pintor… A la vez, muy consciente de su gran debilidad, de sus culpas e imploraba el perdón. Pero sus demonios interiores le ganaron la partida.

Fuentes: Graham-Dixon,A. Caravaggio. Barcelona, Random Penguin House, 2011

Wittkower R. y M. Nacidos bajo el signo de Saturno. Madrid, Cátedra, 2020