Manet, Un espárrago, 1880 |
Un
espárrago. ¿A quién se le puede ocurrir pintar un espárrago, solo y
desamparado? Pues, a Manet.
No era un
pintor de bodegones: lo suyo eran los retratos. Los pocos que ha pintado son
estudios del natural, estudios de formas y color, una manera de practicar en
pequeños formatos. Su fuerte eran las flores, más aún en el final de su vida,
cuando ya muy enfermo, Marie Bracquemond le llevaba ramos para que los pinte.
Manet
había pintado en 1880 un atado de espárragos. La base de la composición es un
cilindro compacto. Los espárragos son sólo una excusa para experimentar.
Manet, Un atado de espárragos, 1880 |
Espárragos…
son el anuncio de la primavera junto con las fresas. ¿Qué irían a preparar en
su cocina con ellos? Pero, ¿un espárrago solitario? ¿Qué se puede hacer con
sólo un espárrago? La verdad, que muy poco. El cuadrito es del tamaño casi de
una postal.
La
anécdota cuenta que Manet vendió su atado de espárragos a Ephrussi por 800
francos, pero él le pagó 1000, porque sí. Quizás le pareció que el artista
pedía muy poco por su obra y que valía mucho más. Pero la cosa no quedó ahí. A
los pocos días, Manet le envió este espárrago solitario como devolución de los
200 sobrantes con la nota:
“Faltaba uno en su atado.”
Una
historia que pinta de cuerpo entero a Manet, el caballero de finos modales y
fina ironía.
Este cuadrito está en el Museé d'Orsay. Puedes leer su reseña pinchando aquí.
jajajjajaj Bien Manet, esa es la actitud....
ResponderEliminar¿Viste? Otra de las suyas...
ResponderEliminarGenial!
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