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jueves, 20 de octubre de 2016

Curiosidad

Manet, El balcón, 1868
Curiosidad, mucha curiosidad, es la que impulsa a Manet a viajar a Madrid. El viaje en tren duraba 22 horas, pero esto no le iba a impedir conocer de primera mano a Velázquez.

Velázquez había quedado escondido durante siglos en palacios, en colecciones reales. Lo mismo pasaba con Goya. Eran muy pocos los que podían ver sus obras; en Francia sólo se conocían por grabados o copias. Con la inauguración del Museo del Prado en 1818, ya no hubo excusas.






Goya, Majas en el balcón,
1810


Manet admiraba a España y pintaba a la manera de Velázquez y Goya sin haber visto nunca sus cuadros. En 1865, después del escándalo que se armó cuando expuso su Olimpia en el Salón Oficial, decidió partir a Madrid y poner distancia entre sus perseguidores y él. Astruc, buen conocedor de España, le preparó una guía de viaje. Sabemos por una carta de Suzanne, su esposa, que partió aprox. el 29 de agosto. 





Hotel París, Puerta del Sol, Madrid
aprox. 1870

Se alojó en el Hotel París, en plena Puerta del Sol. El 3 de setiembre le escribe a su amigo Fantin-Latour, contándole su experiencia. Más abajo te muestro un fragmento de la carta: vale la pena conocer por sus propias palabras sus impresiones de este viaje.



Velázquez, Pablo de Valladolid
1634



En el hotel conoció a Théodore Duret, el crítico de arte (el francés al que alude en la carta), de una manera insólita. Duret venía de Portugal, había hecho casi todo el viaje a caballo y venía hambriento. Coincidieron en el comedor: Manet devolvía cada plato, la comida española le parecía detestable por su olor, y Duret le pedía al camarero que le diera a él el plato que Manet rechazaba. Manet reaccionó de manera furibunda, pensando en que Duret le estaba tomando el pelo… (Choque de culturas: ¿la exquisita cocina parisina contra la "rústica" española?) Se hicieron amigos y recorrieron Madrid juntos.









Manet, El actor trágico, 1865
La visita al Prado fue el 1ro de setiembre, así consta en el libro de registro del Museo. Duret y Manet van también juntos a la corrida que cita en su carta. Lleva su bloc para tomar apuntes para futuros cuadros. A los 10 días, muerto de hambre, vuelve a Francia y entusiasmadísimo: le cuenta a todo el mundo lo que vio. Velázquez le ha dado más coraje y fuerzas para seguir su camino, le ha confirmado y reafirmado su visión de la Pintura. Y enseguida se pone a pintar.

El cuadro que cita en la carta es el conocido como Pablillos de Valladolid, que inspira a su Actor trágico, un retrato del actor Rovière en su rol de Hamlet. Los filósofos son el Esopo y Menipo de Velázquez; Manet pinta enseguida su Filósofo.

Cree que "Meninas" significa “enanos”. El catálogo que le promete a su amigo es el del Museo, el que se había hecho para la inauguración. Imagínatelo como turista en Madrid con su infaltable sombrero de copa... ¡Ya verás qué impresión le ha dado la villa de Madrid!

Manet, El filósofo, 1866
"Mi querido amigo, lamento que no esté aquí, y qué alegría habría sido para Ud. ver a Velázquez, que por él solo vale la pena el viaje. Los pintores de todas las escuelas están reunidos en el museo de Madrid y están muy bien representados, todos parecen imitadores.


Es el pintor de los pintores. No me ha sorprendido, sino que me ha encantado.  (...) La pieza más increíble de esta obra espléndida, y tal vez la pieza más sorprendente que se haya hecho en pintura, es el cuadro indicado en el catálogo: Retrato de un actor célebre en tiempos de Felipe IV.






El fondo desaparece: es el aire lo que rodea a la figura, todo vestido de negro y lleno de vida. Y Las Hilanderas, el hermoso retrato de Alonso Cano, Las Meninas (los enanos), cuadro extraordinario también! ¡Los filósofos, piezas sorprendentes!

Velázquez, El bufón don Sebastián de Morra,
1643
Todos los enanos; uno en especial, sentado de frente, con los puños en las caderas; pinturas de calidad por un verdadero experto. Sus magníficos retratos; habría que enumerarlo todo; no hay más que obras maestras. (...)

¡Y Goya! El más curioso después del maestro, a quien él ha imitado demasiado, en el sentido más servil de imitación. Sin embargo, una gran imaginación.










Goya, Carlos IV a caballo,
1808

De él en el museo hay dos  bellos retratos ecuestres a la manera de Velázquez; sin embargo, muy inferiores. Lo  que vi  de él hasta aquí no me  ha gustado tanto.

Tengo que ver en estos días aquí una magnífica colección del Duque de Osuna.

Manet, Corrida de toros, 1865

Estoy apenado: el tiempo está muy feo esta mañana y me temo que la corrida que se celebra esta tarde, a la que estoy feliz de ir, se ha pospuesto. ¿Para cuándo? Voy mañana a Toledo. Allá veré a Greco y Goya, muy bien representados, me han dicho.

Manet, Matador saludando, 1866
Madrid es una ciudad agradable, llena de distracciones. El Prado, paseo encantador, cubierto de mujeres bonitas todas con mantillas, lo que le da un aspecto muy original. En las calles, aún más, cantidad de trajes: los toreros, ellos también, tienen una curiosa vestimenta de calle.

Adiós, mi querido Fantin, le doy un apretón de manos y soy todo suyo.
E. Manet
Ud. puede contar con su catálogo a pesar de que es muy difícil de conseguir.
He encontrado en Madrid el día de mi llegada  a un francés que se ocupa de arte y que me conocía . Así que no estoy solo."


Carta de Manet a Fantin-Latour, Madrid, 3 de setiembre de 1865




Y dime: ¿qué te parecen los cuadros de Manet? ¿Es también él un imitador? Y, ¿tú eres más de cocina francesa o española?

Fuentes: Bennassar, B. Velázquez.Vida. Cátedra, Madrid, 2012;
Tinterow,G., Lacambre, G. Manet/Velázquez: The French Taste for Spanish Painting. 
New York, Metropolitan Museum of Art, s.f.;
Varios. Manet raconté par lui-même et par ses amis. Vésenaz-Genève, P. Cailleur Ed., 1945



1 comentario :

  1. Qué gran artículo. No tenía idea acerca de que Manet se hubiera inspirado en Velázquez. Después de esta explicación se ve clarísimo.

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