Inmenso
Hacía tiempo que quería conocer
el MNAC, el Museu Nacional d’Art de Catalunya. Lo veía allá arriba en el
Montjuic y pensaba: “Tengo que ir”, pero siempre pasaba alguna cosa que me
impedía llegar hasta allí.
(Imagen: C.del Rosso |
Una de las cosas que me hacía
descartarlo y preferir otras galerías o museos eran las opiniones que me
llegaban acerca de él. Que es inmenso, que hay pocas obras importantes, que hay
poca luz, que cuesta orientarse… Pero yo
quería ver los cuadros de Joaquín Mir, suficiente tentación como para subir
hasta allá arriba.
(Imagen: C.del Rosso) |
Fui muy bien acompañada por mis
dos hijos. No son de museos; sin embargo, vinieron con mucho gusto. El día
estaba espectacular y nos arrepentimos un poco de meternos ahí adentro, pero
era el único día posible. De todas maneras, el paseo por el parque del
Montjuic, ver Barcelona desde allá arriba, es una experiencia grandiosa.
(Imagen: C. del Rosso) |
El edificio, el Palacio Nacional,
fue construido en 1929 a propósito de la Exposición Internacional. Fue
inaugurado por Alfonso XIII y Victoria Eugenia.
(Imagen: C.del Rosso) |
Realmente apabulla por lo
imponente: la bóveda de la cúpula con sus frescos, las lámparas, las columnas,
la escalera monumental. En el hall de entrada, un mural de cerámica de Miró.
(Imagen: C. del Rosso) |
Yo quería ver los Mir, así que fuimos
directamente a la primera planta, donde está el arte moderno y contemporáneo.
Recorrimos todas las salas, prestando atención a lo que nos gustaba. Hay de todo y, por supuesto, arte catalán:
pinturas, esculturas, arte gráfico, artes decorativas (¡los muebles
modernistas!). No decepciona: Cataluña ha dado desde siempre artistas de altísimo nivel .
Rusiñol, Entrada al Moulin de la Galette, 1891 |
Casas, Rusiñol, Anglada Camarasa, Mariano Fortuny son sólo algunos
nombres de artistas ante los cuales no puedes pasar de largo.
Fortuny, Taller del artista en Roma, 1874 |
De Mariano
Fortuny hay muchísimo: si te interesa, es el mejor lugar para conocerlo, da una
visión bastante completa de su obra.
Mir, La Catedral de los pobres, 1898 |
Y llegué a ver los Mir: gran desilusión. O tienen iluminación muy mala o tienen una pátina gris que pide a gritos una buena limpieza. Eché de menos los colores vibrantes con los que él solía pintar. Me los pude imaginar a
través de sus pinceladas, pero ¡no es lo mismo! Pero ¡oh! más adelante
encontramos otro Mir, espectacular, La Catedral de los pobres, un cuadro lleno
de luz, con la Sagrada Familia en plena construcción. Mir pintando la obra de
Gaudí, qué maravilla.
(Imagen: C.del Rosso) |
Los carteles modernistas siempre
llaman la atención, Nestlé, el ajenjo, el corsé... La colección de muebles es
realmente impresionante, pero nosotros optamos por no detenernos ante ellos, para
no agobiarnos y poder ver mejor las salas de pintura.
Dalí, Retrato de su padre, 1925 (Imagen: C.del Rosso) |
Contemplamos a Zuloaga, a Torres
García y a un Dalí.
Sorolla, María y Elena con trajes valencianos 1908 |
También a Iturrino y a algún Sorolla.
Zuloaga, Mis primas, 1903 |
A estas alturas nuestras fuerzas
estaban ya agotadas ¡y nos faltaba la planta baja! Allí encuentras la colección
donada por Cambó y parte del Thyssen, el Renacimiento y el Barroco y la Edad
Media. Se puede ver al Greco, Rubens, Tiziano, Velázquez… Nosotros decidimos
dejarlos para la próxima, pero hicimos un esfuercito más para ver el ábside de
Santa María de Tahüll. Estar en el MNAC y no pasar a verlo es imperdonable…
Ábside Sta. María de Tahüll, sg. XII (Imagen: C.del Rosso) |
Es que este museo reúne la mayor
colección de arte románico del mundo. Me dio un poco de lástima: han sido
sacados de su lugar de origen. Quizás así se hayan podido conservar mejor,
salvarlos de la Guerra y del afán coleccionista de los americanos. La puesta en
escena es un logro museístico.
Anglada Camarasa, Granadina, 1914 |
A la salida, nos quedamos
intercambiando experiencias en la terraza, disfrutando de la tarde, tomando
algo fresco. Los comentarios que habíamos recibido previamente eran ciertos.
Muchos cuadros no se pueden apreciar por la falta de iluminación apropiada. El
recorrido no es previsible y cuesta orientarse. Agrégale que el plano que hay a
disposición no corresponde con la realidad.
Mir, La piedra del lago, 1903 |
Es demasiado grande, hay que ir
viendo las salas selectivamente, no se puede ver todo con el mismo interés. A
mí me dio la impresión de que se ven en la obligación de mostrar todo lo que tienen
para poder llenarlo: ¡son 32000 m²! A pesar de todo esto, es totalmente
recomendable, pues la colección es de primer nivel.
Te aconsejo la tienda, una
muestra de la creatividad y la pasión por el diseño de Barcelona. El
restaurante, en el antiguo Salón del Trono, es realmente espectacular, con
vistas increíbles de la ciudad. De noche debe de ser un sueño… Pero, bueno, si
no da el presupuesto para tanto, nos queda la cafetería o tomar algo en el
mirador!
(Imagen: C.del Rosso) |
(Imagen: C.del Rosso) |
Gracias por tan ilustrativa visita, Cristina. Recorrí el Museo en 1998 y quedé maravillada con la colección de arte románico y con el palacio en sí mismo. Me has reavivado el deseo de volver por todo aquello que no llegué a ver en esa oportunidad.
ResponderEliminarTu blog es fantástico.
Gracias, Sole! ¿Vamos juntas?
EliminarMe quedo con ganas de visitarlo, gracias Cristina!
ResponderEliminarGracias a ti! Hagamos una excursión!
EliminarMuy bueno el relato del paseo! En cuanto pueda me hago una gran escapada! Saludos!
ResponderEliminarAvisame que vamos todos...
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