(Imagen: C.del Rosso) |
Viena, ¡qué ciudad maravillosa!
La ciudad imperial por excelencia: no creo que haya otra que refleje su poderío
imperial como ella… Los inolvidables músicos, la Ópera, la torta Sacher, el
Danubio azul (que no es azul), los valses, la arquitectura de la Secesión, Sissi, Freud, Klimt
por todas partes!
¡Quedémonos hoy en Viena! Y hablemos
de pintura, que es lo mío…
Durero, Maximiliano I, 1519 |
El Kunsthistorisches Museum fue fundado en 1891 con el fin de poder mostrar la colección de la Casa Habsburgo, la de Leopold Wilhelm y la del emperador Rodolfo II de manera conjunta. El proyecto consistía en construir 2 edificios gemelos: uno para el arte y otro, para el Museo de Historia Natural; están separados por la plaza de María Teresa, con su jardín y fuentes.
(Imagen: Wikipedia/KHM) |
El Museo de Historia de Arte es un
tremendo palacio, precioso, señorial, con una escalera monumental y una cúpula
en el vestíbulo central.
En la planta baja se encuentra la
colección de arte egipcio, oriental y grecorromana y la Kunstkammer (Gabinete
de maravillas).
Para poder ver pintura, hay que subir a la primera planta. Te
animo a que subas por la escalera, ¡para que te sientas como en la Corte! No
dejes de mirar los frescos del cielorraso y de las lunetas de las columnas:
fueron pintados por Klimt y su hermano, Makart, Matsch y Munkácsy.
Klimt, frisos (Imagen: Wikipedia/KHM) |
La colección tiene mucho que ver
con el gusto de los Habsburgo, aunque el que la impulsó fue Rodolfo II: hizo
compras en Holanda y aprovechó la confiscación y subasta de la colección de
Carlos I de Inglaterra cuando éste fue ejecutado. Se destaca por sus obras de pintura
holandesa y flamenca, italiana, española; poca francesa, casi nada de inglesa,
por motivos políticos, naturalmente.
En cuanto a los géneros, los retratos
reales son los que más abundan. Son retratos de boda, ésos que se mandaban a
pintar para que el pretendiente pudiera imaginarse a su futura esposa, o bien,
conmemorativos o los que servían para propaganda y afirmación de la Corona.
Velázquez, Infanta Margarita, 1659 |
Si admiras a Velázquez como el
pintor de los pintores, como decía Manet, aquí estarás a tus anchas.
Podrás ver aquí el cuadro de la infanta Margarita, la misma que aparece en Las
Meninas, o el del infante Felipe Próspero, entre otros. Y si te gusta Rubens,
también tienes mucho por ver. Tampoco faltan van Dyck, Rembrandt, Hals o
Durero.
Vermeer, El arte de la Pintura, 1665 |
De Vermeer tienes El arte de la
Pintura, el cuadro que Catalina, la esposa del pintor, quiso recuperar a toda
costa de las manos del panadero, su acreedor, y que fue propiedad de Hitler. Un cuadro con muchos interrogantes, difíciles de resolver. Siempre es un privilegio ver un cuadro de este artista: pintó tan poco...
El Museo tiene la mayor cantidad
de obras de Brueghel, así que es una buena oportunidad para disfrutarlas! La
boda campesina, Cazadores en la nieve, La torre de Babel…
Brueghel el V., Cazadores en la nieve, 1565 |
Giorgione, Los 3 filósofos, 1505 |
Rafael, Madonna del Belvedere, 1506 |
Si te quedaste con ganas de ver
más de Klimt, tendrás que acercarte hasta la Galería Belvedere, donde está toda la pintura moderna. Éste es otro museo para pasar el día, un
palacio precioso, con un jardín barroco… Pero, ¡mejor que esto te lo cuente
otro día!
Fuente: Prohaska, W.
Kunsthistorisches Museum Wien. München, C.H.Beck, 1997
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