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jueves, 9 de mayo de 2019

El mito de Europa


Tiziano, El rapto de Europa, 1560

Contaban los antiguos que Europa, una jovencita de Sidón, andaba por la playa, disfrutando del mar con sus amigas, muy tranquila, hasta que Zeus reparó en ella. El jefe del Olimpo se enamoró perdidamente al verla y se transformó en un toro blanco para poder acercarse a ella. Para que no sospeche, mandó a Hermes, gran cómplice, con un rebaño para poder mezclarse entre los animales. Este Zeus era muy picaflor, andaba con una y con otra, y su esposa Hera ardía de celos por sus infidelidades.
Rembrandt, El rapto de Europa, sg. XVII

Pero a él le importaba muy poco y no iba a renunciar a una joven belleza como Europa. Así, el toro-Zeus se tumbó junto a la jovencita. A ella le dio miedo, pero al verlo tan manso comenzó a acariciarlo, le dio de comer, le adornó con flores los cuernos y, entre esto y lo otro, se animó a subirse a su lomo. Zeus-toro aprovechó la ocasión y se la llevó hacia el mar; ella gritaba, agarrándose de los cuernos. Así siguió hasta Creta, donde Zeus se le presenta como el dios que era y la seduce.

Zeus le dio 3 hijos y luego la casó con Asterión, quien los adoptó. El toro en el que se transfiguró terminó en el cielo, en la constelación de Tauro (y en el zodíaco).


Varo, Tauro, 1962


Ánfora griega, sg. V a. C.
Esta historia se conoce en mitología como “El rapto de Europa”. Estos relatos van pasando de generación en generación y muchas veces no son exclusivamente griegas, sino que vienen de un sustrato mucho más antiguo o están contaminadas con historias de otros pueblos. 


















La idea subyacente en este mito tiene que ver con la población del continente europeo. En esa época se les ponía a las tierras nombres de mujer, y no por una cuestión de igualdad de género. Son pueblos agricultores y, en su cosmovisión, la tierra es femenina, a la que hay que sembrar para que dé el fruto del sustento cotidiano. Al parecer, el mito de Europa es una historia fenicia adoptada por los griegos. De hecho,  se dice que ella venía de Sidón o de Tiro.
Carracci, A., El rapto de Europa, sg. XVI


Aparece relacionada con la geografía muy pronto, ya en la Ilíada, que es bastante antigua. Primero aplicado a la costa del Egeo; luego, a la Tracia y así, más tarde, se extiende a todo el continente. Y que el toro esté relacionado con el Mediterráneo desde entonces, la verdad, sorprende bastante. Aunque no debería, pues el toro aparece representado desde mucho más atrás, en las pinturas rupestres.

El rapto de Europa es un tópico en la Historia de la Pintura. Aparece ya en la cerámica griega, allá por el sg. V a.C. Y da como para que la imaginación de los artistas eche a volar…











La mayoría de ellos se basó en el mito contado por Ovidio en sus Metamorfosis, aunque también es mencionado en la Ilíada o por Herodoto (aunque él da una visión más histórica y menos poética del relato).


La joven aparece desnuda, semidesnuda, con velo, sin él… según el gusto de la época o del pintor. Ya sabes, esto de la pintura mitológica fue durante mucho tiempo el pretexto para poder pintar desnudos sin ser censurados. Jordaens la retrata en el momento previo a ser raptada, disfrutando con sus amigas en la playa, sin adivinar siquiera lo que está por suceder… 


Jordaens, El rapto de Europa, sg. XVII


Boucher nos trae un ambiente de fiesta, de jolgorio, pero con unos nubarrones en el cielo que nos presagian algo nada bueno… Sabiendo que los dioses eran tan engañosos, ¿cómo es que las mortales eran tan confiadas??? Nos hubiésemos quedado sin todas estas leyendas…

Boucher, El rapto de Europa, 1732

Claudio de Lorena también la muestra en la playa, pero la fiesta es más sencillita… ¿Qué son esas naves por ahí en el mar? Es un anacronismo total: el suceso está ocurriendo en el siglo XVII. ¿Es una moraleja para las niñas de su tiempo?

de Lorena, Europa, sg. XVIII


Y Luca Giordano nos muestra cómo Europa adorna los cuernos del toro-Zeus con flores, que está por incorporarse y llevarla ya mismo mar adentro.


Giordano, El rapto de Europa, 1677


Otros artistas muestran el momento en que la fiesta se convierte en una tragedia: Goya, con las mujeres gritando y la joven con cara de estupor. Y todo el entorno sugerido: no hace falta más. Lo mismo hace Rembrandt. En Antonio Carracci todo es más suave, hay sorpresa, pero no angustia. Mira qué bonitos los Cupidos nadando… ¿Demasiada distancia para ir volando?


Goya, El rapto de Europa, 1772


Moreau, Europa y el toro, 1869
Para Moreau, la cosa no parece tan trágica: el toro está a punto de lanzarse al mar, lleno de flores y ella, feliz y sonriente. Nadie ha tomado conciencia todavía de lo que va a pasar.



















Para Tiziano, las figuras de la playa ya están muy lejanas, y Europa es perseguida por dos Cupidos con sus flechas a punto de ser disparadas al corazón de la joven. (Hay una copia de Rubens, muy famosa)


Reni, El rapto de Europa, sg.XVI
Guido Reni la muestra lánguida, como esperando a que Cupido la haga enamorar del animal… aunque todavía no sepa quién se esconde en él.
















El mejor, para mí, es el de Veronese: la presenta como una dama veneciana, incauta, ocupada en adornar los cuernos del toro. Los Cupidos le alcanzan más flores. Ella se acaba de subir a su lomo, ayudada por sus amigas o criadas. Pero el toro está incorporándose, a punto de llevársela con destino desconocido. Pero fíjate entre medio de los árboles. Hacia el fondo se suceden más imágenes: Europa es raptada, la desesperación reina entre sus amigas. Y más allá, el mar inmenso con la doncella y el toro…


Veronese, El rapto de Europa, 1538


Es así como una doncella inocente y engañada por un dios del Olimpo terminó dándole el nombre al continente europeo.

Fuentes: Grimal, PierreDiccionario de mitología griega y romana. Buenos Aires, Paidós, 1981
Renger, A.-B. - Issler R.A., Europa: Stier und Sternenkranz. Göttingen, V&R Unipress, 2009





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