Da Messina, Annunciata, 1477 |
¿Quién era Antonello da Messina?
Era siciliano, como su nombre lo indica. Se sabe muy poco de su vida, como
suele suceder con los artistas de esta época: sólo existen documentos
notariales o recibos. Nuestro tan mentado Vasari (lo vimos aquí) cuenta varias
cosas sobre su vida, pero es muy probable que sea pura leyenda.
Se dice siempre que fue el que
introdujo la técnica del óleo en Italia. Que supuestamente viajó a los Países
Bajos a entrevistarse con van Eyck, simulando ser un comerciante veneciano
(eran los que vendían los pigmentos) y que al verlo trabajar se llevó el
secreto a Italia. Pero este viaje no está documentado, la técnica del óleo se
conocía ya desde la Edad Media y Antonello no necesitaba viajar para ver lo que
hacían los holandeses, pues había suficientes ejemplos en la corte de Nápoles,
parte de la Corona Española en ese momento. Sea como fuere, la obra de da
Messina es una síntesis de lo que se estaba haciendo en Italia (la perspectiva
lineal, la investigación del espacio) y en los Países Bajos (la minuciosidad en
los detalles).
Da Messina, María de la Anunciación, 1475 |
Da Messina pintó una Virgen de la Anunciación muy parecida por esos mismos años; está en la Alte Pinakothek de Munich. María, sorprendida ante la aparición del ángel, se cubre con las manos el pecho. El gesto es más que descriptivo. No hay fondos de pan de oro ni paisajes. El libro, abierto, revela que su meditación ha sido interrumpida. Aparentemente es la que pintó primero. ¿Con cuál de las 2 te quedas? El veredicto de los miles y miles de espectadores que la han contemplado desde que fue creada ha sido claro: con la Annunciata de Palermo.
La composición es muy semejante a
la de Munich: espacio oscuro, lectura interrumpida, la sorpresa, eliminación
del ángel, estructura piramidal/triangular… Pero en la de Palermo avanza mucho
más. Es el gesto de la sorpresa concentrado en la mano derecha. La mano
izquierda recoge el velo, como signo de pudor o de protección.
¿Y el ángel? La representación
tradicional mostraba al ángel llegando desde la izquierda y María, a la
derecha. En algún momento se creyó que da Messina había pintado un díptico y
que la tabla de la izquierda, la del ángel, se había perdido. Pero la tabla que
conservamos de María no tiene ningún indicio de que haya estado unida a otra,
como marcas de bisagras o algo así. El cuadro fue creado así, con María como
protagonista de un suceso inesperado y que le cambiará su vida por completo.
Fra Angelico, La Anunciación, 1425 |
El velo azul es el mismo; azul,
el color de la Virgen. Pero fíjate en la raya del pliegue del doblado, sobre su
cabeza. Un velo que estuvo primorosamente guardado y alisado. ¿Ves? Eso sólo se
le hubiese ocurrido a un artista holandés…
Si pensamos en estructuras compositivas, los pliegues del velo se
reparten en 2 triángulos y rodean el rostro de María, acentuando su forma
ovalada.
El atril también tiene su libro
abierto, pero ahora pareciera como que las páginas están a punto de moverse, de
cambiar de posición. ¿Es la brisa del ángel que llega? ¿O significa que la
historia de María está a punto de cambiar? Y fíjate en el atril: está
construido perfectamente en perspectiva, o sea, respondiendo a las
investigaciones de los artistas italianos del momento.
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