(Imagen: C.del Rosso) |
Madrid
está llena de pequeños museos preciosos y muchos de ellos, fuera de las rutas
turísticas. Créeme: vale la pena apartarte un poco del Reina, del Prado o del
Thyssen.
El
Museo Sorolla es uno de ellos. Es fantástico, porque ésa era su casa. El
artista compró el terreno en 1905, la construcción comenzó en 1909 y se encargó
personalmente de todo, del diseño, de la decoración… Aunque estuviera lejos, controlaba por carta
todos los detalles; p.ej., la fachada es diseño suyo. Traía objetos de todas
partes adonde viajaba. En 1910 compró el terreno de al lado a Beruete, para
tener más espacio para sus jardines. La casa estuvo lista en 1911.
Sorolla, Clotilde sentada en el sofá, 1910 |
Siempre quiso que su casa fuese un museo. Clotilde, conociendo el deseo de su marido, en su testamento ordena que su hijo Joaquín sea el 1er director y que tuviera su vivienda allí. Ella muere en 1929. El traspaso al Estado se efectuó en 1931.
Sorolla, Jardín de la casa Sorolla, 1918 |
Cruzas
la puerta y dejas atrás el ruido de la ciudad. Da gusto pasearse por los jardines,
esos jardines que diseñó él mismo con plantas traídas de todas partes, como los
arrayanes de la Alhambra, que todavía
existen. Hoy los jardines son un tanto diferentes, porque las condiciones de luz han variado
al tener edificios altos al lado; son bonitos durante todo el año, con nieve, con
sol, en invierno, en primavera…
Los
jardines son 3, cada uno con una identidad propia y que revelan su amor por
Andalucía: el de la entrada es más
bien un patio y hace alusión al Alcázar de Sevilla, con una fuente en el medio; el 2do, con sus columnas, el
“togado” al fondo, azulejos
antiguos, el “riad” con su fuente, tiene
referencias al del Generalife de Granada y el 3ro, tiene un aire
italiano-andaluz, con una alberca y una pérgola. Verás en tu paseo esculturas que te anuncian el arte con el que te encontrarás
dentro.
Salón de la casa Sorolla (Imagen: Museo Sorolla) |
La
casa conserva aún hoy el espíritu de la vida de esa familia. La planta baja
está amoblada tal como era originalmente, con su salón, el comedor con los
frisos pintados por él, la zona de la
cocina (con su colección de cerámicas) y
el patio andaluz interior, que
es de inspiración cordobesa y
proporciona luz a esa parte de la casa.
Taller, Sala III, Museo Sorolla (Imagen: Wikipedia) |
Lo
más interesante, sin duda, ¡es poder entrar en los talleres del pintor! Están conectados con la casa,
pero tienen entrada independiente. Tienen luz cenital. El 1er taller lo usaba
para armar bastidores y marcos y hoy es
una sala de exposiciones temporales; el 2do era donde recibía a los clientes y
mostraba sus cuadros y el 3ro, donde trabajaba. Allí podemos ver su último
cuadro a medio terminar, con la paleta y
sus pinceles así, tal cual la dejó al sufrir su ataque de hemiplejia. Te sorprenderá ver las paredes atestadas de
cuadros por todas partes: así era el gusto de la época. Trabajaba en su taller sólo
en otoño e invierno, pues ya sabemos que amaba pintar al aire libre en cuanto
el clima se lo permitía.
Taller, Sala III, Museo Sorolla (Imagen: Wikipedia) |
El
1er piso correspondía a los dormitorios y la sala de costura; éstas fueron
remodeladas para poder disponer salas de exposiciones en cuanto se abrió el
museo. Existe un 3er piso que estaba destinado a la vivienda de la servidumbre;
luego vivió allí Joaquín, y hoy se encuentra la administración y archivos del
museo.
Sorolla, Madre, 1895 |
¿Te
imaginas a Clotilde allí? ¿Y al pintor en pleno trabajo, dedicado a retratar a
tantos personajes ilustres de la época? Ella está presente allí con su sombrero de plumas o con su vestido
gris o paseando por la playa con su hija María, en Biarritz o en Zarauz o en
esa joya que es el cuadro “Madre”. Y
también verás los retratos de sus hijos y de sí mismo. Impresionantes las
esculturas de Capuz, de Benlliure o Troubetzkoy, que encontrarás por todas
partes.
Por
supuesto, no te perderás sus pinturas de playas tan luminosas, tan llenas de
vida… o algunos de los bocetos (que más
que bocetos son verdaderos cuadros) para
el encargo de Mr. Huntington para la Hispanic Society, Visión de España.
Sorolla, Paseo por la playa, 1909 |
Sorolla, Jardín de la Casa Sorolla, 1920 |
¡No
te lo pierdas! Si todavía no lo conoces, te aconsejo que te acerques hasta
allí… y seguro que volverás una y otra vez…
Fuentes: Web del Museo Sorolla
Guía
del Museo Sorolla, Madrid, J.I. Gil Impresores, 2009
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