No es un payaso amenazante ni un salteador de caminos. Es una figura imponente, como una estatua, blanco, inmóvil, mudo. Es el paradigma del payaso triste.
Lo pintó Watteau, aparentemente
en 1720, en una época en que se tapaba la dura realidad con fiestas, amores
furtivos y otros placeres mundanos.
¿Qué nos quiso decir con este
Pierrot? ¿Quiénes son los personajes que lo rodean? ¿Por qué antes se llamaba
Gilles?
Te lo cuento en mi presentación
de hoy. ¿Qué te sugiere esta figura?
Fuentes: Cornec, G. Gilles ou le
spectateur français. Mayenne, Gallimard, 1999
Lauterbach, I. Watteau. Köln,
Taschen, 2010
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