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jueves, 4 de junio de 2020

Vida nocturna en París



Pissarro, Boulevard Montmartre de noche


Camille Pissarro, un personaje exótico en el París de fines del sg. XIX: podría ser una buena manera de presentarlo. Nació en St. Thomas, en el Caribe; la isla era en esa época parte de Dinamarca. O sea, era danés, pero también francés por parte de padre. Su familia era originaria de Portugal y además, era judío (cosa que le trajo muchos problemas con el caso Dreyfus -en alguna otra oportunidad te contaré qué pasó). Fue uno de los padres del Impresionismo: presente desde el comienzo, participó en todas las exposiciones y fue, junto con Monet, patriarca sobreviviente y maestro de generaciones jóvenes. Tuvo como alumnos a Gauguin, Cézanne, Cassatt…

Mientras la modernidad avanzaba con sus coches, trenes, bicicletas, industrias, grandes almacenes y cafés, él reivindicaba el trabajo del campo y a sus gentes. Vivía en provincia (más que nada por cuestiones económicas: 6 hijos y pocas ventas de cuadros), donde podía salir a pintar al aire libre sin restricciones.

¿Qué fue lo que pasó para que en 1897 se pusiera a pintar vistas de la ciudad? Pues, aunque no lo creas, fue por una cuestión de salud. Desde 1889 sufría lagrimeo constante de su ojo derecho (dacriocistitis crónica), que le producía dolor y constantes infecciones. Estuvo en tratamiento durante 15 años. Pero llegó un momento en que estar pintando al aire libre, con el polvo y la luz solar, se le hizo insoportable y el médico le recomendó evitar las salidas al campo. ¿Cómo hacer cuando tu técnica de pintura depende del plein-air?

Te lo sigo contando en la presentación.

Fuentes: Linares, M. Pissarro. Paris, Éd. Place des Victoires, 2017
Lloyd, Chr. Pissarro. New York, Phaidon, 2003
Pissarro. Cartas, 1883-1903. Madrid, Lamicro, 2013








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