No alcanza una vida para conocer Roma. Eso dicen, y es verdad.
Era un día de invierno, frío y lluvioso. Mucha humedad; anochece
temprano. Estaba por pocos días, por asuntos familiares. Apenas me alcanzaba
para recorrer y conocer algo. Tenía una idea fija: Velázquez, Inocencio X,
Galería Doria Pamphilij. Estar en Roma y no ver este cuadro, no me lo hubiese
perdonado nunca: tenía que ir sí o sí.
Con una lluvia tremenda, tomé un taxi hasta allí. Al fin.
(Imagen: C.del Rosso) |
Despejar un poco la cabeza de todos los líos y disfrutar del arte. Para esto también sirve el arte. Meterse en otro mundo y olvidarse de los problemas. El paraguas, chorreando agua (¡Qué desastre! No puedo entrar con esto así). Hay que recorrer todo el patio (el cortile de Bramante) y subir a la primera planta. Demasiada lluvia, no valía la pena detenerse a verlo. El paraguas llegó casi seco, qué bueno.
Un palacio tremendo, apabullante. Es meterse de lleno en el sg. XVII. Pertenece a la familia Doria Pamphilij Landi, nobles italianos de larga, pero larga historia, tan larga que da vértigo. Todavía viven allí. Realmente impresionante: las paredes tapizadas con telas adamascadas, mármoles, muebles de época, candelabros y los techos decorados…
(Imagen: C.del Rosso) |
Lo mantienen tal cual como en el sg. XVIII: con las paredes llenas de
cuadros hasta el techo, sin dejar ni un huequito, como era el gusto de la época
y en la misma disposición que tuvieron por los siglos de los siglos; marcos
dorados, mucho oro por todas partes.
Demasiado para digerirlo en una tarde: Caravaggio, Lorena,
¡Velázquez!, Tiziano, Brueghel, Teniers, Tiziano, Rafael, Parmigianino,
Carracci, Guercino… Imposible. Demasiado juntos, demasiado altos, o no poder
verlos de lejos.
Rafael, Retrato doble, 1516 |
Brueghel el V., Paraíso terrenal con pecado original, 1611 |
Brueghel el V. Batalla en Nápoles, 1558 |
¡Oh, la sala de los espejos! No lo podía creer. Me quedé un rato largo mirando la decoración del techo con los trabajos de Hércules, la recorrí varias veces.
Brueghel el V., Batalla naval en Nápoles, 1558 |
Luego, la galería Pamphilij, otra galería estrecha, llena de cuadros y más cuadros: otro Brueghel me llama para que me acerque a verlo. Y Correggio, Lotto, Reni, Durero, Rembrandt, Guercino, Bassano y ¡Lavinia Fontana!
Maestro Jacomo, Joven cantante, sg.XVI (Imagen: C.del Rosso) |
Pero algo me hizo detener frente a un tal Maestro Jacomo. ¿Quién era? No lo sé. Entre tanto nombre ilustre, estos cuadritos, pequeñitos, con niños cantando, a la manera holandesa, me cautivaron. Tienen un aire a Georges La Tour. (1)
Maestro Jacomo, Joven cantante coronada de laurel, sg. XVI (Imagen: C. del Rosso) |
Velázquez, Inocencio X, 1649 |
Allí está el Inocencio X inquiriéndote con la mirada, como si estuviese vivo, atrapado en el lienzo. “Troppo vero”, dicen que dijo el Papa. Y la verdad, tenía razón. Me desilusionó un poco, porque hay que verlo de lejos. Esos pliegues, esa mirada, las manos, merecen ser vistos de cerca. Bueno, al menos, en mi caso, que quiero aprender del maestro Velázquez. Junto al cuadro, un busto del Papa hecho por Bernini: es bueno comparar las 2 obras. Velázquez es demasiado, demasiado realista. Bernini le perdonó el gesto. Por suerte dejan sacar fotos: el zoom puede ayudar, aunque no es lo mismo. Inocencio X era un Pamphilij: donó el cuadro, con la condición de que no se venda nunca ni se separe de la colección.
Caravaggio, Descanso en la huída a Egipto, 1596 |
Caravaggio, Magdalena penitente, 1594 |
Tiziano, Salomé, 1515 |
Tiziano y su Salomé. Y Rafael con un retrato doble muy curioso, a la manera flamenca.
Me quedé con demasiadas imágenes en la cabeza. A la salida conocí la capilla del palacio y, luego, pasé por la sala donde está la librería. Allí descubrí unas naturalezas muertas magníficas de van Kessel (uno más de la dinastía Brueghel).
van Kessel, Naturaleza muerta con ostras, 1651 |
Si alguna vez tienes la oportunidad de visitar esta Galería, te
aconsejo que te informes de antemano qué cuadros quieres ver y usar las
audioguías o guía impresa, para no perder tiempo en lo que no te interesa. Los
cuadros tienen carteles con el nombre del artista y con un número de ubicación,
pero no con su título.
Afuera seguía lloviendo. De vuelta a la realidad. Ya no tenía tiempo
para ir a la cafetería: dicen que tomar el té allí es una experiencia
inolvidable.
(1) No estaba tan errada. Parece ser que se trata de Trophime Bigot, aunque la Galería Doria Pamphilij no reconoce esta atribución.
Si quieres pasear un poco más por la Galería Doria Pamphilij, pincha aquí.
Si quieres pasear un poco más por la Galería Doria Pamphilij, pincha aquí.
No hay comentarios :
Publicar un comentario